Actriz, cantante y vedette. Una de las más versátiles artistas cubanas, con más de sesenta años de carrera. Ha transitado por todos los géneros y se ha presentado con extraordinario dominio en todos los medios.
Rosita Fornés ha llegado a ser identificada como la gran vedette de Cuba. Su verdadero nombre es Rosalía Lourdes Elisa Palet Bonavia, pero para el mundo artístico ha sido siempre Rosita Fornés, o sencillamente Rosita como le dicen muchos de sus admiradores.
Rosita es una singular artista cubana. Su primera presentación se produjo cuando era una adolescente en un programa de aficionados, pero su debut como profesional se realizó del brazo de Ernesto Lecuona en cuya compañía ingresó cuando contaba sólo 17 años.
Con el decursar de su vida artística ha incursionado en los más diversos géneros de la canción, incluidas la zarzuela y la opereta, hasta el drama y la comedia representados tanto en el teatro, la radio, la televisión y el cine.
Rosita Fornés ha participado en la filmación de numerosas películas y, además, ha sido la figura principal de diversos espectáculos que se han presentado en distintos países.
Ha obtenido numerosos galardondes: ser reconocida la Primera vedette de México, de América, de Cuba y de España, respectivamente, así como la Distinción Por la Cultura Nacional, la Orden Félix Varela de Primer Grado, la Medalla Alejo Carpentier, el Premio Nacional de Teatro, Miembro Emérito de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, y el Premio Nacional de Televisión.
Nació en Nueva York. Traída a La Habana a los dos años de edad, su infancia transcurrió mayormente en Cuba, aunque también tuvo residencia en España entre 1933 y 1936. Cambió su verdadero nombre por el artístico de Rosita, con el apellido de su padre de crianza.
Comenzó su carrera profesional con solo 15 años, en el programa radial La Corte Suprema del Arte, que daba oportunidad a aficionados de distintas manifestaciones artísticas de demostrar sus cualidades.
Su desempeño en esa presentación, en que cantó una milonga, y en otras sucesivas, la convirtieron en poco tiempo en una «estrella naciente», categoría que otorgaba el programa a las figuras prometedoras.
Emprendió estudios de actuación con Enriqueta Sierra, y de canto con Mariano Meléndez, «Lalo» Elósegui y Francisco F. Dominicis.
Se destacó como formidable intérprete de la zarzuela española desde su debut en el género en junio de 1941 en el teatro Principal de la Comedia, con la obra El asombro de Damasco, de Pablo Luna, dirigida por el gran actor español Antonio Palacios.
Participó en los estrenos en Cuba de La del manojo de rosas, de Pablo Sorozábal, en 1941; Luisa Fernanda, de F. Moreno Torroba, y Don Gil de Alcalá, de Manuel Penella, en 1942; además de protagonizar una importante reposición de Doña Francisquita, de Amadeo Vives, en el mismo 1942. Esos éxitos iniciales se repitieron insistentemente: la nueva estrella se reafirmaba como primera figura del género lírico español.
Otro de sus géneros preferidos fue la opereta vienesa; se destacó en el papel protagónico -que interpretó como pocas- de La viuda alegre, de Léhar. También por esos años incursionó, aunque con menor frecuencia, en la zarzuela cubana, actuando en Cecilia Valdés, del maestro Gonzalo Roig, en el rol de Isabel Ilincheta; en Lola Cruz, de Ernesto Lecuona, como la Damisela, y estrenó en 1944 La Plaza de la Catedral, también de Ernesto Lecuona.
La comedia musical, género que sería muy afín a su personalidad escénica, la encontró en 1943, con el estreno de la primera obra de su clase escrita en Cuba: Vivimos hoy, de Mª J. Casanova y O. de Blanck. En ese mismo año asumió igualmente su primer papel dramático: la Doña Inés del Don Juan Tenorio de Zorrilla, presentado en el teatro Nacional.
Fue contratada en la temporada siguiente por el actor Mario Martínez Casado, y durante varios meses desarrolló una exitosa temporada en el teatro Principal de la Comedia estrenando, entre otras, la pieza Morena Clara, de Guillén y Quintero, una de sus favoritas.
En México, donde llegó de la mano de Mario Moreno “Cantinflas”, en 1943, la artista contrajo matrimonio con el actor mexicano Manuel Medel, padre de Rosa María, su única hija. Tras terminar la relación, la vedette regresó a La Habana, en 1952, donde andando el tiempo se casó con el actor Armando Bianchi, de quien enviudó en 1981.
Entre 1945 y 1951 recorrió varios países del mundo hispano en compañías de revistas musicales, zarzuelas y operetas. En México hizo cine y actuó en los teatros Arbeu, Tívoli, Lírico y Fábregas, del D. F., y en el Degollados, de Guadalajara, junto a Libertad Lamarque, Pedro Vargas, Hugo del Carrill, Carmen Montejo, Mario Moreno Cantinflas y Jorge Negrete, entre otros. Fue proclamada Primera vedette de México en 1947 y Primera vedette de América entre los años 1949 y 1950.
Se presentó en varias ciudades del oeste de Estados Unidos en 1949; al año siguiente, en el teatro Latino de Nueva York y también en Venezuela.
De nuevo en Cuba, organizó una breve pero exitosa temporada de operetas en el teatro Martí, junto a Miguel de Grandy y Antonio Palacios, antiguos colaboradores suyos.
Debutó en televisión -medio recientemente inaugurado en el país-, centralizando con Mario Martínez Casado, otro antiguo compañero escénico, la revista La Corona (1952) y el espacio Mi esposo favorito.
