El cubano Miguel Sánchez Vázquez está entre los cuatro mejores pizzeros de Latinoamérica

Quien haya probado una pizza cubana -esas que antes costaban 10 pesos- sabe que aunque este plato sea originario de Europa, las que se cocinan en Cuba tienen un sabor especial. Tal vez el secreto está en los intensos sabores caribeños o simplemente en el talento y el cariño de quienes las cocinan.

Hay quienes dicen que las pizzas cubanas están entre las mejores del mundo y dicen bien. En un concurso importante como es el Campeonato Panamericano de la Pizza, un cubano se alzó con el cuarto puesto entre más de 200 maestros pizzeros.

Se trata del chef cubano Miguel Sánchez Vázquez, quien vive desde hace 20 años en Berazategui, Argentina y ahí trabaja, en la pizzería de su suegro, donde aprendió el oficio.

Pero Sánchez fue al concurso con una bandera cubana en su traje de chef, y no en cualquier lado de la prenda, sino debajo del corazón, como quien, después de 20 años, no olvida su tierra y sus raíces.

En la primera etapa del certamen, que se realizó en Buenos Aires, el cubano presentó una pizza totalmente orgánica y sin gluten, siendo esta la primera pizza de ese tipo que se presenta en la historia del concurso. Con esta creación avanzó a la siguiente ronda.

Luego hizo una pizza en pala, que además de tomates secos y hongos, tenía bechamel de roquefort y láminas de oro comestibles de 24 quilates, que lo envió a la final del certamen.

En la semifinal cada chef debía presentar una pizza que representara al país de donde venían, así que Miguel echó mano de lo mejor de la cultura cubana y se decidió por el mojito, un trago típico de Cuba.

El pizzero desglosó el trago químicamente y lo trasladó a la comida, para darle a su creación los sabores deseados. El cubano llegó entonces a la final.

Al cierre de la competencia debió preparar una pizza con ingredientes sorpresa: leche, queso, peras y almendras, así que hizo una con salsa bechamel, que quedó en el cuarto puesto.

Entretanto, al podio de la competencia subieron dos mexicanos y un argentino.