María Eugenia Barrios Acosta

Eugenia Barrios
Foto
Cibercuba
Nacimiento:  
16
/
12
/
1940

Soprano. Doctora en Ciencias sobre Arte del Instituto Superior de Arte (ISA), una de las voces más elogiadas del arte lírico cubano. Celebrada por sus interpretaciones de personajes tan diversos como los roles protagónicos de Madame Butterfly o Cavallería rusticana.

Osma Letra D, entre Chaples y Palatino, en la barriada del Cerro. Allí se ubica la casa de su infancia, donde vivió los primeros años de su vida. Es una calle estrecha, de construcciones sinuosas, apretadas, con portales de altos muros, por encima de los cuales, en punticas de pies, asomaba los ojitos la pequeña Eugenia para poder ver el mundo y fantasear con él. “Es hija del Mayabeque y del Cuyaguateje”, dice el Indio Naborí, pues su madre era “una bella mujer de Güines y su padre un hombre de muchas luces de Pinar del Río.”

Su primera actuación hace más de 50 años la recuerda de la siguiente manera: "No llegaba entonces a los 20 años. Cuenta que días antes de la presentación tocó a la puerta del maestro Gonzalo Roig con la intención de pedirle un acompañamiento para interpretar la zarzuela Cecilia Valdés. Nunca antes se habían visto.
-Yo canto la salida de Cecilia Valdés como Marta Pérez -le dijo a Roig.
- ¿Ah, sí? ¿Y usted quién es para estar tan segura de que puede cantarla como Marta Pérez? -la retó Roig.
-Soy estudiante de la Escuela Normal de Maestros y quiero cantarla en mi graduación, mis compañeras me harán el coro -respondió provocadora.
-Pues vamos a comprobarlo -replicó el maestro desafiante.
Y así fue. Sin contar con formación académica alguna, cantó la zarzuela como Marta Pérez en el Anfiteatro de Maestros de La Habana, con vestido, coro y flor en la cabeza. Fue acompañada por la Banda Nacional de Concierto de La Habana y dirigida por Gonzalo Roig, quien desde entonces se convirtió en su guía y tutor".

Años más tarde, fue recomendada por Roig y conoce a Carmelina Santana Reyes, pues el maestro insistía en que esa era la profesora de canto indicada para su pupila. En cuanto la profesora la escuchó, la convirtió en su discípula.

Debutó así 31 de mayo de 1959 bajo la guía del maestro Gonzalo Roig. Aquella aparición junto a la Banda Nacional de Conciertos, entre sus maestros de canto se incluyen los nombres de Carmelina Santana Reyes y Nina Dorleak, con la cual estudió en el Conservatorio Tchaikovski, de Moscú.

Sus interpretaciones han sido apoyadas por la batuta de figuras tan relevantes como Adolfo Guzmán, Rodrigo Prats, Félix Guerrero, Vladimir Markovich, Roberto Valera y Gnadi Dimitriak.

No solo en Cuba ha sido alabada la pureza de su voz y la calidad interpretativa que la identifica. El público mexicano y colombiano conocen de su singularidad y elegancia. También ha recibido ovaciones en Polonia, Corea, España, Portugal y Ecuador.

Con su investigación acerca de la interpretación de la canción lírica cubana, alcanzó el grado de Doctor en Ciencias sobre Arte del Instituto Superior de Arte, tema que ella misma mantiene en la defensa de sus apropiaciones de páginas de Lecuona, Prats, Anckermann y otros destacados e imprescindibles autores de nuestros mejores catálogos.

El haber llevado una carrera sin estridencias le ha permitido conservar su peculiar timbre, que ahora mismo se alza dignamente en los conciertos que se unen a este festejo que llega a nuestras páginas.

Cio-Cio, de la ópera Madame Butterfly, de Giacomo Puccini
Cecilia Valdés, de Gonzalo Roig
Amalia Batista y Rosa la China, de Rodrigo Prats
María la O, de Ernesto Lecuona
La esclava, de José Mauri
Ecue-Yamba-O, de Roberto Sánchez Ferrer
La Verbena de la paloma, de Tomás Bretón
Los gavilanes, de Jacinto Guerrero
Luisa Fernanda, de Federico Moreno Torroba
La leyenda del beso y La del Soto del parral, de Soutullo y Juan Vert
La viuda alegre, de Franz Lehar
La del manojo de rosas, de Pablo Sorozábal
Giras Internacionales

Se ha presentado en la Unión Soviética en la Sala de Conciertos del Conservatorio Chaikovsky de Moscú, Universidad de Lomonosov. En el Festival Cervantino de Guanajuato, México. En el Palacio de Bellas Artes, del Distrito Federal de México

Innumerables son los reconocimientos acumulados por esta mujer que sigue entrando a la escena con el paso firme de quien se sabe dueña de lo que mejor hace.

Distinción por la Cultura Nacional,
Medalla Alejo Carpentier
Orden La Medalla José Tey
Diploma al Mérito Pedagógico
Réplica del machete del Generalísimo Máximo Gómez
Integran una larga relación estos y otros lauros. Alentando desde las partituras de Cecilia Valdés o Tosca, la Barrios ha permanecido ante un público fiel que ahora acude a renovar su admiración por ella.

Fue el umbral de una trayectoria que perdura hasta nuestros días, y ya como intérprete, profesora o amiga, María Eugenia puede convocar hoy a colegas y seguidores, que conocen la exquisitez de sus dotes y la reconocen como una diva sin ínfulas vanas.