Fallece por complicaciones de la COVID la cantante y actriz cubanoamericana Nattacha Amador
La actriz y cantante cubana Nattacha Amador falleció en Aurora, en el estado de Colorado, por complicaciones asociadas a la COVID, que contrajo en dos ocasiones durante un complicado tratamiento médico. Al fallecer tenía 72 años.
El deceso de Nattacha, una conocida figura del teatro y el mundo artístico de Miami, se produjo la noche del pasado viernes 10 de septiembre en el hogar de la familia en la ciudad de Aurora, luego de atravesar por un largo período de complicaciones cardíacas y respiratorias, y varias hospitalizaciones.
"Murió como ella quería, en la casa, rodeada de sus tres hijos y su nuera", Yamilé Loreto Amador, su hija expresó: "Perdí a mi mejor amiga, mi maestra y la compañera de toda mi vida".
Yamilé relató que su madre vivió un prolongado y tenso proceso médico tras contraer COVID-19 a comienzos del pasado febrero. Fue sometida a una cirugía en Miami para removerle una voluminosa hernia hiatal y tras la intervención quirúrgica sufrió dos paros cardíacos, que la mantuvieron ingresada por 40 días.
Pasó luego por un período de rehabilitación, pues el coronavirus había limitado sus capacidades de locomoción. Desde finales de julio se encontraba en tratamiento médico en Aurora, Colorado, donde contrajo el COVID-19 por segunda vez y su salud empeoró.
“Se nos fue otra de nuestras grandes artistas, Nattacha Amador, poseedora de una portentosa voz de contralto y un temperamento escénico que la convirtió en una de nuestras más admiradas actrices de la escena de Miami”, expresó Julie De Grandy, amiga y compañera de profesión de la actriz.
Nattacha fue una figura prominente del teatro, la televisión y el espectáculo en general. Su papel en grupos teatrales de Miami como Avante y Prometeo, series de televisión como ¿Qué pasa, USA?, conciertos y programas musicales de la ciudad, la identificaron como una artista cubanoamericana de recia personalidad dramática, versatilidad y singular carisma.
Nacida en La Habana el 18 de abril de 1949, Nattacha emigró a Estados Unidos con 10 años. Hija de Juan Amador Rodríguez, senador de la etapa republicana y luego comentarista radial en Miami, la familia abandonó Cuba en 1959, tras la llegada de Fidel Castro al poder.
Cursó sus estudios secundarios en las escuelas Edison y Miami Jackson High, donde comenzaron a aflorar sus dotes artísticas.
Su debut profesional en el teatro se produjo en la década de 1970, interpretando el papel de Marion en Una chica en mi sopa, de Terence Frisby.
"También poseía un inusual don para la comedia, que demostró en teatro y en televisión” , recordó De Grandy. Guiada por su tutora y mentora, Griselda Noguera, la actriz se metió en el personaje de la Magdalena en la obra de Federico García Lorca, La casa de Bernarda Alba.
Muchos recuerdan sus desempeños sobre los escenarios desde finales de los años 70 y los 80, cuando el teatro cobró particular apogeo en la ciudad con el nacimiento de agrupaciones y la creación del Festival Hispano de Miami, convertido luego en un evento de carácter internacional con el impulso decisivo de Mario Ernesto Sánchez, fundador del Teatro Avante en 1978.
Ese mismo año interpretó el papel de Clitemnestra en Electra Garrigó, un clásico de Virgilio Piñera que marcó la arrancada del Teatro Avante en Miami, bajo la dirección del legendario Francisco Morín.
"Me acuerdo como si fuera ayer [1988], durante el estreno de Bodas de Sangre, donde actuaba la actriz Marilyn Romero”, recordó en su blog el periodista Roberto Álvarez-Galloso. “Jamás he visto una actuación [de Bodas de Sangre] como lo de Nattacha Amador”.
Encarnó también a Aldonza en El hombre de la Mancha de Mitch Leigh, donde compartió escenario con el actor Miguel De Grandy, padre de Julie De Grandy e integrantes de una familia cubano de larga tradición en el teatro.
El papel de Jill Tanner en Las mariposas son libres, de Leonard Gershe; el de Cuca en La noche de los asesinos, de José Triana; el de Berta en Una caja de zapatos vacía, de Virgilio Piñera; o el de la Chunga, en la obra homónima de Mario Vargas Llosa, donde compartió escenario con su hija Yamilé Amador y su pareja Mario Salas-Lanz; son algunas de sus memorables actuaciones, según De Grandy.
Por esta época formó parte del elenco de la exitosa serie ¿Qué pasa, USA? (1977-1980), un clásico de la televisión en Estados Unidos.
En la década de los 80 animó las noches bohemias de Miami haciendo dúo con Mario Salas-Lanz. Fue con la contribución de ambos que el espacio La Zorra y el Cuervo del Centro Vasco se convirtió en un rincón de descarga y trova, con gran popularidad entre admiradores que llenaban el lugar semana tras semana.
Nattacha tuvo además participación en el cine estadounidense con Curdled (1996), del director Reb Braddock, y en la popular telenovela Guadalupe (1993), filmada en escenarios de Miami para la cadena Telemundo, con la colaboración de Televisión Española.
En su tributo, De Grandy recordó también que “Nattacha convirtió en himno la canción de Pedro Tamayo, Dale tiempo al tiempo, que defendió en el Festival de la OTI en 1980. Su voz resonó en la trova, en las zarzuelas de [la Sociedad Pro-Arte] Grateli, en óperas, musicales, conciertos y recitales”.
“Muchos tuvimos la suerte de compartir escenario con ella y guardamos entrañables recuerdos de esas experiencias… Artistas como Nattacha son difíciles de encontrar e imposibles de olvidar”, concluyó De Grandy.
A Nattacha le sobreviven sus hijos Yamilé y Rafael Loreto Amador, y Miguel Angel Cruz Amador, además de dos nietas y cuatro bisnietos. Su hermano Juan Amador Jr, pintor y concertista, había fallecido en 1992.