Leopoldo Ulloa, uno de los compositores más grabados y cantados de Cuba.
El autor de En el balcón aquel, Es mi súplica de amor, Como nave sin rumbo, Moriré de amor y Por unos ojos morunos, entre otros boleros, popularizados por Celio González, Tejedor y Luis, Lino Borges con el Conjunto Saratoga y otros intérpretes, empezó a componer cuando tenía 20 años y trabajaba en un comercio habanero. Sus primeras obras fueron guarachas como Sube la palma real y Mateo, hasta adentrarse en el bolero.
La EGREM le grabó el disco Leopoldo Ulloa: Canto a mi propia vida; y en 1998 el Festival Internacional Boleros de Oro le rindió homenaje.
Cuando tenía apenas ocho años de edad, su familia lo llevó a Catalina de Güines –el famoso pueblo de las butifarras del Congo-, y en esa localidad habanera lo consideraban como Hijo Adoptivo.
A Leopoldo siempre se le encontraba donde se hablaba de boleros y de cantaran sus canciones o las de sus colegas. Iba a las emisoras a luchar porque sus canciones no dejaran de programarse.
"Yo comencé a componer contaba con un tema llamado Amor entristecido, cantado por el dúo de Aida con Walfrido Guevara y también por Clara y Mario.
"Después otra canción titulada María la cocinera fue interpretada por Celia Cruz. Pero la canción que me sitúa en la cúspide se llama En el balcón aquel, de 1958, cantada por el fenómeno de Celio González, al que parecía salírsele el alma cuando la interpretaba:
"Recuerdas tú
aquella tarde gris,
en el balcón aquel
donde te conocí.
Yo te miré
y en un beso febril
que nos dimos tú y yo
sellamos nuestro amor".
Después de Celio con la Sonora Matancera, la grabaron José Tejedor, Gina León, Roberto Sánchez y Benitico Llanes.
"Tejedor se interesó mucho por mis composiciones y me colocó en su gran momento: Si pudiera tenerte –1959- Pasión sin freno –1960- Como nave sin rumbo –1961- y Saber de ti –1962-. En la radio y las victrolas no dejaban de escucharse esos bolerones que estaban en el hit parade".
Después de Tejedor vino aquel guajiro de Batabanó que acabo con las pepillas: Lino Borges, tímido, pero con una voz de oro: Canto a mi propia vida y Moriré de amor:
"Ay, prenda querida,
qué dolor es vivir sin verte,
no tendría que pensar en morir
para ser feliz".
Me acuerdo que ese disco Moriré de amor fue de los mas vendidos de aquellos tiempos, pues nadie deja de comprar ese single que acabó con los enamorados, especialmente de la zona del campo de La Habana. Boleros espumosos, de bares y cantinas, de los que saben a humo y alcohol. Pero que También apreciaban la gente muy fina y recatada.
"Un poquito mas adelante llegó el cantante Frank Fernández con aquel bolerito Me equivoqué, de 1965, y casi al mismo tiempo Por unos ojos morunos, grabado por Roberto Sánchez y el bejucaleño Néstor del Castillo. Y te acuerdas de Wilfredo Mendi con aquello de Regálame un recuerdo y A mi madre querida. Posteriormente Manolo del Valle hizo renacer En el balcón aquel, que se vuelve a poner de moda".
No podemos olvidar la voz de Antonio Machín, quien incluyó varios temas de Leopoldo Ulloa. El emisario de esas canciones fue Chany Chelasy, sobrecargo de Cubana de Aviación y compositor, desaparecido en el sabotaje contra el avión de Barbados. Chany confesó en un programa de TV, junto a Moraima, que le llevó a Machín las canciones de Ulloa y rápidamente se las grabo en un LD.
Leopoldo contaba que para él "fue para una sorpresa tan inolvidable que nunca lo imaginé, ese fue uno de mis grandes éxitos, Machín era el rey de la música cubana en Europa".
OBRAS
Boleros
Adiós me dices ya.
Amor entristecido.
Canción a mi madre querida.
Canto a mi propia vida.
Como nave sin rumbo.
Cuánta gente.
Destino marcado.
En el balcón aquel.
Es triste decir adiós.
Llegaste, llegaste.
Me equivoqué.
Mi súplica.
Moriré de amor.
No extraño tu amor.
Pasión sin freno.
Perdido en la multitud.
Por unos ojos morunos.
Qué ganas con herirme.
Señor don bolero.
Si pudiera verte.
Te me alejas.
Tú sí me comprendes.
Una flor simbólica.
Bolero-Mambo
Volverás a mi lado.
Guaguancó
Rico guaguancó.
Guaracha
María la cocinera.
Sube la palma real.
Son
Amarra el lechón y vamos
Son de Mateo.
Intérpretes de su obra
Los principales intérpretes de su obra han sido, entre otros, dúo Guevara-Fulleda (Walfrido Guevara y Santiago Fulleda), Bienvenido Granda, Lino Borges, Antonio Machín, Celia Cruz, Celio González, José Tejedor, Moraima Secada, Gina León, Clara y Mario, Roberto Sánchez, y agrupaciones como la Sonora Matancera, Saratoga y Rumbavana. Diferentes compañías disqueras han grabado la obra de Ulloa.
Fue sepultado en Catalina de Güines, donde vivió desde los ocho años de edad. Falleció a consecuencia de las lesiones recibidas en un accidente de tránsito