Gloria del deporte cubano, atleta retirado de la esgrima y actual entrenador de las nuevas generaciones de tiradores.
En el año 1974 comienza sus estudios primarios en la escuela # 47 Manuel Ascunce Domenech de su natal Santiago de Cuba.
Ferviente enamorado de ese deporte desde que apreció los primeros combates, y decidido a abrazarlo cuando a finales de la década de 1970 fue declarado entre los atletas de perspectiva inmediata en la EIDE “Capitán Orestes Acosta” de la Ciudad Héroe.
Fue dos veces campeón mundial universitario, titular centroamericano, licenciado en Cultura Física y condecorado en 1988 con la Medalla del Honor Deportivo.
Se acercó a la esgrima a los 11 años, por mediación de un amigo que la practicaba. Se realizó una convocatoria en el CVD “Antonio Maceo” y asistieron varios niños, pero solo iban a escoger 11, y terminó en el cuarto lugar después de unas pruebas técnicas. Eso le abrió las puertas de la Escuela de Iniciación Deportiva EIDE, donde finalmente se decidió por el florete, que es el arma base de la esgrima, además de la más difícil y la más técnica.
Era muy pequeño, de edad y de estatura, muchos no confiaban en él, pero dos años después ya era campeón en los Juegos Escolares Nacionales. Transcurrió el tiempo, y en la década de 1980 se convirtió en campeón nacional juvenil en dos ocasiones, y como miembro del equipo nacional de esa categoría fue bronce en el Campeonato Panamericano celebrado en México en 1987, ya como miembro del equipo nacional.
Ese año fue a un torneo de 110 participantes, a finales del año 1987, donde estaban las principales potencias de este deporte, Rusia, Alemania Democrática, Alemania Federal, Rumania, Polonia, y ganó en la ciudad de Postdam, donde salió invicto en todos los combates. Ya en el ’88 hace el equipo para los Juegos Olímpicos de Seúl, aunque no asistieron, y también por esa época estuvo en el Campeonato Mundial de Lyon, donde obtuvieron el quinto lugar por equipos. En los Juegos Centroamericanos de México 1990 se coronó campeón, y en 1991 ganós el Campeonato Mundial de Budapest.
Decidió retirarse del deporte activo en el año 2002 a los 36 años pues ya no tenía los mismos reflejos y lo mejor para un atleta es retirarse con la gloria en alto.
Del 2005 hasta el 2007, trabajó como entrenador en Venezuela y tuvo resultados relevantes a nivel de país, incluso el equipo masculino obtuvo el bronce y el femenino el cuarto lugar, todo esto en el estado de Yaracuy.
De regreso al país se trasladó a la sala polivalente Alejandro Urgellés, de Santiago de Cuba, y ha trabajado en la EIDE. En el 2010 estuvo como entrenador en el Campeonato Mundial de Azerbaiyán, donde logró clasificar a Redis Prades Rosabal, único atleta que llevó Cuba a los Juegos Olímpicos de la Juventud efectuados en Singapur, y obtuvos el lugar 11. De hecho, ese año por sus resultados en otras competencias internacionales fue seleccionado como el mejor entrenador de florete del país.
Actualmente tiene un proyecto con niñosí en Santiago de Cuba, para detectar el talento en la esgrima, disciplina que siempre ha tenido buenos resultados en la provincia.