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El doctor Portuondo, un psiquiatra cubano que echaba a los pacientes de su consulta

El actor cubano de 'Fresa y chocolate', 'Guantanamera', 'Cachito' y 'Bámbola' saca su lado más excéntrico en su nuevo trabajo en España, la serie 'Doctor Portuondo', a las órdenes de Carlo Padial

En la serie Doctor Portuondo, Jorge Perugorría (La Habana, 1965), inmortal protagonista de Fresa y chocolate, de Tomás Gutiérrez Alea, de Cachito, de Enrique Urbizu o de Una rosa de Francia, de Manuel Gutiérrez Aragón, baila, fuma, lleva chalecos de lana de estampados imposibles y grita. Grita mucho.

En persona, sin embargo, es todo dulzura caribeña. Pegado a una pipa, el veterano actor cubano, que cumple más de 25 años desde que fue por primera vez a España a rodar una película, saca su lado más excéntrico para encarnar a su paisano Portuondo en la primera producción de la plataforma Filmin, creada y dirigida por Carlo Padial.

¿Cómo llegaste al proyecto?
Estaba en Cuba cuando me hicieron llegar el guion y desde la primera lectura me quedé fascinado con el personaje. Está muy bien escrito. Empecé a investigar y creció mi fascinación por esa persona. Me parece muy lógico que alguien así dejara una huella tan profunda en Carlo Padial. Luego, claro, toca hacerlo y darle vida. Lo preparé leyendo y escuchando entrevistas reales con Portuondo.

El psicoanalista es un cubano brillante que estudió con los mejores profesores, que creía que el modelo soviético era incompatible con el psicoanálisis. Tenía una gran ilusión por Freud. Decía que Freud era su padre y que si no hubiera existido se lo habría tenido que inventar, porque para él era el más grande.

Yo veo a Portuondo como un homenaje a los que han vivido y han sufrido por estar lejos de su patria, declara Pichy. Es un sentimiento muy poderoso que he podido explorar a través de este personaje. Gracias al cine he conocido a cubanos en todas partes y todos viven de esa nostalgia que se va convirtiendo con el tiempo en algo irreal. Existe una Cuba imaginada que parte de sus recuerdos. Es, en cierta medida, una especie de autopsicoanálisis.

Una de las cosas que más me han gustado ha sido el encuentro generacional entre Portuondo y Carlo. Un hombre con unas ideas del siglo pasado con un joven con las inquietudes de hoy.

Cuando uno pasa tanto tiempo con una pipa en la boca y deja de hacerlo, ¿nota su ausencia?

Todavía no lo sé. Pero he disfrutado mucho y estoy sufriendo con dejar de interpretarlo. Creo que Portuondo, con o sin pipa, va a seguir conmigo un largo tiempo.

Cinemanía

Jorge Perugorría Rodríguez


pintor, actor, director, artes, escénicas, promotor cultural

Pichi, nació en La Habana en el Wajay , municipio Boyeros, La Habana, donde transcurre su niñez y adolescencia.