Ex judoca cubana enfrenta coronavirus en Puerto Rico
La ex judoca cubana Yurisel Laborde "Yuyú", doble campeona del mundo en judo y bronce olímpico en Atenas 2004 vive con preocupación, estrés, e incertidumbre la pandemia de coronavirus, a la que enfrenta desde su actual trabajo como Policía Federal en Guaynabo, Puerto Rico.
Desea estar en su hogar, cuidando de sus hijos, pero tiene que cumplir con su responsabilidad de policía, ahora cuando más lo necesita la población, dice Laborde, que reside en San Juan, Puerto Rico.
Tiene que exponerse todos los días en la calle, mantener una rigurosa rutina para no contagiarse y mucho menos enfermar a la familia; ella le pide a todos los cubanos y puertorriqueños que se cuiden al máximo y extremen las precauciones.
Desde que sale de la casa, hace uso de la mascarilla y los guantes, mantiene al menos un metro de distancia de sus compañeros. Al montarse en la patrulla, desinfecta toda el área con el alcohol que siempre lleva en la cartera, y le exije a su compañero el uso de su mascarilla.
Cuando tiene que intervenir con un ciudadano, mantiene la prudencial distancia y, si se acerca le indica, que guarde el espacio marcado por las autoridades sanitarias. Durante su horario de trabajo, se lava varias veces las manos y se las desinfecta, acudiendo a la estación policial, indica la ex judoca.
Al terminar su turno va a buscar a sus hijos donde su madre los cuida; lo más triste es no poderlos besar y abrazar, aunque ellos lo entienden.
Al llegar a casa se quito las botas afuera y las desinfecta con cloro y el uniforme va directo a la lavadora, seguidamente se baña y, entonces, ya puede abrazar a sus pequeños, relata.
¡Es duro! pero es la manera de protegerlos. Particularmente su vida siempre está ajetreada, pero en estos tiempos, más. Así que se levanta a las seis y media de la mañana para hacer el desayuno y preparar el almuerzo. A las ocho y treinta, se sienta a darle clases a sus hijos pues las escuelas están cerradas y, a las once y treinta ya sale a trabajar desde las doce del mediodía hasta las ocho de la noche.
Gracias a su madre ha podido continuar con todas sus responsabilidades. Ella es quien cuida de sus niños para que pueda trabajar.
Mi recomendación para todas la personas es: ¡quédese en su casa! es de la única manera que vamos a ganarle la batalla al virus, concluye.