Liz Cuesta es la esposa del Presidente de la República de Cuba Miguel Díaz Canel Bermúdez, a quien se le da el trato de "primera dama de la República", por primera vez en muchos años, pues este nombramiento no se utilizó desde comienzos de la Revolución.
Natural de la provincia de Holguín estudió en el Instituto de Ciencias Pedagógicas de la ciudad, donde hizo una licenciatura y una maestría.
Posteriormente trabajó en el departamento de comunicación del Sectorial Provincial de Cultura y luego, pasó a dirigir el Centro Provincial del Libro y la Literatura, la institución que organiza las populares ferias del libro.
La pareja reside en La Habana desde 2009, cuando Díaz-Canel fue nombrado ministro de Educación Superior. Ambos tienen dos hijos de matrimonios anteriores.
En la actualidad Cuesta Peraza trabaja como jefa de Servicios Académicos de la estatal Agencia Paradiso, una filial turística del Ministerio de Cultura que organiza viajes a Cuba y que tiene oficinas en varios países del mundo. Esta licenciada en Pedagogía, profesora universitaria y funcionaria de la agencia turística cultural Pardiso es una mujer muy discreta que lleva ejerciendo año y medio las labores de representación institucional.
La imagen de Lis Cuesta comenzó a aparecer ante la audiencia cubana lentamente en los últimos tres años, a medida que la figura de su esposo iba ganando protagonismo en la escena política cubana.
La mayor atención la recibió en marzo de 2019, cuando apareció de la mano de Díaz-Canel en Santa Clara para participar en las elecciones de candidatos a la Asamblea Nacional. Antes, Cuesta Peraza había aparecido también acompañando a su esposo durante visitas que realizó a Corea del Norte, a Bolivia y Japón, donde fue incluso recibida por la primera dama de ese país.
Cuesta ha asistido a lo largo de este año a numerosas recepciones oficiales, en la bienvenida en el Palacio de la Revolución de Nicolás Maduro y su esposa Cilia Flores, además de en el viaje a Nueva York que realizó junto al mandatario en octubre pasado con motivo de su participación ante la Asamblea General de Naciones Unidas. A la ceremonia de bienvenida de los Reyes de España. A pesar de su protagonismo público, en los medios nacionales no se ha escuchado aún su voz ni se ha visto que realizase actividades por su cuenta.
Los que la conocen dicen que tiene carácter, que es muy discreta, de trato afable y buena amiga. “Una cubana como otra cualquiera, que le gusta bailar en las fiestas y tomarse una cervecita, pero es conservadora en su forma de vestir”. Como curiosidad tiene un tatuaje en su omoplato izquierdo.Pese a su discreción, la pareja se ha mostrado muy cómplice en sus apariciones públicas, dando paseos cogidos de la mano y dedicándose sutiles muestras de cariño.