José María Vitier y el lirismo exquisito de su música
Muchos lo siguen con permanente fidelidad en cada una de sus presentaciones en Cuba y en escenarios internacionales, desbordan emociones con su exquisita música impregnada siempre de buena poesía, logran extasiarse con ese lirismo que solo la sensibilidad de su inspiración promueve desde la expresión profunda e íntima de sus sentimientos o valoran su virtuosismo en toda su dimensión con solo escuchar su nombre: José María Vitier.
Lo saben fruto de una estirpe fecunda de intelectuales y artistas de reconocido prestigio, de profundas raíces culturales y expresiones éticas, de la que bebió su vocación musical y su permanente espíritu de superación que ha trascendido en el tiempo, llegando hasta la madurez sublime de sus 66 años que cumplió el 7 de enero.
Como él mismo ha reconocido, y para suerte de Cuba, su destino era ser músico y lo ha sido con desbordada calidad en sus facetas de compositor, pianista, director. Pocos conocen de sus inicios con el grupo cubano Síntesis en el año 1976 y que más tarde fue el autor de una notable pieza musical de alcance mundial, nombrada "Desde la aldea", con la cual se identifica desde 1990 hasta la actualidad el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano que se celebra en el país cada diciembre. Todos recuerdan aquellas composiciones instrumentales del serial televisivo "En silencio ha tenido que ser", las que han trascendido hasta el presente con la misma fuerza con las que fueron creadas.
Como músico versátil y auténticamente cubano ha escrito música para diferentes medios como televisión, teatro, cine, radio y para muchos instrumentos, que trascienden por su amplio espectro la influencia del rock, el jazz y la trova, así como una asimilación creadora de la tradición clásica europea de la que ha hecho gala. Más de 60 producciones cinematográficas llevan su distintivo sello musical y ha sido ampliamente premiado en festivales y eventos internacionales, unido también a su destreza como pianista.
Su obra musical de toda la vida, sus altos méritos artísticos y aportes a la cultura han merecido importantes reconocimientos en el ámbito nacional, entre los que destacan la Distinción por la Cultura Nacional en 1988 y la Medalla Alejo Carpentier en 1998, ambas otorgadas por el Ministerio de Cultura de Cuba; la Orden Félix Varela, máxima distinción otorgada por el Consejo de Estado, así como el Diploma al Mérito Artístico conferido por el Instituto Superior de Arte.
En su vasta obra discográfica sus seguidores atesoran muchas de sus más conocidas y destacadas creaciones musicales, las cuales también han sido premiadas en varias ocasiones por la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), y la Feria Internacional Cubadisco, donde se unen en perfecta armonía lo culto y lo popular.
Vitier es un apasionado de la poesía que crea y de la que a lo largo de su vida recibió de José Lezama Lima, de sus padres Fina García Marruz y Cintio Vitier, de su tío Eliseo Diego; además, de Octavio Smith, Samuel Feijóo y Cleva Solís que eran grandes amigos de la familia y destacados poetas. Siempre ha gustado de escuchar buena música, de ayer y de hoy, entre las que prefiere las interpretadas por Benny Moré y Bola de Nieve.
Cuba es para Vitier una fuente inagotable de inspiración y lo será siempre, porque en esta tierra, junto a los suyos, ha decidido anclar sus raíces e inspiraciones musicales de amplia gama y legar a las futuras generaciones una obra musical sólida y duradera que permanezca en el tiempo, como una forma eficaz y enaltecedora de comunicarse.
Para beneplácito de todos los que aman sus creaciones, él mismo reconoce que le “queda mucha música por escribir todavía”, lo cual a todas luces es un buen pronóstico para el presente y el futuro melodioso cubano, impregnado de su sencillez y talento.
José María Vitier García-Marrúz
músico, compositor, director de orquesta, pianista, artes
Tecladista y compositor, fundador del grupo Síntesis, ha compuesto música para teatro, cine y televisión. Junto a su hermano Sergio ha creado la banda sonora de seriales para la televisión entre los que se encuentran: En silencio ha tenido que ser, La frontera del deber y muchos otros. Nace en La Habana, es hijo de los destacados poetas Cintio Vitier y Fina García Marruz.