Desde niño comenzó a tocar piano sin conocer una sola nota musical, guiado por su oído prodigioso. Joven, tocaba ya el piano en una orquesta típica cubana, aprendiendo música por el sistema Braille, bajo el magisterio del doctor Julio Azanza.
Nació en La Habana, y desde entonces sus ojos sufrieron graves daños, al ser asistido su parto con fórceps. Apenas cinco años después su madre murió y su padre emigró a EEUU, dejando al niño al cuidado de sus tíos.
A los 13 años, ganó un concurso amateur y comenzó su carrera profesional como pianista en una orquesta de danzón, el ritmo tradicional guajiro (campesino), precedente inmediato en las salas del mambo y del cha-cha-cha. Por entonces, Frank se había quedado completamente ciego.
Conoce a Martha su esposa y madre de su hijo Jess Andrés, en las veladas que se producían con los jóvenes del Feeling, ella al verlo quedó completamente enamorado de él. Estuvieron cinco años noviando a pesar de la negativa del padre de Martha por motivos de raza, pues ella era de raza negra y Emilio de raza blanca. Esta relación fructificó y se casaron el 30 de mayo de 1954.
A mediados de la febril década de los años 40, Frank, una vez terminados sus estudios en la Asociación Cubana para Músicos Invidentes, creó su propia orquesta, Loquibambia. Flynn fue por entonces un primigenio creador del género filin, mezcla híbrida e imaginativa entre el jazz estadounidense y el bolero cubano. Pero los tiempos eran difíciles para los músicos, y Frank hubo de sobrevivir por aquel entonces vendiendo puros en las calles.
Integrado en las filas del Club Cubano de Jazz, ofrece su arte de manera gratuita en jam sessions improvisadas que pronto recibieron el más castizo nombre de descargas.
Estudiaba sin cesar, y la música clásica era una de sus máximas atracciones. Al tiempo que exploraba las posibilidades del jazz latino, investigaba en las partituras medio académicas medio populares de Lecuona a través del método Braille. Y hace intentos con obras de Mozart, Bach, Beethoven... y George Gershwin.
Frank Emilio tocó en distintos lugares en sus inicios como: "El Mandarín", "La Zorra y el Cuervo", "El restaurante 1830", el "Hotel Deauville", el cual inauguró, y otros lugares más, como el "Hotel Nacional", el "Hotel Cohíba", Club "Imágenes".
En los últimos años de su existencia, Flynn comenzó a recibir el tardío reconocimiento que merecía su trayectoria. En febrero de 1998 actuó en Nueva York, en un amplio programa que incluyó a gigantes de la escena latina, como Tito Puente, Orlando Cachao López y José Changuito Quintana, de los Van Van, también presente en aquella histórica reunión, el pianista Chucho Valdés, resumía la opinión de muchos otros, al decir: "Frank Emilio es un pianista que ha influido en todas las generaciones posteriores, y que debe seguir haciéndolo en las futuras. Era una especie de Thelonious Monk del jazz cubano".
Y el gran Marsalis corroboraba: "Dios debe de existir cuando este hombre toca, pues algunas notas sólo él puede alcanzarlas". Frank Emilio Flynn, pianista cubano, falleció el 24 de agosto de 2001 en La Habana (Cuba) a los 80 años.
