Federico Arístides Soto Alejo

Tata Güines
Tata Güines, Manos de oro
Nacimiento:  
30
/
6
/
1930
Fallecimiento:  
3
/
2
/
2008

Nació en Güines, La Habana. Tumbador y percusionista general popular.

De muy humilde origen, comenzó a laborar como limpiador de zapatos, y llegó a residir en los barrios más pobres e insalubres del occidente cubano.

De formación musical absolutamente autodidacta, conoció y admiró de niño, a nuestro gran Luciano Chano Pozo, quien innegablemente llegó a resultar su modelo, de hombre e intérprete musical, y el motivo más recurrente en sus entrevistas, cuando explicaba cómo, y de quién aprendió la percusión cubana.

Calificado de "loco", cuando joven, por emplear sus alargadas uñas en la ejecución de las tumbadoras, en poco tiempo, su técnica comenzó a ser imitada por los mejores y más ilustres percusionistas de Cuba y el mundo en ese instrumento. Curiosamente, ésta fue la última especialidad que abordó como músico, pues antes de dedicarse a las tumbadoras, Tata Güines recorrió un extenso camino musical, tocando las claves, los bongoes, el güiro, las pailas, y el contrabajo, e incluso cumplió roles de cantante solista en diversos géneros populares cubanos.

Durante su fecunda vida, primero laboró el municipio natal que le dio su nombre artístico, y luego en áreas de la ciudad de La Habana, como integrante de numerosas agrupaciones musicales en cabaret, radio, TV y carnavales.

Entre estas instituciones se encuentran: Conjunto Ases del Ritmo, Orquesta Estrellas Nacientes, jazz-band Swing Casino, Conjunto de Arsenio Rodríguez, así como con las Orquestas, La Nueva América, La Havana Sport y Sensación, también con el Conjunto de Rafael Ortega, Jóvenes del Cayo, Gloria Matancera, Conjunto Camacho, Trío Taicuba, Grupo campesino de Guillermo Portabales, Comparsa Los Dandy (del barrio habanero de Belén), y con Cachao y su Ritmo Caliente.

Con la Charanga de Fajardo y sus Estrellas viaja a los carnavales de Caracas en 1955, donde es agasajado por los percusionistas venezolanos, que conocían de su arte, reflejado en los discos grabados antes.

Con ésta agrupación viaja más tarde a New York, donde decide incorporarse a Machito y sus Afrocubans Boys, que laboraban en Broadway. Desde entonces, le invitan a dar un recital solista con cinco tumbadoras –algo solo realizado antes por Chano-, y comienza a tocar junto a las mejores figuras de la música del mundo, entre ellas: Josephine Baker, Maynard Ferguson, Frank Sinatra, y la agrupación Los Chavales de España.

Luego ofrece presentaciones por los estados de California y Texas, así como en las ciudades de Chicago y Miami. Por sus excelentes resultados, los críticos de Estados Unidos le denominaron "Manos de oro". En 1960, interrumpe su cadena de éxitos en Norteamérica para regresar a Cuba, tras el Triunfo de su Revolución.

Diversas fueron sus labores a su arribo a Cuba, entre ellas: fue miembro del Quinteto Instrumental de Música Moderna (después Los Amigos) dirigido por Frank Emilio; la fundación de la agrupación infantil Los Tatagüinitos; la interpretación con la Orquesta Sinfónica Nacional su obra “Perico no llores más”; e incluso, el acompañamiento al guitarrista Sergio Vitier, en su obra “Ad Libitum”, que bailaran Alicia Alonso y Antonio Gades. Entre sus composiciones musicales más conocidas, se encuentran: “Mami dame el mantecado” y “No metas la mano en la candela”.

En 1991, sentó junto a otros percusionistas cubanos, las bases para la fundación un año después, de la Sociedad de Percusionistas de Cuba –PERCUBA-, que en 1993, lo eligió Miembro del Salón de la Fama de la Percusión en Cuba, cuando le dedicaron el Festival Nacional de esa asociación, de conjunto con la figura del fallecido Chano Pozo. Tata Güines fue un activo participante de la vida y labor de la Sociedad PERCUBA, hasta la desaparición de esta asociación en 2006.

Durante los últimos años, el Maestro desplegó una intensa labor artística internacional que unía la realización de talleres magistrales de percusión cubana, con sus presentaciones artísticas en cada gira, integrándose además, activamente, a las tareas de la Cátedra de Música Popular del Instituto Superior de Arte.

En 2002 obtuvo el Gran Premio CUBADISCO, con el CD “Havana to Rio”, con Ernán López Nussa. En el año 2001, había obtenido el “Premio Grammy”, por el CD "La rumba soy yo”, y nuevamente recibe nominaciones en 2002 y 2003. Fue condecorado con las siguientes distinciones culturales cubanas: “Miembro de Honor de la UNEAC”, “La Giraldilla”, “Por la Cultura Cubana”, “La Gitana Tropical” y “Alejo Carpentier”, entre otras.

Sobre Tata Güines obran fabulosas críticas en diarios y revistas de varios continentes. Músico polifacético, que interpretaba y acompañaba a unos y otros, en los más diversos géneros musicales; que organizó agrupaciones; que nos dejó sus grabaciones de música y voz, en todos los medios y herramientas tecnológicas a su alcance; y quien, impartiera trascendentes clases y conferencias; pero sobre todo, Tata Güines fue un cubano que mantuvo hasta su último aliento, su disposición de ayudar a todo el que lo necesitare en Cuba y fuera de ésta, un algo inestimable.


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