Considerada una de las primeras escritoras de Cuba.
Nace en La Habana. Eran sus padres Don Joaquín de Santa Cruz y Cárdenas y María Teresa Montalvo y O´Farril, condes de Jaruco. Su infancia transcurre en Cuba.
A los 8 años, es internada en el Convento de Santa Clara, institución en la que es sometida a una educación rigurosa. A los doce años se traslada a Madrid (1802), donde entonces reside su madre. la cual ejerce como dama de honor de la reina doña María Luisa y que en la capital posee un salón por el que transitan notables políticos, escritores y artistas. La joven conoce personalmente en esa época, entre otros, a Moratín, Quintana y Goya.
La adaptación a los hábitos europeos, más estrictos que los de la colonia, y la buena educación recibida, la que se correspondía con su privilegiada clase social, comprende un serio estudio de la música y del canto.
La familia, radicada en España, tras la muerte del padre se acoge a la protección del tío paterno, general Gonzalo O´Farril y Herrera, quien mantenía buenas relaciones con el nuevo monarca, José Bonaparte, impuesto por Napoleón. Es en una tertulia cortesana donde abundaban los visitantes franceses, donde conoce al general francés, Antonio Cristóbal Merlín, al que pocos años antes (1809) se le había otorgado el título de Conde de Merlín, con quien contrae matrimonio en 1811, a la edad de 20 años. Los motivos de la boda, responden en gran medida a la política napoleónica de fomentar matrimonios entre la nobleza española y los oficiales del ejército de ocupación.
La derrota de los franceses en España obliga a los condes de Jaruco a trasladarse a París donde se había instaurado en el trono la dinastía Borbón, con Luis XVIII. En Francia la Condesa de Merlín convierte sus salones en centro de una importante tertulia, en la que participan importantes figuras de las artes, las letras y la vida política de la época, lo que incentiva aún más el interés de esta por la cultura más refinada.
A sus salones concurren personalidades como Rossini, Meyerbeer, Musset, Listz, Chopin, Balzac, Orfila, María Malibrán y George Sand entre otros. La Condesa de Merlín, además de tener fama en el canto, por su privilegiada voz, es escritora de éxito en lengua francesa. Entre sus escritos cabe destacar su autobiografía Mis primeros doce años (1831), relato de su niñez; la biografía, Historia de Sor Inés, que recoge la vida de una monja del Convento de Santa Clara de La Habana, y La historia de una mujer de mundo, editado en 1838 al mismo tiempo en París y Bruselas, e incluso traducido al inglés y al italiano, que constituye un relato de la breve y desventurada vida de su amiga y cantante española María García Malibrán.
Debe señalarse además, lo que podría considerarse como un relato de viaje, La Habana, detallada narración en forma epistolar de un viaje que efectúa en 1840 a Cuba.
Es autora también de otras obras de menor importancia como Lola y María, Les Lionnes de París (1845), Le Duc d’Athénes. Sus obras antes de su edición, esta solía publicar fragmentos en revistas. Su texto que hoy en día llama más la atención de la crítica literaria es Viaje a La Habana. El libro, en tres tomos, concluido ya a finales de 1842, se publica en francés en 1844 y en el mismo año, en una versión considerablemente reducida y con el título Viaje a La Habana, en Madrid, traducida al español. Es un relato de viaje en forma epistolar: 36 cartas (sólo 10 en la española), dirigidas a parientes, amigos, conocidos, artistas, hombres de ciencia y personajes influyentes.
Fallece en París, a los 63 años, el 31 de marzo de 1852. Su tumba se encuentra en el cementerio de esa ciudad.