En 1956 regresó a la ciudad de México para una nueva temporada de dos años, volvió a trabajar junto a Libertad Lamarque y Pedro Vargas y dejó inaugurada la televisión azteca.
Su carrera alcanzó proyección internacional con actuaciones en España y México, donde formó parte de la Época de Oro del Cine Mexicano con las películas Deseo, Del can can al mambo, Cara sucia y se Acabaron las mujeres, sin contar las coproducciones con Cuba Tintán en La Habana, No me olvides nunca y Hotel Tropical.
Junto con Bianchi realizó temporadas en España en el Teatro Cómico de Barcelona, el Teatro Madrid y el Teatro Alcázar entre 1957 y 1959.
En España, se presentó en el teatro Calderón de Madrid en varias revistas musicales y fue elegida Mejor vedette de 1958.
Al año siguiente decidió regresar a su país y canceló sus compromisos en el extranjero. Entre 1961 y 1962 centralizó una temporada popular de zarzuelas y operetas en los teatros Payret y García Lorca (antiguo Nacional), con las obras La verbena de la Paloma, La revoltosa y La viuda alegre, tres significativos títulos de su extensísimo repertorio.
En septiembre de 1962 participó en la fundación del Teatro Lírico Nacional de Cuba y protagonizó la primera producción de la agrupación, Luisa Fernanda, estrenada al año siguiente en el teatro García Lorca. Le seguiría la reposición de La viuda alegre y las nuevas puestas de María la O -en la que cantó el cuadro «Ronda del amor»-, La princesa de las czardas y El conde de Luxemburgo.
En 1966 realizó una gira por la antigua Unión Soviética (a la que regresaría en 1972), Bulgaria, Hungría y Rumania.
En Cuba se presentó en centros nocturnos (Tropicana, Internacional de Varadero) y trabajó febrilmente para la televisión cubana interpretando dramas, comedias, teatro lírico, en los programas Teatro ICR, La Comedia del Domingo, Viernes de Gala y numerosos espacios de variedades.
Es notable la vitalidad mantenida por esta actriz, al cabo de tan largo tiempo de destacada labor ininterrumpida en los primeros planos de la vida cultural cubana. En su larguísima carrera la vedette alternó con figuras tan prestigiosas como Ernesto Lecuona, Libertad Lamarque, Sarita Montiel y Alfonso Arau.
En la década de los ochenta regresó al teatro dramático, con piezas nuevas concebidas para ella por reconocidos autores cubanos. Estrenó la comedia La permuta, de Juan Carlos Tabío, en 1980, con el Teatro Político Bertolt Brecht. Trabajó para el grupo Teatro Irrumpe, en la obra La canción de Rachel, versión de la novela homónima de Miguel Barnet realizada y dirigida por Roberto Blanco en 1982. Estrenó, en la sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba, Confesión en el barrio chino, de Nicolás Dorr, en 1984; el musical norteamericano Hello Dolly, dirigido por Octavio Cortázar, en 1985; el musical cubano Vivir en Santa Fe, de Nicolás Dorr, con música de Juan Formell, en 1986, y la pieza Para matar a Carmen, de José Milián, en 1990.
Realizó numerosas presentaciones en conciertos centralizados por su figura y concebidos para su lucimiento, en el teatro Carlos Marx y otros grandes escenarios cubanos: La Fornés tridimensional(1977), La Fornés en el musical (1979), Rosita en concierto (1981), De que gusta, gusta (1984); Ser artista (1987), Vedettísima (1989). En una de sus más recientes giras, emprendida en 2003, realizó un recorrido por todas las provincias cubanas.
La carrera de Rosa Fornés ha arrastrado de entusiasmo a un público admirador. Como reconocimientos de simpatía por su sostenida labor, esta artista ha recibido gran cantidad de trofeos y títulos. El Estado Cubano y sus instituciones culturales la han honrado con la Orden Félix Varela, en 1995, y los premios nacionales de Teatro en 2000, de Televisión en 2003 y de Música en 2005.
En abril del 2019 Rosita recibió un gran homenaje por sus ocho décadas de trayectoria en la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso. Durante la función se realizó un recorrido por piezas clave de su repertorio, como El Pichi de la revista musical Las Leandras. También se proyectaron saludos de figuras tan importantes como el compositor cubano Meme Solís, residente en Nueva York y uno de sus amigos entrañables. Su última presentación tuvo lugar en el Miami Dade-County Auditorium, en octubre de ese mismo año, durante la gala por el 60 aniversario artístico de Solís.
Además de su hija, sus dos nietos y cuatro bisnietos, a Fornés le sobreviven sus dos hermanos.
Filmografía.
1939 Una aventura peligrosa (Cuba)
1941 Romance musical (Cuba)
1945 El deseo (México)
1946 Se acabaron las mujeres (México)
1947 La carne manda (México)
1948 Cara sucia (México)
1951 Mujeres de teatro (México) Del can can al mambo (México)
1953 Hotel Tropical o Me gustan todas (México-Cuba) Piel canela (México-España) El mariachi desconocido o Tin Tan en La Habana (México-Cuba)
1956 No me olvides nunca (México-Cuba)
1983 Se permuta (Cuba)
1986 Plácido (Cuba)
1987 Hoy como ayer (actuación especial. Cuba-México)
1989 Papeles secundarios (Cuba)
1995 Quiéreme y verás (Cuba) Divas por amor (documental, Cuba)
1996 Rosita Fornés, mis tres vidas (documental, Cuba)
2001 Las noches de Constantinopla (Cuba) Al atardecer (Cuba)