Pastora Núñez González

Pastora Núñez González
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Redalyc
Pastorita Núñez, Agustina, Rebelde
Nacimiento:  
27
/
4
/
1921
Fallecimiento:  
26
/
12
/
2010

La destacada revolucionaria, colaboradora del Comandante en Jefe Fidel Castro y combatiente del llano y de la Sierra, vio la luz en el seno de una familia obrera. Hija de Don Joaquín Núñez Roque y de Florinda González Álvarez (Flora). Su familia era muy pobre, su madre trabajaba como despalilladora de tabaco, y de eso murió cuando Pastorita solo tenía cinco, ya a los doce, en agosto de 1933, participó junto a su padre en una manifestación popular contra la tiranía de Gerardo Machado y dos años después conoció a Eduardo Chibás

Comenzó, prácticamente una adolescente, a luchar por el adecentamiento político de este país. Tuvo la suerte de comenzar relaciones de amistad, aun siendo tan pobre, con uno de los personajes históricos de Cuba: Eduardo Chibás. Desde joven perteneció a la organización Hermandad de los Jóvenes Cubanos junto a Juan Manuel Márquez.

En 1948, esperando precisamente a Chibás coincidió en las puertas de las oficinas ortodoxas con un joven estudiante que se preocupaba mucho por las cuestiones de Cuba y estaba muy interesado en saber algo sobre el programa del partido ortodoxo, qué íban a hacer, si se íban a limitar a la honestidad administrativa. Ese joven que conoció se llamaba Fidel Castro Ruz, y fue tan importante lo que estaba preguntando que le llamó la atención y pidió se lo presentaran.

Ese vínculo que se estableció, y que se mantuvo a través del tiempo, la llevó, como es de suponer, cuando vino la dictadura de Batista y empezó la lucha que debía derrotar aquel régimen, a unirse a ese movimiento revolucionario liderado por Fidel.

Fue activa combatiente clandestina en las filas del Movimiento 26 de Julio y fundadora del Frente Cívico de Mujeres Martianas. En junio de 1958 ascendió a la Sierra Maestra. Como guerrillera, con el nombre de guerra Agustina, alcanzó los grados de Primer Teniente del Ejército Rebelde.

El 19 de agosto de 1958, se escribe la resolución en la que se lee autoriza para que, junto a otras personas, integre una comisión para visitar a los propietarios de ingenios azucareros y comunicarles que debían contribuir con el producto de la zafra azucarera de 1958 a razón de 15 centavos por cada saco de azúcar producido, de los cuales 10 centavos le corresponderían al central y 5 al colono.

Eso quería decir que tenía que salir de La Plata, territorio libre, hacia los 40 centrales azucareros que tenía la provincia de Oriente. De esos había uno solo en territorio, el Central Estrada Palma, que como estaba hacia las afueras, en Yara, fue uno de los que no pagó.

Pero había centrales por toda la provincia, incluso en el II Frente donde estaba Raúl. Dentro de esos 40 centrales estaban también los que pertenecían a la United Fruit, la West India y todas las otras "Companys" por el estilo.

Fue distinguida desde la gesta insurreccional por compañeros de lucha, y de manera especial por el pueblo y Fidel, quien al referirse a su papel en la guerra escribió: "Pastorita Núñez González prestó extraordinarios y riesgosos servicios al Ejército Rebelde en la lucha contra la tiranía recaudando impuestos que ascendieron a la suma de varios millones de pesos, siendo este su más destacado trabajo. Cumplió la misión con singular valentía, eficiencia y honestidad".

Al triunfo de la Revolución, dirigió el Instituto Nacional de Ahorro y Viviendas (INAV), lo cual le permitió ser protagonista de uno de los primeros planes habitacionales del gobierno revolucionario. Desde donde impulsó la construcción de viviendas en varias ciudades, barrios que el pueblo bautizó como "Repartos Pastorita".

Pastorita Núñez fue un caso diferente. Al poco tiempo del triunfo revolucionario eliminó la Lotería Nacional que funcionaba desde los tiempos de la colonia española. Según la nueva perspectiva social obtener algo con el azar iba contra la nueva forma de pensar. Desde ese momento sólo con el trabajo se lograrían los éxitos económicos y personales. Por eso, aquel viejo sistema de juego fue sustituido por nuevos Bonos de Ahorro y Viviendas. Se suponía que al cabo de varios años estos ganaran intereses y podrían ser cambiados para obtener las ganancias acumuladas. Esto nunca ocurrió.

Pastorita estuvo al frente de esta “Nueva Lotería Revolucionaria” y los fondos recaudados por esta vía se emplearon en construir casas para el pueblo. Ella sembró de apartamentos confortables casi todas las principales ciudades del país. Todavía estos inmuebles son conocidos como los “Edificios de Pastorita”.

Los apartamentos construidos por ella han llegado hasta el día de hoy en perfectas condiciones constructivas. Sobre todo, porque no adolecen del mal de las “filtraciones”. Lo significativo es que ella dirigió ese plan de construcción, con sólo los fondos que esa Nueva Lotería Revolucionaria pudo recaudar. Ella empleó técnicas de construcción que quedaban en el país del depuesto capitalismo. Pues en esa época no se contaba aún con la economía socialista planificada.

Aquella nueva lotería vio muy pronto su fin, a partir de la concepción socialista del juego. Debió desaparecer de una sociedad que pregonaba “el trabajo hace al hombre”. Es impresionante ver lo que hizo esa sola fémina, con tan escasos fondos.

Su nombre ha quedado como símbolo de honradez y tenacidad y sentó premisas para el diseño de los lugares donde deben vivir los revolucionarios más humildes. Probó que la calidad no es enemiga del dinero, del capital y del buen gusto, si de negocios constructivos se trata. Esta mujer lo demostró con creces y sus pruebas se levantan en toda Cuba.

Con la misma tenacidad y hasta su jubilación en 1975, ocupó diferentes responsabilidades. Jubilada y con la salud quebrantada, mantuvo su carácter activo y rebelde, propio de una mujer de estatura vital y revolucionaria.

Durante sus últimos años de vida, Pastorita vivió en el Hogar de Ancianos Santovenia, donde su energía inagotable fue la responsable, entre otras cosas, del espléndido organopónico con que cuenta hoy esa institución y de la organización y funcionamiento de un aula de la Universidad del Adulto Mayor, con una matrícula de más de 30 ancianos.

En el año 2000 Pastorita fue distinguida con el Título de Heroína Nacional del Trabajo.

Falleció a los 89 años de edad por una hemorragia cerebral.