Cursó sus estudios primarios en una pequeña escuela de su pueblo natal, con una maestra, también de origen libanés, muy allegada a sus padres. En 1942, con apenas nueve años, ingresa en un colegio privado católico llamado Nuestra Señora de la Caridad, del cual fue alumna fundadora y donde se graduó en 1946 como la alumna más destacada. En 1949 cursa el Bachillerato en el Instituto de Holguín, graduándose en 1951 como Bachiller en Ciencias y Letras.
El propio año 1951 viajó a La Habana a estudiar en la Universidad la carrera de Medicina, donde permanece hasta 1956 en que cierra la Universidad por la situación política que vivía el país. Regresa a su pueblo y trabaja como Operadora en la Compañía Telefónica, hasta 1959 en que, con el triunfo de la Revolución, se reabre la Universidad y puede continuar sus estudios de Medicina.
En 1960 realiza el internado en el Hospital Clínico Quirúrgico “Joaquín Albarrán”, graduándose de Doctora en Medicina el 2 de junio de 1960 y después de un curso de tres meses preparatorio para la Medicina Rural, cumple el Servicio Social Rural en el barrio Mulas, del municipio Banes, hasta mayo de 1961 en que regresa a La Habana para iniciar la residencia en Medicina Interna en el Hospital “General Calixto García”.
Durante la residencia prestó servicios en el Hospital Nacional, hoy Enrique Cabrera. Nombrada Instructora no Graduada en el Hospital Provincial Docente de Santiago de Cuba, impartió docencia a alumnos de tercero a sexto años y a residentes de los tres años hasta marzo de 1964. Los meses de abril y mayo del propio año, estuvo como residente de Medicina en el Hospital Neurológico, de ahí regresa al Hospital “General Calixto García” donde se gradúa de Especialista de Primer Grado en Medicina Interna, con calificación de 100 puntos, el 1 de abril de 1965.
Desde entonces, trabajó siempre en su querido Hospital Universitario “General Calixto García” como Especialista en Medicina Interna, desempeñando labores asistenciales, docentes, investigativas y administrativas, aunque también impartió docencia en el Policlínico Integral “9 de Abril”, en el Hospital de Emergencias “Freyre de Andrade”, entre otros.
En 1977 obtiene el título de Especialista de Segundo Grado en Medicina Interna y promueve a la categoría docente de Profesora Auxiliar. Alcanza la categoría científica de Doctora en Ciencias Médicas en 1985 y promueve a la categoría docente de Profesora Titular en 1989. Desde el año 2000 ostentaba la Condición Especial de Profesora Consultante del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana.
A lo largo de su vida profesional se dedicó en cuerpo y alma a prodigar, con dulzura maravillosa, una atención médica de altísima calidad, no solo científica sino humana, a todos sus pacientes. Asumió también las responsabilidades que su compromiso social le obligaba a contraer y en su cumplimiento demostró que la exigencia se puede ejercer sin que ello signifique que se pierda la suavidad en el trato, como expresión del respeto a la dignidad plena del hombre, principio ético que, como martiana legítima, ejerció siempre a lo largo de su vida. Así fue Subjefa y Jefa de Sala, Jefa del Servicio de Medicina Interna durante 12 años, Responsable de la reunión clínico-patológica del Servicio de Medicina Interna y Presidenta del Comité de Terapéutica –del cual era miembro desde su creación- del Hospital “General Calixto García”.
Era Miembro del Grupo Nacional de Medicina Interna y de la Comisión Provincial de Asma. En esta última actividad se desempeñó además como responsable, durante 15 años, de la investigación científica de asma y los factores ambientales y meteorológicos, cuyo resultado, entre otras cosas, sirvió de base al Instituto de Meteorología para aplicar su programa pronóstico.
Durante sus años de ejercicio profesoral impartió docencia en el pre y post-grado, fundamentalmente en su Hospital General Calixto García; pero también lo hizo por seis meses, cada vez, en Santiago de Cuba, Las Tunas y Matanzas.
Asesoró y tutoreó trabajos para Jornadas Estudiantiles y Tesis de Grado de Terminación de Residencia y participó en Tribunales Estatales. Impartió cursos y talleres. Fue Asesora Nacional de los cursos dirigidos por encuentros para médicos en Servicio Social Rural.
Fue también miembro de la Comisión de exámenes de su Hospital “General Calixto García”, de la Comisión de Evaluación de Actividades Docentes de la Facultad de Medicina y Responsable de la Comisión y Confección de exámenes de la Facultad Número Uno. Era Miembro y Presidenta de Tribunal de Promoción y Ratificación de Categorías Docentes, respectivamente. Hasta su lamentable deceso era Miembro del Consejo Científico de su Hospital.
Era también Miembro de la Comisión de Grados Científicos del ISCM-H, del Tribunal Nacional para la obtención del Segundo Grado de la Especialidad, de la Comisión Asesora del Rector (CARE), del Jurado Nacional para el otorgamiento del Premio al mejor trabajo científico del MINSAP, durante 4 años.
Con su modestia y sencillez sin igual, compartía saberes con estudiantes y profesionales, así se destacó en su labor como Asesora de la Revista Estudiantil “16 de abril” y como co-autora del Programa Nacional de la Residencia en Medicina Interna y en la elaboración del Libro “Síndromes Clínicos”, bajo la dirección del profesor DrC Raimundo Llanio Navarro, además de otras 15 publicaciones como autora principal en revistas nacionales y extranjeras.
Era Miembro Adjunto de la Sociedad Cubana de Gastroenterología, Miembro Titular y Vicepresidenta de la Sociedad Cubana de Medicina Interna, en la que tuvo una participación ejecutiva destacada en sus Congresos Nacionales. Miembro del Comité de Redacción de la Revista Cubana de Medicina. Miembro de la Sociedad de Educadores de Ciencias de la Salud y Miembro de la Cruz Roja Nacional. Era también Miembro de la Sociedad Internacional de Medicina Interna.
Entre los reconocimientos recibidos se encuentran: Diez años en la Educación, Distinción por la Educación Cubana. Pero el más importante de todos es que no existe un médico ni una enfermera formada en el Hospital General Calixto García del período revolucionario que no tenga que agradecer a la Profesora Batule su modelo ejemplificante profesional y profesoral. No existe un trabajador en su querido hospital que no tenga que agradecerle una atención médica de altísima calidad, una sonrisa cálida, un gesto solidario, una escucha comprensiva, una crítica verdaderamente constructiva. A todo ello pudiéramos añadir, que un gran maestro de la clínica, el Profesor Fidel Ilizástigui Dupuy, le dijera a una profesora de la Facultad, cuando iniciaba su enfermedad: “Si realmente enfermo y necesito un médico, le ruego llame a Mercedes”.
El fatal accidente que le provocara su muerte ocurre el miércoles 18 de junio cuando se dirigía al Hospital Hermanos Ameijeiras para una actividad docente, con sus 76 años, pletóricos de actividad intelectual y física que la hacían conservarse siempre como la bella y dulce mujer que abrazara, con infinito amor, la profesión médica y el magisterio de su ciencia.
¡Sus pacientes, los familiares de ellos, sus alumnos, sus compañeros de profesión y de labor, sus familiares y amigos, no podrán jamás olvidarla, porque la Especialista de II Grado en Medicina Interna, Profesora Titular y Doctora en Ciencias Médicas, Mercedes Batule Batule, era sobre todo una hermosa persona humana y es precisamente esa condición la que la hace eterna en nuestro recuerdo.