Wilfredo Leyva Pascual natural de Morón conocido como Pío Leyva, fue un cantante cubano, leyenda de la canción popular. Autor de la guaracha «El mentiroso».
Autor de 25 álbumes desde que firmara en 1950 su primer contrato con la RCA. Ha actuado junto a grandes de la música cubana como Benny Moré, Bebo Valdés y Noro Morales y fue miembro de Compay Segundo y sus Muchachos. Tambien se asoció a otros soneros de su generación y conformaron el Buena Vista Social Club.
Se hizo famoso no sólo como intérprete sino como compositor. Algunas de sus obras fueron cantadas por el afamado Benny Moré y pasó a ser conocido con el sobrenombre de El Montunero de Cuba. Sus viejos amigos y el público lo recuerdan como un cantante de gran soltura e improvisación, con un manejo envidiable del verso y la décima.
Pío Leyva, nació el 5 de mayo de 1917 en Morón (provincia de Ciego de Ávila), en la región central de Cuba.
Posiblemente ya desde mediado de los años veinte, vecinos de la camagüeyana colonia Lombillo, perteneciente al antiguo central azucarero Jaronú, podían vaticinar que un mulatito siempre risueño, inquieto y hablador, llamado Wilfredo sería artista; integraba entonces un improvisado conjunto infantil de sones manigeros.
Siendo muy joven formó dúos, tríos de voces y guitarras en su pueblo natal con Enrique Blazo, Miguel Ángel Piña y Ñico Morgado con los que actuó en la emisora de radio CMJX de Morón.
Construyó una carrera parecida a las de muchos músicos cubanos de su generación: proveniente de una familia trabajadora, se dedicó desde joven a la música. Se inició como bongosero de la orquesta Siboney de su tierra natal y luego cantó en tríos y en otras agrupaciones de música popular. Asimismo como cantante y bongosero en la orquesta de baile de Jesús Montalvo.
En 1932 Pío Leyva realizaría su verdadero debut como vocalista profesional formando parte del excelente Septeto Caribe bajo la dirección del maestro Juanito Blez. Ya en esos años Pío era dueño de una estupenda voz afinada y rítmica de guajiro negro cubano que lo identificaba con lo criollo.
En la década del 40 del siglo XX se trasladó a la ciudad de Camagüey y entró en la orquesta de Hermanos Licea, adquiriendo la experiencia necesaria para iniciada la década del 50 lanzarse a conquistar la capital como parte de la Orquesta Hermanos Martín.
Ya en la década del 50 del siglo XX marchó a La Habana como solista y grabó numerosos discos acompañado de diversas agrupaciones musicales, y se hizo grande con su versión de la pieza El cangrejo no tiene ná, que lo situó en el lugar cimero de los soneros del país.
En 1956, ya radicado en la Ciudad de la Habana, Pío Leyva realizó dos grabaciones de prueba para los famosos discos RCA Víctor y tuvo la gran fortuna de ser acompañado en ellas por una de las más importantes Jazz Band de la época: Sabor de Cuba, bajo la dirección del talentoso pianista y orquestador cubano Bebo Valdés (padre de Chucho Valdés).
En esa oportunidad dejó registrado en su voz el Son – montuno «Sin caña y sin platanal», y de su propia autoría «Chapaleando» que lo daría a conocer en México por su gracia al cantarla sabroso ritmo de bachata y la realización de su primer LP titulado «Soy de Jaronú» junto a la orquesta de Mariano Mercerón; experiencias que contribuyeron a establecerlo como un sonero de categoría y un fabuloso improvisador, lo cual provocó que en lo adelante fuera llamado en incontables ocasiones como invitado a participar en grabaciones de renombradas agrupaciones como las orquestas Cosmopolita, Monumental, Novedades y el grupo de Compay Segundo.
Este fue el inicio de sus primeros triunfos discográficos que se consolidaron con títulos como el «Chachachá», «Mis tres mujeres» (A. Díaz), la conga «Ritmos de Cuba» (S. Contreras), los sones montunos «Yo bailo con ella» (P. Salazar), pero sobre todo «Pío mentiroso» (M. Ojeda) y la respuesta a ésta del propio Pío, «Cariñoso sí, mentiroso no». Era de esperar que El Pío y Bebo Valdés con sus músicos realizaran años más tarde (1959) una gira a México donde actuaron en escenarios importantes de ese país.
La década del cincuenta denominada por algunos como la Década de Oro por sus abundantes agrupaciones bailables y excelentes donde Pío Leyva es una de las figuras más emblemáticas actuando y grabando profusamente con otras de gran prestigio como Bebo Valdés, Esteban Antune, Severino Ramos, Niño Rivera, Joaquín Mendive, Emiliano Peñalver y Mariano Mercerón. Esta es la época donde Pío consolida su fama como El montunero de Cuba, interpretando guarachas, sones, boleros, rumbas, mambos, merengues y plenas donde se pusieron de moda títulos como «Cuidado con los callos», «El cangrejal», «Domitila», «Llegaron las golondrinas», «Anabacoa» y «El bombón de Elena». Los títulos «Francisco Guayabal» y «Mulata» fueron éxitos en la voz de Benny Moré, y Sibanicú fue popularizada por Roberto Faz y su conjunto.
