Pelotero cubano. Obtuvo seis títulos de bateo en un mismo torneo y fue distinguido con una placa de Jugador Más Valioso por el extraordinario trabajo en el terreno. Sub-campeón I Clásico Mundial de Béisbol y Campeón Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Talla: 5-10. Peso: 229. Lanza: Derecha. Batea: Derecha.
Dueño de un hito incomparable y extremadamente difícil de igualar en la historia de los certámenes de pelota cubanos: seis títulos de bateo en un mismo torneo.
De la media docena de coronas, cinco fueron consecutivas y cuatro las elevó por encima de la barrera de los 420 puntos.
Entre esas marcas, la más significativa (469 en la temporada de 2003-04), es el promedio más alto logrado por un bateador en más de 130 años de certámenes de invierno.
Urrutia fue un jugador de actitudes defensivas estándares, aunque podía jugar los tres jardines y la potencia del brazo era respetable.
Tampoco mostró mucha velocidad sobre los senderos y el poder de largometraje en la caja de bateo no intimidaba demasiado, pese a que fuerza le sobraba para desarrollarlo.
Pero en cambio, a la hora de batear, y de batear para average, nadie lo superó en la época que jugo.
De hecho, llegó a discutirle esa supremacía a Omar Linares, cuando a mediados del primer decenio del siglo XXI se instaló en la cima de todos los jugadores que hayan empuñado un bate en cualquier torneo de pelota cubano. Pero una pequeña baja en la productividad le hizo caer dos puntos por debajo del procentaje de “El Niño” Linares al instante de retirarse.
Urrutia debutó con el club Las Tunas en la lid de 1993-1994 y en la contienda del 2003-2004, a cuatro años de la campaña final, fue distinguido con una placa de Jugador Más Valioso por el extraordinario trabajo en el terreno.