Joven revolucionario cubano. Fue el primer mártir estudiantil de la lucha contra la tiranía de Fulgencio Batista luego del golpe militar del 10 de marzo de 1952.
Nació en Cacocum, antigua provincia de Oriente. Siendo estudiante del Instituto de Segunda Enseñanza se destacó por su inteligencia y su rápida asimilación de las asignaturas. Era amante del deporte, especialmente del beisbol y el ajedrez. A tales cualidades unía la rebeldía ante las injusticias.
Se trasladó muy joven hacia la ciudad de Guantánamo en el año 1937, producto que su padre necesitaba trabajo en la Base Naval estadounidense de esta zona oriental, continuó sus estudios primarios de manera privada en esta ciudad, hasta la preparatoria para el ingreso al Instituto de Segunda Enseñanza, en el curso 1949-1950, fue uno de los participantes que apoyó la huelga estudiantil en este mismo período.
Matriculó en octubre de 1950 en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de la Habana. Sus inquietudes revolucionarias se manifestaron en esa fecha con la participación activa en los actos estudiantiles en solidaridad con la lucha del pueblo puertorriqueño.
Para poder costear sus estudios en la capital, Rubén comenzó a trabajar como transfusionista en el banco de sangre del Hospital Calixto García. En 1952 matriculó Ingeniería Eléctrica. Fue ese el año del golpe de estado batistiano, al cual Rubén se opuso decididamente.
Luego de terminar sus estudios en dicho instituto, se traslada a La Habana en el año 1952, e ingresa en la Facultad de Arquitectura; en la universidad se creaba el comité 10 de enero para conmemorar la caída de Julio Antonio Mella. Los estudiantes, atendiendo a este aniversario, colocaron en la escalinata de la Universidad de La Habana, un busto con la imagen del fundador de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU). En vista al acto político que se originaba en esta fecha, el mismo fue interrumpido por las fuerzas del ejército de Fulgencio Batista, cuatro días después el busto fue profanado con chapapote, lo cual llenó de indignación a los estudiantes, en la esquina de 23 y L, se efectuaron manifestaciones con un muñeco que representaba al dictador, en respuesta al acto de profanación que se llevó a cabo.
Durante los incidentes algunos estudiantes armados le hicieron frente a los guardias, otros se enrolaron cuerpo a cuerpo con el ejército y fueron reprimidos por el carro-bomba, en este incidente fueron heridos varios jóvenes entre ellos Rubén Batista Rubio, quien recibió un balazo en el abdomen. Ingresado en el hospital Calixto García, comenzó una batalla por salvarle la vida, duró 29 días, su vida quedó truncada el 13 de febrero, en todo este tiempo sus compañeros no lo abandonaron. Coincidieron ante él, José Antonio Echevarría, Fructuoso Rodríguez e incluso Renato Guitart quien se trasladó desde Santiago de Cuba.
En enero de 1953, al conmemorarse el 24 aniversario del asesinato de Mella, los estudiantes universitarios develaron un busto del héroe en la plazoleta situada frente a la escalinata de la Universidad. Al amanecer del día 15 el busto amaneció profanado, lo cual provocó una ola de indignación entre los jóvenes. Muy pronto la colina universitaria y las calles aledañas se convirtieron en escenarios violentos de choques entre la policía y los estudiantes. Estos decidieron reagruparse en la Universidad y marchar en manifestación hacia el monumento erigido en memoria de los 8 estudiantes de medicina asesinados en 1871 por el régimen colonial español.
Las fuerzas represivas trataron de detener a los manifestantes, a los que se les iban sumando hombres y mujeres del pueblo. En las calles San Lázaro y Prado los jóvenes fueron recibidos con potentes surtidores de agua, pero no fue posible detener su avance. En ese momento la policía acude a las armas y empieza hacer blanco en los estudiantes desarmados. Algunos caen heridos, entre ellos Rubén Batista, a quien un proyectil le atravesó los intestinos.
Los revolucionarios y todos los sectores progresistas expresaron su repudio por la actitud represiva de las fuerzas del régimen. En el momento en que entregaban a la radioemisora COCO sus declaraciones de condena al hecho, fueron detenidos el doctor Fidel Castro y el presidente de la FEU, Álvaro Barba.
Rubén fue recluido en la Clínica del Estudiante. Allí acudían diariamente numerosas personas, entre ellas el propio Fidel, a interesarse por la salud del herido. Todos los cuidados fueron vanos. Tras una larga y penosa agonía, aquel estudiante lleno de energías e inteligencia dejó de existir. Era el 13 de febrero de 1953. Se convertía en el primer mártir de la lucha contra la tiranía de Batista.
El cadáver de Rubén fue tendido en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, donde le rindieron guardia de honor. Una multitud de 20 000 personas acompañó sus restos hasta la necrópolis de Colón. Al frente de la manifestación marchaba una hilera de mujeres vestidas de negro, que portaban una tela donde se leía:
La sangre de los buenos no se derrama en vano.
Fuente: Ecured