Compositora, guitarrista e intérprete de sus obras. La creación bolerística de Marta Valdés refleja un trabajo artístico acabado que le ha permitido viajar con el tiempo. Su armonía —en estrecha interrelación con el carácter de la melodía y el sentido del texto— desempeña un papel fundamental en este logro, que le ha permitido trascender las referencias o pautas de comportamiento establecidas durante la década de 1950.
Marta Valdés se convierte en la figura más sobresaliente de una segunda generación del movimiento filin, e inicia una decantación de la sonoridad dominante hasta entonces en el marco de la tendencia. Así, su obra se convierte en un puente hacia la aparición de una nueva canción en Cuba. Y no sólo en el orden de la estricta estética musical, sino también en el ámbito poético.
Realizó sus estudios de guitarra con Francisqueta Vallalta, 1945. En 1955 se inició como compositora con su canción Palabras.
Continúa sus estudios de guitarra con Leopoldina Núñez, 1957; con Aida Teseiro estudió solfeo y teoría, 1962. En 1963 se incorpora a los cursos que por entonces se impartían en el Seminario de Música Popular, dirigido por el pianista y musicólogo Odilio Urfé, y con un profesorado integrado por Vicente González Rubiera (Guyún), Alejo Carpentier, Manuel Moreno Fraginals y Alfredo Diez Nieto, entre otros; los completó, a partir de 1971, con el compositor Harold Gramatges.
La autora ha basado sus creaciones en géneros como el bolero y la canción dentro del estilo feeling.
El primer título grabado de Marta Valdés fue No es preciso en la voz de Fernando Alvarez en al año 1957. En esa misma época, Vicentico Valdés lanzó al mercado En la imaginación, el primer bolero de una larga serie de éstos que la autora incluyera en su repertorio de grabaciones, destacándose Deja que siga sola, Tú dominas, No hagas caso, entre otros de gran trascendecia universal.
Debuta, en 1958, en la radio como intérprete de sus canciones, y en 1959, lo hace en la televisión. En 1963 participa, junto a otros compositores, en el Forum del Feeling efectuado en la Biblioteca Nacional José Martí, y donde Alejo Carpentier dictara una importante conferencia sobre esta modalidad de la canción cubana. En 1964 comienza a trabajar en el Grupo Teatro Estudio como asesora musical; en 1967 participa en el Encuentro de la Canción Protesta, auspiciado por la Casa de las Américas.
Entre los intérpretes de su obra se encuentran Elena Burke, Doris de la Torre, Bola de Nieve, Cheo Feliciano, Reneé Barrios y más recientemente, prestigiosos intérpretes suramericanos que se han sumado a esta lista.
Como intérprete de sus canciones, ha actuado en Festivales y ofrecido presentaciones personales en España, México, Colombia, Venezuela y Brasil.
Conjuntamente con la poetiza Nancy Morejón, se ha presentado en Festivales de Poesía en varios países de América con el espectáculo Piedra Pulida en el que ambas creadoras cubanas han expuesto sus obras.
Paralelamente a la canción y el bolero, ha descrito una larga trayectoria componiendo música para teatro y publicando también escritos sobre música popular cubana.
Desde el punto de vista musical, Marta Valdés se caracteriza en sus composiciones por salirse del cuadro convencional armónico de los acordes tonales y extratonales agrandados, muy arraigados en los compositores del filin, y empieza a confeccionar en profusión giros melódicos que en apariencia no son modulantes, porque modular no es difícil. En realidad, si se conocen las reglas que rigen en los tratados de armonía, no son verdaderas modulaciones, pues la modulación significa cambio de tonalidad; esta técnica, para reafirmarse, reclama su correspondiente paso cadencial. Nada de esto está presente en la obra de Marta Valdés. Cuando se escuchan algunas de sus canciones, parece que va a modular, pero con audacia se mueve hacia otra aparente nueva tónica en la cual no se detiene. Ella, con una manifiesta inquietud tonal, coquetea con los diversos tonos, pero sin entregarse a ellos. A esto pudiéra llamarse tonalizaciones.
Escribió la música incidental para "El becerro de Oro", de Joaquín Lorenzo Luaces, con la que en 1985 mereció el premio a la mejor creación de este tipo de música en el Concurso Nacional de Teatro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), y en 1986 le fue otorgado el premio a la mejor música elaborada para una puesta en escena, en el Festival de Teatro de Camagüey, por "La zapatera prodigiosa"', de 'Federico García Lorca.
