Gran dama de la literatura cubana, poetisa que cultivó otros géneros como el ensayo, la traducción y la novela autobiográfica.
Nace en Nuevitas, Camagüey y muere en Washington.
Autora de una bibliografía copiosísima. Publicó ensayos, traducciones, narraciones y una novela autobiográfica.
Pasó su infancia y adolescencia en los campos cercanos a su pueblo natal, sin realizar estudios programados, a pesar de que su madre era maestra rural. Durante la guerra del 95 su casa fue quemada, y ella, junto con sus padres, marchó a Santo Domingo, país del que regresaron al poco tiempo al no hallar medios de vida.
Se trasladó a La Habana y en 1910 publicó sus primeras composiciones. Colaboró en La Nación, Bohemia, Social, El Fígaro.
Viajó por distintos países de América y Europa. Permaneció fuera de Cuba gran parte de su vida.
Se destaca no sólo en la poesía, sino que incursiona en los ensayos sobre la problemática cubana de la época en que vivió. Su producción literaria en versos más conocida son: “Alma errante”, “Mallorca”, “Como los pájaros”, “Vida “, y “Exaltación”.
En prosa “Layka Frayka”, “Cuestiones cubanas”, “Martí por sí mismo”, y “Ensayo sobre el problema de la raza negra en Cuba”.
En España, pasó por la Residencia de Estudiantes y viajó hasta Granada donde conoció a Manuel de Falla. Tuvo una relación con el mallorquín Llorenç Villalonga, a quien inspiró obras que reflejaban las diferencias de edad y de formación entre ambos escritores.
La Fundación que lleva su nombre otorga anualmente el «Premio literario Emilia Bernal».
Murió en Washington en 1964 a los 80 años de edad.
Emilia sobresalió en el mundo hispánico como novedosa figura literaria, pionera del feminismo y luego itinerante embajadora cultural de su joven patria. Descolló primero como poetisa y poco después como prosista, y dictó vibrantes conferencias sobre temas cultuales e históricos en las más importantes universidades de Estados Unidos Iberoamérica y Europa. Sus obra se encuentran en casi todas las grandes bibliotecas del mundo y sus poesías se han traducido a varios idiomas, entre ellos el inglés y el francés.
La Cuba republicana contó con pocas mujeres de su temple, y su impacto nacional e internacional, con la perspectiva del tiempo, fue más amplio de lo que comúnmente se piensa. Cultivó todos los géneros y estilos poéticos, desde el clásico al modernista, ganándose el plácet de los más influyentes críticos de su época, que elogiaron su garbo y elegancia no menos que su profunda emotividad y su “intimismo”. No bastándole todo ello a su inquieto espíritu –publicó unos quince libros propiamente suyos-, tradujo y colaboró en la edición española de las obras de importantes poetas portugueses, brasileños, catalanes y gallegos de su época, entre ellos Rosalía de Castro y Anthero de Quental.
BIBLIOGRAFÍA
Alma errante 1916.
¡Cómo los pájaros!, 1922.
Poesías inéditas, 1922.
Poemes, (texto en catalán), 1922
Layka Froyka; el romance de cuando yo era niña , 1925, 1931.
Vida, 1925.
Cuestiones cubanas, 1928.
Exaltación 1928.
Martí por sí mismo, 1934.
Negro, 1934.
América, 1937.
Ensayo sobre el problema de la raza negra en Cuba, 1937.
Sentido, 1937.
Sonetos, 1937.
Mallorca, 1938.