Gimnasta. Primer latinoamericano medallista en Campeonatos Mundiales de la Gimnasia Artística Masculina. Ganador de 18 medallas de oro en Juegos Panamericanos. Ahora una recién descubierta relación con la narración deportiva mantiene muy motivado al exgimnasta, fascinado por un mundo que hasta ahora le era desconocido.
Nace en Ciudad de la Habana. Aunque provenía de una familia de deportistas, ninguno había estado relacionado antes con la Gimnasia. Era el menor de siete hermanos y todos estuvieron vinculados de alguna manera al ejercicio del músculo.
Por captaciones hechas en su escuela primaria se inicia en la especialidad y con solo 6 años comenzó a entrenar en la Academia de Gimnasia, ubicada en el municipio capitalino de Centro Habana. Con 10 años ingresó en la Escuela Nacional de Gimnasia, también en Ciudad de La Habana, y ya a los 13 debuta internacionalmente.
A finales de 1987 se incluyó en la preselección nacional. A pesar de no tener el somatotipo adecuado sobre todo, en cuanto a estatura en comparación con otros gimnastas cubanos de la generación anterior con resultados notables como Roberto León Richard y Casimiro Suárez, esto no constituyó un impedimento.
En 1989,asiste a la primera gran competencia, el Campeonato Mundial de Stuttgart, Alemania, como miembro del equipo nacional. La constante renovación de la gimnasia en isla llegó en el inicio de la década del 1990.
Asistió a los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Ciudad de México, donde obtuvo medalla de oro en caballo con arzones y terminó con medalla de plata en el all-around o máximo acumulador, por detrás del local Telesforo Pineda.
En los Centroamericanos de Ponce 1993 obtiene el primer en la suma de los aparatos y se proclamó el rey de los juegos.
Sin cumplir los 17 años hace el debut en los Juegos Panamericanos de La Habana en agosto de 1991, donde alcanzó los primeros grandes resultados. Era prácticamente un desconocido, pero desde ese momento inició un increíble ascenso al podio en esas competencias, al obtener la presea de oro como máximo acumulador o sea, la suma de las ejecuciones en cada uno de los seis aparatos, además de primeros lugares en otras dos modalidades: caballo de salto y barras paralelas.
A partir de entonces, el cubano escribió una oda al virtuosismo que no se detuvo hasta Santo Domingo 2003, con cuatro títulos consecutivos como gimnasta más completo.
En los Juegos Panamericanos de Mar del Plata, Argentina, llegó con una lesión que podía entorpecer las aspiraciones de reinar una vez más, pero la férrea voluntad y perfección técnico-artística no impidieron que ganara el all-around, caballo con arzones y barras paralelas para liderar al equipo cubano, que alcanzó otras dos de oro por intermedio de Damián Meriño en manos libres y anillas.
En los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Maracaibo 1988, lideró la escuadra que en total ganó ocho medallas de oro, cuatro de plata y otras tantas de bronce. En los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 volvió a ratificar la integralidad, al terminar con medalla de bronce como máximo acumulador.
Participa en los terceros Juegos Panamericanos, en Winnipeg 1999. Semanas antes, el estelar gimnasta no se había recuperado de una linfangitis, por lo que existía una gran incertidumbre de si iba a participar en la cita múltiple canadiense. Solo él y el entrenador, Ernesto Izaguirre, estaban convencidos de que podría revalidarse la corona y mantener la hegemonía en el continente.
Pocos días antes de la partida, tuvo que parar en los entrenamientos, pues la infección en uno de los dedos del pie se le había complicado más de lo previsto. Pero, se tomó la decisión de que podía ir y se confiaba en él, así compitió con la vida más que con la técnica. En los tres días de competencias, el cubano se lució sobre el tapiz. Logró medallas de oro en anillas, barras paralelas, caballo con arzones y en el all-around, además de contribuir al primer lugar de Cuba por equipos y por si fuera poco, se llevó un segundo puesto en barra fija. Obviamente, apenas pudo competir en el suelo y en salto al potro, ejercicios donde sí tenía que apoyar más las piernas. Una vez más fue el rey de los Juegos y la prensa local lo calificó como el hombre perfecto.
