Rumba por Tata en Güines
Tata Güines será recordado este mes en su tierra natal, Güines, en el aniversario 90 de su natalicio.
En el barrio de Leguina, el día 30 de junio, el Centro Nacional de Música Popular y la Dirección Provincial de Cultura en Mayabeque han organizado el primer Festival Cuba Rumba Tata Güines In Memoriam, que se realizará entre los días 28 y 30 de junio de 2020.
El homenaje, que llegará a través de Instagram y Facebook, incluirá la presentación de trabajos científicos, entrevistas, conciertos en internet, selecciones de videos y otras propuestas audiovisuales.
Participarán las agrupaciones Orisha Oko, Obanwala, Kaidara, Tambores de Bejucal y Rumberos de Mayabeque, que bajo la dirección de Raúl Jesús Cabrera León «El Gallo», tendrá a su cargo el cierre del encuentro a través de un miniconcierto digital, el día 30 a las 3:00 p.m.
Otras de las acciones con las que se rendirá tributo al Rey del tambor son una muestra de 90 instantáneas del músico, que quedará inaugurada en la Biblioteca Provincial Raúl Gómez García, en el propio Güines, en la tarde del 29 de junio, a la que se suma Telemayabeque, mediante una revista informativa especial.
También se colocará una ofrenda floral en el nicho que guarda sus restos en el Cementerio local y el lanzamiento del video Quinto por el mundo online, en coordinación con músicos de otros países (ambas el 30 de junio).
Recordado también como el Rey de las congas, Federico Arístides Soto Alejo (30 de junio de 1930-La Habana, 4 de febrero de 2008), creador de un estilo muy personal en la ejecución de los tambores, fundó en 1964 su propia agrupación: Tata Guïnes y los Tatagüinitos. Recorrió el mundo y compartió con los mejores músicos del planeta, pero jamás dejó de regresar a su país, y menos, a su pequeño terruño, donde se le venerará siempre.
Federico Arístides Soto Alejo
compositor, profesor, música, artes, tumbador, percusionista general popular
Nació en Güines, La Habana. Tumbador y percusionista general popular. De muy humilde origen, comenzó a laborar como limpiador de zapatos, y llegó a residir en los barrios más pobres e insalubres del occidente cubano. De formación musical absolutamente autodidacta, conoció y admiró de niño, a nuestro gran Luciano Chano Pozo, quien innegablemente llegó a resultar su modelo, de hombre e intérprete musical, y el motivo más recurrente en sus entrevistas, cuando explicaba cómo, y de quién aprendió la percusión cubana.