Nació en Camagüey, Cuba. Inició sus estudios sacerdotales en el Semninario de San Basilio Magno, El Cobre, Oriente. Mas tarde fue enviado por el arzobispo de Santiago de Cuba, Mons. Enrique Pérez Serantes, a estudiar en la Pontificia Universidad de Comillas, España. Alli obtuvo la licenciatura en filosofía y teología.
Fue ordenado el 13 de abril de 1952, por Mons. Enrique Pérez Serantes, arzobispo de Santiago de Cuba, en la catedral de Camagüey. En la diócesis de Camagüey fue párroco de Santa Cruz del Sur, 1952-1961; director de programas de televisión, asesor de movimientos apostólicos; después del triunfo de la revolución en 1959, fue uno de los primeros sacerdotes que se dió cuenta de la orientación marxista-leninista de la misma; asesoró al grupo de laicos interesados en fundar el Movimiento Demócrata Cristiano dentro de los cauces legales; párroco de Santa Ana, en la ciudad de Camagüey, en abril de 1961.
Después del fracaso de la invasión de Playa Girón, fue expulsado de Camagüey junto con numerosos miembros del clero, y se refugió en La Habana junto a Mons. Eduardo Boza Masvidal, obispo titular de Vinda y auxiliar de esa archidiócesis.
En septiembre de 1961 fue desterrado a España en el vapor Covadonga juntamente con Mons. Boza y mas de 150 sacerdotes. Fue a Roma y con Mons. Boza y el P. Agnelio Blanco se entrevistó con el Papa Juan XXIII.
En esa ciudad y con la ayuda del P. Calogero Gliozzo, S.J., antiguo provincial, director de la revista Civiltà Cattolica y del Instituto de Sociología Pastoral, cursó estudios en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino en donde obtuvo el doctorado en Ciencias Sociales.
En 1965 el encargado de negocios, a.i., del Vaticano en Cuba, Mons. Cesare Zacchi, logró que el P. Oves regresara a Cuba. El obispo de Camagüey, Mons. Adolfo Rodríguez Herrera, se opuso a su regreso. Fue profesor del Seminario de San Carlos y San Ambrosio de La Habana y ejerció su ministerio sacerdotal en distintas ocasiones de la diócesis camagüeyana.
Fue elegido obispo titular de Montecorvino y nombrado auxiliar de Cienfuegos por el Papa Pablo VI el 25 de abril de 1969. Fue consagrado en la catedral de Cienfuegos el 16 de julio de ese mismo año por Mons. Cesare Zacchi, obispo titular de Zella, encargado de negocios de la Santa Sede en Cuba, asistido por Mons. Alfredo Muller y San Martmn, obispo de Cienfuegos y por Mons. Adolfo Rodríguez Herrera, obispo de Camagüey. Al dia siguiente, concelebró con todos los obispos en Santa Clara.
Fue promovido al arzobispado de La Habana el 26 de enero de 1970, sucediendo a Mons. Evelio Díaz Cía. Enfermo de los nervios, fue llevado a Roma a comienzos de 1980.
El papa designó administrador apostólico, sede plena, de La Habana a Mons. Pedro Meurice Estiu, el 20 de febrero de 1980. Renunció al gobierno pastoral de la archidiócesis habanera el 28 de marzo de 1981. Fue sucedido por Mons. Jaime Lucas Ortega y Alamino, hasta entonces obispo de Pinar del Río.
En 1982 fue a residir a El Paso, Texas, Estados Unidos y alli fue vicario general para los hispanos y párroco de la iglesia del Santo Niño de Atocha.
Murió el martes 4 de diciembre de 1990, de un ataque al corazón, en El Paso, Texas, Estados Unidos. Su cadáver fue trasladado a Miami, Florida, y expuesto en la Ermita de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre el domingo 8 de diciembre por la tarde. Los funerales tuvieron lugar en la catedral de St. Mary el lunes 9 alas 12:30 p.m. La misa fue concelebrada por Mons. Jaime Lucas Ortega Alamino, arzobispo de La Habana, sucesor de Mons. Oves, quien viajó desde Cuba para asistir a los funerales, Mons. Agustín Román, obispo auxiliar de Miami, Mons. Enrique San Pedro, S.J., obispo auxiliar de Galveston-Houston, Mons. Roberto Octavio González, O.F.M., obispo titular de Ursona, auxiliar de Boston, y 44 sacerdotes, en su mayoría cubanos residentes fuera de la isla. Fue sepultado en el cementerio Our Lady of Mercy, Miami, en el area reservada para los sacerdotes y obispos. Otro solemne funeral se celebró en la catedral habanera el jueves 13 de diciembre a las 8:30 p.m., presidido por el arzobispo Ortega.
Después de un largo deseo de poder trasladar los restos de Mons. Oves a la Arquidiócesis en la cual fue pastor, sus cenizas se trasladan de Miami para ser colocadas junto a las de otros obispos que descansan en la Catedral de La Habana en Julio de 2012