Participó de forma relevante en los proyectos Buena Vista Social Club y AfroCuban All Stars, que encabezaron Ry Cooder, Nick Gold, Juan de Marcos González, Omara Portuondo, Ibrahím Ferrer, Rubén González, Compay Segundo, Barbarito Torres y El Guajiro Mirabal, entre otros.
Cuando pensaba en el retiro ya con 78 años de edad, aun se mantenía en forma, se asoció a otros soneros de su generación y conformaron el Buena Vista Social Club, un colectivo de músicos que se transformó en legendario, en 1998 se alzan con un Grammy en la categoría de música tradicional y cuya historia fue llevada al cine por Wim Wenders.
Música cubana, los hijos de Buena Vista Social Club fue uno de sus últimos trabajos musical-cinematográfico en el 2003. Filme realizado en Cuba y en Japón que aunó a los mejores artistas jóvenes de la generación de los 90': Roberto Carcassés, Samuel Formell, Mayito Rivera, Osdalgia, Feliciano Arango, Alexander Abreu, Julito Padrón, citando algunos.
Discografía y filmografía
El montunero de Cuba
Es una antología que recoge una amplia selección de sus éxitos, entre los que sobresalen títulos como «Déjenme en paz», «El bombón de Elena» y «La alegría del montuno».
Repertorio:
Buen tumbao
Vamos pa'l guateque
Llegaron las golondrinas
Resuena tu bongó
Déjenme en paz
Anabacoa
Dulce cubanita
Me voy pa’ la luna
Total
Adiós, Mariquita
Todo lo tengo ya
Cuando tú vayas a Oriente
El bombón de Elena
Piénsalo bien
El pirimpimpín
Canto a Caracas
No juegues conmigo
La alegría del montuno.
Esta es mi rumba
Disco que reúne timbres muy sonados en variadas combinaciones en las que escuchamos boleros como «Anita», en la fusión de las voces de Pío Leyva y Compay Segundo; un son de Ciro Rodríguez Fourneau «La china en la rumba», que Pío lo lleva al estilo de guaguancó – son al que nos acostumbró Arsenio. Otra variante es la guaracha – son «Óigame, compay», verdadero derroche de chistes, con el uso de décimas disparates, tan cantadas por los campesinos cubanos. «Esta es mi rumba», tema que titula este disco, es un excelente guaguancó con su larga improvisación decimada y la percusión de los maestros de Clave y Guaguancó. La improvisación del saxo alto de Germán Velazco le imprime una novedosa frescura. En «Oye como suena», un clásico son montuno, el grupo se acerca al formato del sexteto, se improvisan cuartetas que alternan con guías del solo y respuestas obstinadas del coro; y Pancho Amat luce su maestría con el tres. Otro son montuno es «Canta El Gallo de Morón», en el cual vuelve a improvisar décimas disparatadas describiendo muy divertido sus malestares ilusorios. Le acompaña el actual Septeto de Ignacio Piñeiro.
Dos damas fueron invitadas a este disco interpretando dos temas antológicos. El son «Arrolla cubano», de Ignacio Piñeiro lo canta Omara Portuondo con la profundidad y delicadeza de su voz que retoza en el diálogo de improvisaciones con la picardía de Pío Leyva. Ademas de Teresa García Caturla, discípula también de Aida Diestro. Logro dar un nuevo cariz a una guaracha que hace muchos años tuvo un significado político, cuando se criticaba al alardoso que era vacuo y que sólo aparentaba, como un ave, con un buche abultado y muchas plumas. El antiguo son «Sutileza», de Ignacio Piñeiro,en el cual tratan a la muerte con un tono de broma Pedrito Calvo y Pío, costumbre que Piñeiro introdujo en otras de sus obras. Por último: «Ritmo repeché». Todo este conjunto de estrellas demostraron sus habilidades virtuosistas, en una gran descarga del piano con el admirable grupo de percusionistas, los metales haciendo un tumbao de base, la emotiva intervención del trombón de Generoso. Este final llega a enardecer y hace saltar al ruedo a los bailadores que participan en esta gran fiesta sonora, en este rumbón de Pío Leyva.
Unos de sus temas, «La alegría del montuno» forma parte del disco Sones de oro, del sello Egrem el cual ofrece un recorrido por la historia del son.
En el año 2002 bajo la dirección de Léster Hamlet director de video y teatro producen el video del sencillo «La china en la rumba» de su disco Esta es mi rumba, del sello Unicornio.
Sus grabaciones fueron llevadas a cabo por los Sellos Víctor, Velvet, Maipe, Gema, y un poco después la EGREM que integran numerosas recopilaciones para el sistema compacto en Cuba y otros países.
Participado en las películas Música cubana (2004) y Buena Vista Social Club (1999).