Doctora en Medicina, Doctora en Ciencias Veterinarias, Investigadora Titular, Profesora Auxiliar UNAH, Especialista de primer y segundo grados en Microbiología. Presidenta del Consejo Científico del CENSA y del Tribunal Permanente de Salud Animal. Miembro del Consejo Científico de la UNAH y Miembro de Honor de la Sociedad Veterinaria para desastres de Cuba. Especialidad de trabajo: Microbiología.
Mujer enérgica y suave, capaz de afirmar que constituyó una familia que le da enormes satisfacciones, pero se reconoce en deuda con sus hijos, los cuáles les reclaman siempre un poco de más atención.
Nace en La Habana, Cuba, el 30 de marzo de 1947.
Describe su infancia y juventud de la siguiente manera: "Estudiar medicina era un sueño para quien como yo nació en una casa humilde, en la Habana Vieja, rodeada de privaciones, pero también de una madre y una abuela que supieron brindarme cariño, comprensión y donde me enseñaron que una vida honrada era la mejor de las virtudes”, refiere Lydia mientras deja correr sus recuerdos.
“Mi abuela, que había aprendido a leer y escribir sola, y tenía un gusto enorme por la lectura, me trasladó su interés por la lectura y el conocimiento, que sedimenté ya desde los primeros años en la escuela de barrio que cursé, y cuya directora ha sido para mí un personaje inolvidable”. Así, la casa y la escuela se cumplimentaron perfectamente para trasmitir inquietudes y aspiraciones que, una vez vencido el sexto grado, llevaron a Lydia a examinar para ingresar en el bachillerato.
“En mi familia no había ningún profesional. Mi mamá no pasó del 6to. grado y mi abuela era autodidacta. Me insistían, eso sí, en que yo debía estudiar para ser algo más en la vida. Y yo lo comprendí. Soy el resultado de esos buenos ejemplos y de la disciplina que me inculcaron, yo diría que a partes iguales, en la casa y en la escuela, y que mucho me ayudó. Ese fue el medio en que inicié mi formación”.
“Estudié medicina impelida por las circunstancias del país en la década del 60, y por eso mismo, cuando terminé la carrera y nos pidieron que pasáramos a investigar en el área de la veterinaria, ni siquiera me lo cuestioné. Cuando una se siente comprometida con ese requerimiento y quieres cumplir con lo que te piden, no lo dudas dos veces. Así fue como me hice médico e investigadora. Pero jamás pensé ser científica, a pesar de lo mucho que me gustaba leer y estudiar”.
Desde sus inicios Lydia trabajó en la rama de la bacteriología y participó en programas nacionales de lucha contra enfermedades como la Brucelosis bovina o la Icterohemoglubinuria bacilar bovina y otros, que la llevaron a hacer trabajo de campo por todo el país.
Su liderazgo y entrega la hicieron transitar por diversas tareas de dirección científica, desde la base, hasta ocupar el cargo de Directora General del CENSA cuando la Dra. Rosa E. Simeón Negrín pasó a ocupar otras responsabilidades.
Lydia fue fundadora y directora durante 27 años (desde 1985 hasta el 2012) del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (CENSA), colectivo con más de 400 trabajadores, el 60 % de ellos mujeres –que incluye investigadoras, profesionales, técnicas medias y obreras--desde donde trabajó intensamente para detectar o descartar enfermedades y plagas de especies animales y cultivos de interés económico. El CENSA fue el primer centro en el país que bajo su dirección alcanzó la categoría de investigación-docencia del Ministerio de Educación Superior, ella supo llevar al CENSA a los más altos peldaños de las ciencias agropecuarias del país, lo que convirtió a este centro en una institución líder en América.
Su superación sostenida hizo que obtuviera la condición de Especialista de 1er. y 2do. Grado en Microbiología por el Ministerio de Salud Pública (1978, 1983) y luego el de Investigadora Titular (1985), Maestro en Ciencias (1980), Dra. en Ciencias Veterinarias (1984) y Profesora Adjunta de la Universidad Agraria de la Habana.
Fue Miembro Titular de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) desde 1988 y Académica de Mérito desde el año 2000. A la ACC le brindó toda su experiencia, profesionalidad, entusiasmo y apoyo incondicional, tuvo una actividad destacada no solo en la Sección Agraria, de la que fue su vice-coordinadora, sino también en comisiones centrales permanentes y "ad hoc" con resultados excelentes y meritorios.
También fue Presidente del Tribunal Permanente de Grados Científicos para la Salud Animal desde 1989-2013 y miembro de la comisión nacional de grados, formadora de generaciones de jóvenes científicos, revolucionarios e integrales, transmisora de optimismo y consagración al trabajo aún en las circunstancias más difíciles.
Se destacó su participación como Miembro del Grupo de Expertos de la FAO para la Ética en la Alimentación y la Agricultura (2000-2002). En Cuba fue Miembro del Consejo Técnico Asesor del Ministerio de la Agricultura desde 1994.
Lydia fue miembro del Comité Académico del Programa curricular de Biotecnología Animal proyecto Cuba–Venezuela. Presidenta de la comisión de Educación Ciencia y Cultura de la Asamblea Nacional del poder Popular.
Participó en la fundación e implementación del centro de capacitación para la prevención de desastres veterinarios.
Fue miembro, durante un mandato, del Consejo de Estado de la República de Cuba y del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Fue diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular, Vicepresidente y Presidente de la Comisión Permanente para la Educación, la Cultura y las Ciencias del Parlamento cubano.
Trabajó como experta en numerosas Comisiones Nacionales del Ministerio de Educación Superior, Ministerio de la Agricultura y Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y de la Academia de Ciencias de Cuba. Por sus méritos representó a nuestro país en múltiples misiones científicas y políticas en el exterior.
Publicó más de 30 artículos y monografías y participó como ponente en numerosos eventos científicos nacionales e internacionales. Fue miembro del colectivo de autores de libro Fidel por siempre en la Ganadería Cubana.
Recibió numerosos reconocimientos y distinciones nacionales por su quehacer científico y social, entre ellas las Ordenes Carlos J. Finlay, la orden Ana Betancourt y Medalla José Tey (2002 y 2004). En 2008, fue nombrada Presidenta de Honor de la Sociedad de Microbiología del Consejo Científico Veterinario de Cuba.
Estuvo al frente de complejos e importantes investigaciones y servicios científico-técnicos para el país, que permitieron el diagnóstico y prevención de plagas y enfermedades devastadoras en la agricultura cubana. Fue motor impulsor del desarrollo de la ReDesastres para la prevención y enfrentamiento de emergencias sanitarias.
La DraC. Lydia Tablada falleció el 27 de septiembre de 2019 luego de casi cuatro meses de luchar contra un cáncer cerebral.