En 1987 viajó a México como integrante del espectáculo "Toda una época", junto a César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Elena Burke y Consuelo Vidal, cuando se presentaron en la televisión y varios centros nocturnos. Ese mismo año, volvió a México para participar en el Festival del Bolero que tuvo lugar en el teatro Reforma y en el Auditorio Nacional; en 1988 regresó a México, esta vez para actuar en el Teatro Ciudadela.
Premios
Premio “Síncopa de Plata” por el disco “Elena Burke canta a Marta Valdés”
1978 Gran Premio, el Premio de la Radio y la Televisión y el Premio de la Unión de Periodistas de Cuba,(UNEAC), en el Concurso Adolfo Guzmán de Música Cubana por su obra “Canción eterna de la juventud”.
1985 Premio a la mejor música en el Concurso Nacional de Teatro UNEAC por la música de la obra El becerro de oro, de Joaquín Lorenzo Luaces.
1986 Premio a la mejor música elaborada para una puesta en escena, en el Festival de Teatro de Camaguey por la música de la obra La zapatera prodigiosa, de Federico García Lorca.
1992 Premio Anual de “Reconocimiento por la Obra Creada” que otorga la Asociación de Músicos de la UNEAC.
2001 Nominación en Cubadisco 2001, categorías canción y producción musical con el Cd Nuestra Canción, Unicornio, La Habana.
El gobierno y las instituciones culturales de Matanzas, le han otorgado la Medalla del Tricentenario de la ciudad.
Distinción Por la Cultura Nacional
Medalla Alejo Carpentier.
Libros
“El arreglo para guitarra y voz en la canción popular”. Editado en Colombia, 1994.
“Cancionero propio”. Ediciones Vigía de la Casa del Escritor de Matanzas,1995.
Obras
Balada
"¿Hacia dónde?", 1967.
Boleros
"Y con tus palabras", 1955;
"No es preciso""1955;
"Tú dominas", [1956]];
"No te empeñes más" 1957;
"Para qué rectificar" 1957;
"Deja que siga sola", 1958;
"Tú no hagas caso, 1959;
"Vuelve en ti", 1959;
"Si vuelves", 1963;
"Sin ir más lejos", 1968;
"Mutis", 1970;
"Cantaré victoria" y "Saludo y homenaje a Alicia Alonso", texto: Eliseo Diego, 1978;
"Hay todavía una canción";
"Vienes", 1988.
Canción-bolero
"Demasiado que pedir" 1955;
"En la imaginación", 1955;
"Llegabas", 1959.
Canción
"Es contigo", 1957;
"Envenéname los labios", 1957;
"Por este amor", 1957;
"Juego a olvidarme de ti", 1957;
"Tengo", 1957;
"Precisamente a ti", 1958;
"Tú no sospechas", 1958;
"Llegabas", 1960;
"Qué largo camino anduve", 1962, texto: Nicolás Guillén;
"Canción sin título", 1968;
"Como un río", 1968;
"Hay mil formas", 1968;
"Romance de tus nombres", 1968;
"Sin ir más lejos", 1968;
"Llora", 1968;
"Canción desde otro mundo", 1969;
"Canción difícil, Canción fácil", 1970;
"Mutis", 1970;
"La canción", 1972;
"Aida", 1973;
"Macayá", 1973;
"José Jacinto", 1974;
"¡Ay Plácido!" (al poeta Plácido), 1976;
"Canción eterna de la juventud", 1978;
"Canción del año nuevo", 1981;
"Trini", 1981.
Criolla
"Aunque no te vi llegar", 1968.
Habanera
"Por La Habana", 1968;
"Ave de madera", 1978.
Música incidental para teatro
"Pasado a la criolla", 1962, de José Ramón Brene, bajo la dirección de Berta Martínez;
"El becerro de oro, 1985 (obtiene el premio a la mejor música para una puesta en escena en el Concurso de Artes Escénicas (convocado por la UNEAC)}, de Joaquín Lorenzo Luaces, bajo la dirección de Armando Suárez del Villar;
"La zapatera prodigiosa", 1986 (obtiene el premio a la mejor utilización de la música para una puesta en escena, en el Festival de Teatro de Camagüey), de Federico García Lorca, bajo la dirección de Berta Martínez.
Son montuno
"Sorpresa de harina con boniato", 1960.