Nunca pudo alcanzar una medalla de oro olímpica, el gran sueño de todo deportista, pero al menos lo intentó en no pocas oportunidades y en algunas estuvo bien cerca, como en la cita estival de Sydney 2000, con bronce. El desempeño fue bueno y mereció estar en la final, pero los jueces no lo calificaron con justeza en el principal aparato, las anillas, y quedó en el noveno puesto, como primer suplente. En el concurso de máximo acumulador finalizó en el lugar 17.
En el 2001 materializa otra de las grandes metas. Una medalla en citas del orbe, lugar solo reservado para los grandes. La lid fue el Mundial de Gante, Bélgica, donde alcanzó la medalla de plata en otro de los aparatos preferidos: las barras paralelas. La ejecución tuvo un alto grado de dificultad y fue bien ejecutada, por lo que recibió calificación de 9,675, solo superado por el estadounidense Sean Towsend (9,700) y por delante del estelar bielorruso Iván Ivankov(9,637). Asimismo, entre los máximos acumuladores, y entre la flor y nata de la gimnasia mundial,se colocó en el quinto lugar.
Lo mejor por Cuba hasta ese momento había sido un cuarto lugar de Casimiro Suárez en caballo de salto, en el Mundial de 1981, donde en las preliminares de barra fija obtuvo además calificación perfecta de 10 puntos, primera y única de un cubano en Campeonatos del Mundo.
También en el 2001 triunfó como máximo acumulador en la Copa América por invitación, un certamen en el cual tomaron parte solo gimnastas de la elite.
En el 2002 se llevó la medalla de oro en el Panamericano de la disciplina con sede en Cancún, Méxicocomo máximo acumulador.
En 2003 repitió el quinto lugar en el all-around del Campeonato Mundial en la ciudad californiana de Anaheim, en los Estados Unidos. En el 2003, participa en Juegos Panamericanos, de Santo Domingo, República Dominicana, como mejor gimnasta del continente, asistió a la cita quisqueyana con la etiqueta de favorito y con el objetivo de seguir incrementando la cosecha de medallas. Otro accidente puso en peligro nuevamente la participación, pues semanas antes del inicio de la justa panamericana sufrió una lesión en el entrenamiento; más no dejó de sorprender, pues con molestia y todo ganó seis medallas de oro e incrementó a 18 los títulos en estas citas cuatrienales, algo que ningún gimnasta otro ha podido igualar. Además superó las cinco doradas y una plateada alcanzadas en Winnipeg 1999. El cubano demostró fuerza, elasticidad y precisión en el caballo con arzones, anillas, barras paralelas y barra fija, además de proclamarse el más completo en el all-around y como integrante del equipo Cuba.
En total, en Juegos Panamericanos, Erick López alcanzó 18 medallas de oro, tres de plata y una de bronce, y quebró el récord que mantuvo por más de 35 años el gimnasta estadounidense Abraham Grossfeld (14- 2-5).
Retiro
Ha sido considerado el mejor del país en todos los tiempos. Después de 26 años en el deporte activo, decidió retirarse en el 2004, aunque nunca se desvinculó de la gimnasia artística; primero como entrenador y luego como Juez deportivo.
Fue seleccionado para pasar un curso de preparación integral y en el 2006 fue incluido en una maestría coordinada con Solidaridad Olímpica, donde recibió clases en varias ciudades de España y realiza la evaluación final en Suiza.
El máximo medallista en Juegos Panamericanos vive una etapa diferente en la vida, una recién descubierta relación con la narración deportiva mantiene muy motivado al ex gimnasta, fascinado por un mundo que hasta ahora le era desconocido y aunque reconoce que aún no se ve detrás de los micrófonos asegura que tiene la base para hacerlo bien, y se siente preparado para lograrlo.