Javier Méndez

Javier Méndez
Javi
Nacimiento:  
22
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4
/
1964

Pelotero cubano, integrante del equipo de Industriales. Considerado uno de los atletas más caballerosos del movimiento deportivo cubano.

Debutó en las Series Nacionales vistiendo el uniforme marcado con el número 15 de los Metropolitanos, hasta que en 1985 comienza a jugar con el equipo capitalino Industriales con el número 17. Estuvo en 22 Series Nacionales de Béisbol, en las que acumuló resultados y méritos como deportista. Superó la cifra de 2.000 hits en series nacionales. Ostenta el título de Campeón de Bateo, en 1987, y Mejor Jardinero Central. Tras su retiro como atleta comienza a desempeñarse como entrenador y miembro de la Comisión Nacional de Béisbol.

Nació en Santa Fe, municipio Playa un 22 de abril de 1964. Se inició en el deporte con la práctica del fútbol, que era su deporte preferido, aunque jugaba a las cuatro esquinas y al flojo, como casi todos los niños cubanos. A la edad de siete años su primer entrenador Gerardo Hernández lo condujo al terreno del “Jorge Sánchez” del propio Santa Fe con la mirada larga de convertirse en una estrella de la pelota cubana.

Hijo de un chofer y una ama de casa, que nada tenían que ver con el béisbol, como no sea ese bichito que todos los cubanos llevan por dentro y que los hace amar apasionadamente este deporte, que en Cuba estremece multitudes.

En su época del Pre, participó en Torneos provinciales del deporte de las multitudes, pero jamás lo seleccionaban para la Nacional.

Por un rasponazo futbolístico determinó cambiar el balón y los tacos por la pelota, el guante y el bate, aunque las lesiones siguieron siendo sus eternas acompañantes.

Integra la selección nacional juvenil que participó en el Campeonato Mundial de la categoría celebrado en el año 1983 en Venezuela, y donde fue a su vez elegido como uno de los jugadores del todos estrellas del torneo junto a otros dos cubanos que más tarde fuesen así de estelares, Antonio Pacheco y Armando Ferreiro. Ese mismo año debuta con el equipo de Metropolitanos en la que El Javi jugaría por tres temporadas teniendo destacadas actuaciones, vistiendo el uniforme marcado con el número 15 de los Metropolitanos, hasta que en 1985 logra uno de sus más preciados sueños que era el de vestir la chaqueta azul de los Industriales que lo catapultaría como uno de sus pilares en la victoria de dicha temporada.

Javier como tercer bate, estableció promedio de 328 con más de dos mil hits y 296 jonrones conectados, de estos 19 en el último campeonato en que participó, más que en ninguna otra ocasión anterior.

En 1986 quedaría líder de los bateadores con un astronómico promedio de 408, producto de 53 sencillos en 130 oportunidades.

El inicio de los noventa marcó una nueva etapa en la carrera deportiva del número 17, pues integraría por primera vez una selección de mayores al campeonato del mundo celebrado en Canadá año 1990. Ese resultado fue beneficio de un excelente desempeño durante la campaña nacional y la Serie Selectiva en la que fue tercero de promedio ofensivo y aportaría para la causa del titulo de La Habana que a su vez impuso record de juegos ganados para una Selectiva bajo el mando de Servio Borges.

La década del noventa transcurrió para Javier con inolvidables momentos como por ejemplo el 462 de average en la Segunda Copa Revolución, 43 imparables en 93 turnos oficiales.

Además, desde 1997 y hasta el 2005, Javier Méndez ostentó el record de bateo en la pelota cubana de todos los tiempos.

El Javi deja para los libros las marcas nacionales de 381 dobles, y la de 92 carreras impulsadas para torneos de 90 juegos, todo ello también en el campeonato de su despedida. Y como si fuera poco, logró otro de sus anhelos: coronarse Campeón por cuarta vez como integrante del equipo Industriales.

En cinco ocasiones: 1989, 1990, 1998, 1999 y en el 2000, formó el Equipo Cuba, y si no lo integró más veces, fue debido a las lesiones que lo han perseguido durante su larga carrera deportiva, que comenzó desde niño como jugador de fútbol, cuando era medio campista junto a otro cubano famoso, Isaac Delgado, El Chévere de la Salsa, quien según El Javi "es un monstruo como cantante y era muy bueno en el deporte, además de ser un magnífico amigo".

El momento más importante de su vida deportiva fue en la Serie Nacional, cuando implantó varios récords y se coronó campeón por cuarta ocasión. También posee el récord nacional absoluto de bateo para un torneo en la pelota cubana en todos los tiempos, con sus 462 de promedio, implantado en 1997, durante la Copa Revolución.

Su mayor felicidad se produce el inicio del siglo XXI cuando primeramente es elegido entre Los mejores 100 atletas cubanos de todos los tiempos, y luego ocuparía un puesto en el equipo Cuba que se llevo el segundo lugar en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.

Agustín Marquetti fue siempre su ídolo, por ello en una ocasión exclamó: "cuando logré jugar junto a él aquello fue inolvidable, verme en el mismo terreno con ese pelotero a quien tanto admiraba, y que a partir de ese instante se convirtió en mi principal formador como bateador, ayudándome muchísimo en el sistema de bateo, en la paciencia, ecuanimidad y tranquilidad a la hora de batear, esa acción que yo personalmente disfruto al máximo".

Decidió la hora exacta de su retiro, porque sabía que el relevo estaba ya garantizado para mantener a Industriales en la cima y al Equipo Cuba entre los mejores del mundo en el béisbol.

Su retiro fue de los mejores que un pelotero haya tenido, pues sería el jugador más valioso de la serie. Líder en carreras impulsadas con record en ese momento de 92, así como 19 jonrones y 327 de promedio ofensivo que le dio el boleto de igual a formar el equipo Cuba que participó en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003.

Se despidió por todo lo alto de sus millones de admiradores en todo el país, y dejar en ellos el grato recuerdo de su entrega, disciplina, pasión y competitividad. El jardinero central e izquierdo de los equipos Industriales y Cuba decidió su retiro del deporte activo, para continuar sus estudios y añadir otros diplomas de idiomas y computación a su pergamino de Licenciado en Cultura Física y Deportes, aunque está dispuesto a entrenar o dirigir equipos en el béisbol cubano o de otros países, que suscriban los convenios de colaboración deportiva que Cuba ofrece a naciones de Europa, Asia, África y América Latina y el Caribe.

Javier fue el 17 azul, número que le gusta y al parecer lo persigue, pues vivió en la calle 17 de El Vedado, ahora vive en Playa, en una casa marcada con cuatro dígitos que empiezan con 17, entre las calles 17 A y 17 B, y Javierito, su hijo de preescolar, por poco nace un 17 de diciembre, pero el parto de Albita se adelantó por dos horas.

Su primer hit se lo dio al lanzador espirituano Roberto Caña Ramos. Su hit número mil fue precisamente un jonrón que se lo conectaba al cienfueguero Bárbaro Arruebarruena. Su hit 2000 también fue conectado en el Estadio Cristóbal Labra de la Isla.