Director de teatro.
Graduado de actuación en la Escuela Nacional de Teatro. Su primer trabajo profesional lo desarrolla como instructor voluntario en el Ejército Juvenil del Trabajo, y crea varios grupos de teatro aficionados, con los que obtiene resultados destacados en los Festivales del Movimiento de Artistas Aficionados.
Integra en la década del 70 el equipo de trabajo del Grupo de Desarrollo de Comunidades en el Plan Genético al este de La Habana, así como en cooperativas agrícolas de Madruga, contribuyendo al desarrollo integral de ese territorio en 10 comunidades de nueva construcción.
Pasa al Fondo de Bienes Culturales creando allí el Grupo Plaza Vieja y trabajando para las Ferias Internacionales de Artesanía en tres barrios, con extraordinario éxito La Guinera, Cayo Hueso y el Romerillo; y de aquí al Teatro Nacional de Cuba.
Su labor en el extranjero se enriquece al llevar sus experiencias cubanas en la creación de grupos teatrales con sectores marginales y con diversas problemáticas sociales, además de impartir clases, talleres y conferencias sobre el manejo de la voz, en: México, Colombia, Venezuela, Costa Rica, Panamá, Puerto Rico y República Dominicana.
Bajo los auspicios de la Oficina Regional de la UNESCO para América Latina y el Caribe realizó el proyecto de Las Pastorelas de La Habana y de la Institución Cultural La Barraca en la atención a comunidades con diversos problemas como Cruz de Piedra y Santa Cruz del Norte.
Vanguardia Nacional del SNTC en reiteradas ocasiones, ostenta la Orden por la Cultura Nacional, y la Orden Raúl Gómez García, es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.
Recientes experiencias de trabajo teatral comunitario demuestran su vinculación, sensibilidad humana y artística para contribuir al enriquecimiento humano de los que le rodean y los barrios con los que ha interactuado --en el plano nacional e internacional-- en el intenso quehacer comunitario que caracteriza su condición de actor y director teatral, en función de contribuir a la vida espiritual de la población.
Llamas es reconocido por sus magistrales direcciones en obras perdurables como Andoba, Santa Camila de la Habana Vieja, Réquiem por Yarini, Madre Coraje y muchas más, una labor docente que le ha hecho merecedor de 18 premios nacionales y numerosos internacionales.
Labor artística en Panamá
Un grupo de maestros panameños de la provincia de Darién tuvo una experiencia única en su labor gracias a la iniciativa de Huberto Llamas, quien ha logró unir la labor docente a las artes escénicas. Durante varios meses, un equipo de especialistas cubanos al mando de Llamas recorrió ocho provincias de Panamá y capacitó a mil 400 docentes en lo que él llama el arte de la expresión corporal, para convertirlos en promotores culturales e instructores de arte.
Se logró con este proyecto que los alumnos que no habían tenido relación con el arte la establezcan pues se ha llevó a los rincones más apartados.
Otra parte de su trabajo en Panamá es lo relacionado con el arte escénico en la vertiente de la preparación de líderes de opinión, no solamente aquí, sino también en México, en Colombia, y en otros países.
También trabaja la historia de América Latina, incluidos los grandes descubrimientos, los libertadores como Bolívar, Martí, Sucre y tantos más, para que los estudiantes conozcan sus raíces.