Aníbal de Mar, 1908-1980). Actor cubano de larga y prestigiosa carrera artística en la radio, la televisión y el teatro. Sus personajes más populares fueron “Filomeno” y el “Tremendo Juez”.
Aníbal de Mar nació en Yateras, poblado de la actual provincia de Guantánamo. Durante su carrera artística trabajó en casi todos los teatros de la Isla.
Su paso por la radio fue breve, pero intenso, y tuvo como escenarios varias emisoras: CMKD y CMKI, en Santiago de Cuba; CMQ, COCO y RHC, en La Habana. En la década de los años cuarenta comenzó a trabajar con Leopoldo Fernández, en un dúo que -con los nombres respectivos de Filomeno y Pototo- ganó con su popularidad importantes índices de audiencia al espacio radial que ocupaban, denominado con los nombres de los personajes (Pototo y Filomeno). En esa época los programas radiales se realizaban en vivo y con público en el estudio, lo cual exigía a los actores amplio dominio de las habilidades histriónicas, la improvisación, el canto y el baile. Tal forma de hacer, propia del medio radial cubano de la primera mitad del siglo XX, sirvió a estos espléndidos actores para enriquecer sus presentaciones sobre las tablas y en los centros nocturnos.
Uno de los programas radiales que contó con la gracia de la pareja fue La Tremenda Corte, que salió al aire por primera vez el 7 de enero de 1942, a través de la emisora radial RHC Cadena Azul. El autor de la idea original y guionista del espacio fue Castor Vispo, quien luego llegaría a ser prolífero escritor para la televisión. La calidad de sus libretos, unida a los altos estándares de actuación del elenco, valieron a La Tremenda Corte el calificativo de mejor comedia radiofónica producida en Latinoamérica. El espacio, heredero de toda la influencia del teatro bufo cubano, constituyó una forma diferente de llevar a la radio la trilogía de “el gallego, el negrito y la mulata”.
Cada emisión parodiaba las situaciones de un juzgado correccional en el que los personajes interactuaban. Aníbal de Mar encarnó al Tremendo Juez, contraparte del personaje de “Tres Patines” (Leopoldo Fernández). Los juegos de lenguaje y el doble sentido hacían las delicias de los espectadores y se convirtieron en rasgo característico del programa, cuyo éxito se acrecentó gracias a presentaciones simultáneas en el teatro.
Otros actores que participaron en La Tremenda Corte fueron Adolfo Otero (“el gallego Rudecindo Caldeiro y Escobiña”), Mimí Cal (“la mulata Nananina”) y Miguel Ángel Herrera (“el Secretario”). Se estima que fueron grabados más de trescientos sesenta de esos programas, muchos de los cuales se escuchan aún en emisoras radiales latinoamericanas.
Con la llegada a Cuba de la televisión, en la década de los años cincuenta, ambos espacios (Pototo y Filomeno y La Tremenda Corte) se trasladaron a la pequeña pantalla, con lo cual la popularidad de Aníbal de Mar y Leopoldo Fernández creció enormemente. Cuando CMQ Televisión comenzó a trasmitir El Show de Pototo y Filomeno, ambos actores hicieron gala de sus cualidades para el canto y el sketch.
En 1957 grabaron un disco de larga duración (LP) con las canciones del programa, acompañados por la orquesta charanga Melodías del 40, que inmortalizó sus parodias de temas de moda -como Carta a mamita y Ahorita va llover-, las cuales fueron muy difundidas a través de la radio y las victrolas; tanto, que ganaron un disco de oro por las grandes ventas que obtuvieron. A partir de ese éxito, el emblemático dúo expandió sus escenarios a centros nocturnos como el famoso cabaret Montmartre, el teatro y el cine.
Además de La Tremenda Corte y El show de Pototo y Filomeno, Aníbal de Mar protagonizó otros espacios televisivos como Los Ricachos, donde Pototo y Filomeno cambiaban personajes para encarnar, respectivamente, a Juan Ramón y Domitilo, siempre acompañados por un elenco estelar.
En 1934, Aníbal de Mar protagonizó una popular serie radial escrita por Félix B. Caignet, La Serpiente Roja, en la que interpretó a “Chan-Li Po”, un detective chino inspirado en el personaje de “Mr. Chan” del cine norteamericano. Su estreno estuvo a cargo de la emisora santiaguera CMKD del Palacio de la Torre y, en esa oportunidad, la historia fue coprotagonizada por Nenita Viera. Años más tarde sería producida y trasmitida en La Habana, a través de la señal de Radiodifusión O’Shea. La memoria de los medios cubanos registra el impacto comunicativo sin precedentes que causó esa serie de corte detectivesco: el ritmo de la vida cotidiana se vio afectado durante los horarios de trasmisión radial debido a las enormes audiencias que concitaba.
El éxito de La Serpiente Roja fue uno de los factores determinantes en la decisión de llevarla al cine. En 1937, la película de igual nombre, protagonizada por Aníbal de Mar, fue el primer film sonoro cubano, que además significó el debut de Félix B. Caignet como guionista de cine. Otras figuras relevantes que integraron el elenco de la cinta fueron Carlos Badías, como galán joven; Dolores Zabala, Pedro Segarra, Aurelio Cavia, Ramón Valenzuela, Roberto Ínsua y el propio Caignet, en el significativo personaje de Talúa. La dirección general estuvo a cargo de Ernesto Caparrós, y la filmación se efectuó principalmente en el antiguo Hotel Almendares, en las márgenes del río homónimo. A pesar de las dificultades del rodaje, fue un éxito de crítica y taquilla.
En la década de los años cuarenta, De Mar retomó el personaje de Chan-Li Po en la serie radiofónica El Ladrón de las Manos de Seda, que luego interpretaría también en el cine. Otras obras filmográficas que contaron con su actuación fueron Una aventura peligrosa (1939), Romance musical (1941), Hitler soy yo (1944) y, junto a Leopoldo Fernández, Fantasmas del Caribe (1942), La Tremenda Corte (1945), Música, mujeres y piratas (1950), Hotel de muchachas (1950), Príncipe de contrabando (1950) y Olé, Cuba (1957).
Después de 1959, cuando los medios de comunicación masiva fueron nacionalizados por el gobierno revolucionario cubano, Aníbal de Mar marchó a Estados Unidos. Fuera de la Isla, su carrera artística continuó floreciente y se potenció su expansión continental.
El elenco de La Tremenda Corte se reunió para continuar realizando el programa fuera de Cuba. En México, la cadena XEFB lanzó, a mediados de la década de los sesenta, una versión televisiva del popular espacio. Los capítulos de esa producción fueron exportados y televisados en varios países de América Latina.
La mayoría de las presentaciones de Aníbal de Mar en Estados Unidos tuvieron lugar sobre las tablas, aunque también hizo incursiones en la televisión.