Roberto Moya fue un destacado guitarrista y compositor cubano nacido en Santiago de Cuba, quien en sus años de esplendor tuvo el privilegio de acompañar al célebre cantor argentino Carlos Gardel y trabajar con este en las películas El día que me quieras y El tango en Broadway.
Comenzó desde temprana edad sus estudios musicales, y en 1923 se graduó como profesor de guitarra.
En 1928 viajó a La Habana, junto a Valeriano Daughterty y Pepe Figarola y se presentó en el teatro Campoamor.
En 1932, con Raúl Domínguez, Jorge Mauri y Manuel Fontanals, forma el cuarteto Trovadores Líricos, con el que realiza su primer viaje a New York, donde se unió, más tarde, al argentino Carlos Spaventa, lo cual motiva su entrada al mundo del tango.
En 1933, pasa a integrar el grupo de guitarristas acompañantes de Carlos Gardel, trabajando en las películas Tango Bar, El día que me quieras y El tango en Broadway, aparte de muchas grabaciones.
De esta etapa es la anécdota contada por el propio Moya, que relata cómo durante las presentaciones en Nueva York uno de los músicos permanentes de Gardel se le quejaba de que le estaba pagando mucho dinero al cubano y que el gran Carlitos le respondió: “Déjalo que coma, estos gringos están repletos de dólares”.
Posteriormente el músico cubano se trasladó a Colombia y allí se radicó, primero en Santa Marta, donde fue contratado para hacer algunos programas. Luego se trasladó a Barranquilla, donde organizó el conjunto musical de la Radio Emisoras Unidas, a la cual le imprimió el estilo cubano, que incluía guitarra, piano, bongó, tumbadora y voces.
En 1937 vuelve a Cuba, y dos años después parte en gira por América del Sur.
En su natal Santiago de Cuba fue compañero del célebre autor de El Carretero, Guillermo Portabales, además de dedicarse a la enseñanza de la guitarra. Entre sus composiciones más recordadas se encuentran Labios de amapola, Mujer querida y Quisiera ser tu dueño, entre otras.
Finalmente, en 1946, se establece en su país, dedicándose desde entonces a la enseñanza de la guitarra. Luego del triunfo de la Revolución entra al cuerpo profesoral de la Escuela de Arte, prosiguiendo sus actuaciones como guitarrista y cantante de piezas tradicionales cubanas. Entre sus composiciones figuran “Labios de Amapola”, “Mujer querida”, “No intentes corazón”, etc.
El afamado compositor y guitarrista cubano Roberto Moya, falleció en la capital cubana.