Nació en La Habana, Cuba. Es escritor y teatrista. Fue actor por vocación y escritor por inspiración. Dramaturgo, novelista, actor, director de teatro y profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh. Obtuvo el Premio ICRA en la Cuban Heritage Collection de la Universidad de Miami
Típicamente, su madre no quería que fuera actor. Su hijo tendría que ser abogado. Pero típicamente también, el hijo complació a la madre, estudió Leyes, y luego se dedicó a actuar. Gracias a eso conoció muy tempranamente a Virgilio Piñera, el gran dramaturgo cubano, a través de Mercedes González, profesora del Instituto de la Víbora que muchos disfrutamos en aquella institución como directora del grupo de teatro. Lo demás fue quedándole de maravilla a Julio Matas, quien se reconoce como uno de los dramaturgos cubanos más importantes de estas últimas décadas.
Cursó estudios de Derecho en la Universidad de la Habana y literarios en la de Harvard, mostrando siempre una total indiferencia ante la posibilidad de ejercer su Doctorado en Leyes.
Desde 1948, año en que ingresó en el Seminario de Artes Dramáticas de la Universidad de la Habana, se dedicó al teatro en calidad de actor, primero, y director más tarde.
Se gradúa en el Seminario de Artes Dramáticas del Teatro Universitario (1948) y obtiene un Master en Artes Dramáticas en la prestigiosa universidad estadounidense de Harvard (1960).
Comienza su carrera artística en su etapa estudiantil como aficionado. Integra un cuadro de artes dramáticas en el Instituto de la Víbora, La Habana y en el Teatro Universitario (1948).
En la década de los 1950, Matas se encontraba con sus amigos en Nuestro Tiempo, una sociedad cultural, donde exhibían Wifredo Lam, Fidelio Ponce, Agustín Fernández y muchos más, y celebraban conferencias y películas, aunque no se proclamaba el secreto de que estaba inspirada por los comunistas hasta después del año 59. En 1954 dirigió Medea, de Eurípides, y en 1956 La soprano calva, de Ionesco. “Yo me lanzaba, tenía 23 años”, se asombra. Entonces Virgilio Piñera regresó de la Argentina donde había estado unos años y reanudaron la amistad, al tiempo que se fundaba la revista Ciclón, que financiaba José Rodríguez Feo.
Funda la agrupación «Arena» (1954), donde da a conocer en Cuba las obras de E. Ionesco: La soprano calva y La lección. Dirige además obras de T. Williams, V. Piñera y A. Arrufat y en algunas de ellas interviene como actor.
Trabajó por esos años previos al ICAIC con Tomás Gutiérrez Alea, Ramón Suárez y Néstor Almendros en cortos fílmicos. “Hicimos una versión de un cuento de Kafka que se llamaba Una confusión cotidiana”, recuerda. “Eran dos individuos que habían concertado una cita de negocios y nunca se producía el encuentro. Otra cosa que hice fue un monólogo de Hamlet, que me iba leyendo Natividad González Freyre, y yo lo trasmitía, sin hablar, con la mirada, pero todo el mundo pensaba que era muy aburrido”.
Colaboró en la dirección de actores del filme cubano Las doce sillas (d. T. Gutiérrez Alea, 1961) y trabajó como director en la agrupación Teatro Estudio: El perro del hortelano, de Lope de Verga (1964).
Para el teatro lírico trabajó como jefe de escena en la temporada popular de ópera del teatro Auditórium (Fausto, 1961) y de opereta en el García Lorca (La viuda alegre, 1962).
Uno de los puntos culminantes en la vida de Matas fue el haber sido escogido en 1963 para desempeñar el papel de Oscar de Aire frío, el alter ego de Piñera, que fue filmada en video. “La idea que teníamos todos cuando se estaba ensayando la obra era que la gente se iba a ir, porque era demasiado larga, y aquello fue un éxito tan grande que estábamos asombrados; el público reía y lloraba. Me sentí realizado”. Pero fue imposible seguir resistiendo. Cuando regresó de Estados Unidos a principios de la Revolución le habían dado un puesto de director en el Teatro Nacional y se le ocurrió presentar una obra de Thornton Wilder llamada Our Town (Nuestro pueblo), la gente protestó porque era una obra norteamericana. La directora del Teatro Nacional, Isabel Monal, había sido escogida por méritos revolucionarios y no lo respaldó.
