José Castelar nació en una familia humilde en el poblado de Rancho Veloz, asistió a la escuela pública de su pueblo y siendo aún niño aprende el oficio de tabaquero en los pequeños chinchales (pequeñas fábricas) existentes en el mismo. Cueto es empleado de la tienda La Triada, de la empresa Caracol en La Habana y lleva más de 50 años en la fabricación de tabacos.
Como muchos hijos de pueblos pequeños se traslada a La Habana, y trabaja en el oficio aprendido en su niñez, además se incorpora a diferentes tareas que la Revolución le asigna y que acomete como joven comprometido con su tiempo.
Fundador del Campismo Popular dirige la Base de Puerto Escondido y se desempeña luego como trabajador en la Dirección Provincial de Campismo.
Regresa a sus orígenes laborales y comienza un proceso de experimentación y creación, para Cueto la tabaquería es un arte y sus puros son muy codiciados, en esto influye el auge turístico que se está dando en el país y así se da a la tarea de confeccionar un gran tabaco, de manera que ha confeccionado tabacos que se han hecho famosos en el mundo entero al alcanzar los Records Guinness. El primero lo alcanzó en 2001 con un tabaco de 11,4 metros de longitud; en el 2003 el segundo, con un habano de 14,86 m de largo; el tercero en el año 2005, con un puro de 20,41 m y el cuarto en 2008 con un ejemplar de 45,38 m todos certificados por la prestigiosa casa londoniense.
La experiencia de Cueto ha reforzado el prestigio de los puros cubanos. Este hombre sencillo y fraterno vinculado esta vez al ámbito turístico considera dichos premios como un gran honor, y se siente feliz por haber hecho posible que permanezca en Cuba el registro del habano mas largo del mundo.
Cueto realiza su trabajo manualmente y emplea hojas de vegas pinareñas y mezclando la materia prima como cuando hace un tabaco convencional. Sus gigantescos puros poseen igual calidad que los tradicionales.
José Cautelar Cairo labora en el Complejo de Museos historico militares Morro Cabaña, va en nombre de Cuba a prestigiosas Ferias en diversos confines del mundo.
Mantiene un largo matrimonio con una prestigiosa tabaquera, padre y abuelo no olvida a su pueblo y siempre que sus ocupaciones se lo permiten sus viejos padres y hermanos reciben su visita, motivo también de alegría para sus amigos y coterráneos. La generosidad de Cueto se hace perceptible en hospitales e instituciones sociales.