Miembro fundador del Teatro Lírico Nacional de Cuba, dirige el movimiento escénico en la puesta de Luisa Fernanda, firmada por Miguel de Grandy (1963), trabajo por el que recibe elogiosas críticas. También dirigió para el grupo Euterpe las óperas Rita e Il tabarro, en 1962.
Como escritor cultivó el teatro, la poesía y la narrativa. Julio Matas muró hace años en el extranjero.
Ha publicado un libro de poesía, “Retrato de tiempo” (1958), una colección de relatos, “Catálogo de imprevistos” (1962) y una pieza en tres actos, “La crónica y el suceso” (1964).
Tiene inéditos un libro de poemas, “Cómo salir del laberinto”, y otro de teatro que incluye varias piezas. “Normandía” forma parte de un volumen de relatos suyos, “Erinia”, que publicará próximamente.
Matías Montes Huidobro lo ha clasificado como “de la vanguardia intelectual de fines de los cincuenta”, que procedía “del teatro del absurdo y de la crueldad”, junto con Antón Arrufat. Escribió además poesía, cuentos, novela y ensayo, e incontables artículos académicos como catedrático de la Universidad de Pittsburgh, donde ejerció por 25 años.
Al salir por España les escribió a sus antiguos profesores de Harvard, Raimundo Lida y Stephen Gilman, una carta muy alarmante, “que estaba caminando por la cuerda floja”, y lo recomendaron inmediatamente a una cátedra en la Universidad de Pittsburgh, desde donde escribió a través de los años una serie de obras dramáticas que se reúnen mayormente en El rapto de La Habana (2002) y, finalmente una novela, aquí en Miami, Entre dos luces (2003), que confiesa será la única, porque es demasiado laborioso. Para él los géneros literarios, sobre los que ha escrito el libro de ensayos La cuestión del género literario (1979), dependen de lo que se quiera decir, porque “la literatura es un medio de comunicación de lo esencial, que funciona en distintos niveles: como un acto emocional emotivo, como un acto intelectual y al mismo tiempo como obra de arte”.
En 1965 salió de Cuba como emigrante. Tras un tiempo en España, viajó a Estados Unidos. Aquí se estableció en Pittsburgh, en cuya Universidad inició su labor docente hasta llegar a ser profesor del Departamento de Lengua y Literaturas Hispánicas.
Entre 1968 y 1974 desempeñó el cargo de Secretario-tesorero del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana y de su Revista Iberoamericana.
En 1970 se doctoró en la Universidad de Harvard. Ha formado parte del consejo consultivo del grupo New Theatre (Miami) y del comité editorial de revistas de creación y crítica literaria como Consenso, América Latina, Italia, Caribe, Estudios Cubanos.
Textos suyos han sido incluidos en publicaciones editadas en Estados Unidos como Latin American Literary Review (donde en 1977 se publicó su pieza Penélope Inside, Out, Dramaturgos, El Nuevo Herald, Mundus Artium, Exilio, Alacrán Azul, Punto de Vista, Linden Lane Magazine, entre otras, así como en los volúmenes Revolutionary Change in Cuba (Estados Unidos, 1976), Guillermo Cabrera Infante (España, 1974), La última poesía cubana (España, 1973). Prologó Persona, vida y máscara en el teatro cubano (Estados Unidos, 1973) de M. Montes Huidobro y fue coeditor de Selected Latin American One-act Plays (Estados Unidos, 1973), donde se incluyó su pieza Juego de damas, escenificada por aficionados y profesionales.
En 1992 el grupo Teatro Avante estrenó su obra El extravío en el VII Festival de Teatro de Miami y Diálogo del Poeta y el Suremo Lider apareció en Cuban Theatre in the United States: A Critical Anthology (Estados Unidos).
Pero Matas pasará a la historia por su magnífico teatro escrito mucho del cual también se ha puesto en escena: Juego de damas, La crónica y el suceso, Aquí cruza el ciervo y El extravío. Ha publicado además sus obras dramáticas, como el libro El rapto de La Habana, que reúne ocho de ellas. Es autor de la novela Entre dos luces y de numerosos ensayos críticos. Su vida ha estado dedicada al amor por la palabra y el arte.
Hace años adquirió la ciudadanía norteamericana. Sus obras han sido estrenadas en Estados Unidos, Costa Rica, Venezuela y Brasil.