María del Rosario Novoa Luis

María del Rosario Novoa Luis
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BNMJ
Nacimiento:  
11
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12
/
1905
Fallecimiento:  
24
/
12
/
2002

Profesora de Mérito de la Universidad de La Habana, Doctora en Filosofía y Letras y en Pedagogía. Doctora en Ciencias Pedagógicas. Profesora Consultante y Titular de la Facultad de Artes y Letras.

Nace en el Mariel provincia de Pinar del Río, pasó apenas dos años en su pueblo natal, un puerto del occidente cubano. Muy pronto, la familia se trasladaría para La Habana. Sin embargo, tal como confesaría a Mirta Yáñez, en su libro Una memoria de elefante (Editora Abril, La Habana, 1991), siempre guardó la imagen de aquel hogar, sobre todo, los olores: «Mi recuerdo primero es de la casa del Mariel, en la calle Real. Tenía dos años, y me acuerdo de una ventana, de unos escalones, y sobre todo de un olor. Con el tiempo, supe que aquella casa tenía luz de carburo, una luz muy blanca, muy linda. Y ese olor de mi memoria era el carburo».

En La Habana, residieron primero en la calle Florida y luego en la esquina de Salud y Santiago. En 1910, empezó a ir a la escuela. Estuvo en varias, pero como desde entonces ya tenía en mente ser maestra, le recomendaron matricularse en la llamada Escuela Anexa para desde allí estudiar magisterio.

A los quince años, Rosario vivía en la calle Galiano, por donde desfilaba todo lo importante que acontecía entonces en la ciudad: entierros, caravanas políticas y las divertidas fiestas de carnavales, cuyos bailes ella disfrutaba, sobre todo, por la posibilidad de asistir disfrazada.

En 1934 comienza su vida profesional y entra a la Universidad mediante concurso, en la categoría de Ayudante graduado, para trabajar al lado del doctor Luis de Soto, quien inmediatamente le entregó un grupo de estudiantes a los cuales impartiría un curso de pintura del Renacimiento. Cuando el doctor De Soto le asigna la docencia, ya Rosario poseía cierta experiencia y pudo comenzar a trabajar rápidamente. Mantuvo la categoría de Ayudante hasta que, en 1937, surge la plaza de Profesor Agregado, a la cual accedió sin hacer ningún ejercicio, dado que había logrado su incorporación a la Universidad a través de un concurso con prueba.

Junto a la labor docente, en la segunda mitad de la década del 30, comienza también a elaborar –a partir de sus cuidadosas notas de clase– la redacción de los que llegarían a ser los primeros libros de texto (Ars) sobre Historia del Arte en Cuba. Primero saldrían como folletos y luego como libros. En 1952 se inaugura el edificio Dihigo en las calles de Zapata y G. El local asignado al Departamento de Historia del Arte, en la planta baja, es originalmente concebido por De Soto y la Novoa, quienes además diseñan y costean sus funcionales mesas de trabajo. Tan sólo tres años después fallece De Soto, ella pasa entonces a ser Profesora Titular.

En 1964, se crea la Licenciatura en Historia del Arte y es Rosario Novoa quien estructura e inicia los nuevos planes de estudio, con el mismo entusiasmo con que 30 años antes había participado en el desarrollo del departamento. En esa época sólo quedaban dos profesoras de Historia del Arte en el país. La Novoa se multiplica como nunca antes: cubre cursos, dicta conferencias, redacta planes de estudio y accede a cuanta petición considera necesaria. De ahí que haya sido colaboradora y asesora de varios ministerios e instituciones culturales.

Maestra de excelencia, relevante personalidad de la educación y de la Cultura Cubana. Recibió el título universitario Maestra de Maestros por 60 años de docencia universitaria ininterrumpida.

Impartió cursos libres en la Universidad de La Habana sobre Pintura Moderna, de Arte Precolombino, de Arte Colonial Latinoamericano, de igual modo impartió clases en la televisión de arte medieval, conferencias sobre materias de su especialidad en centros culturales, organismos, instituciones, en casi todas las provincias del país y en el extranjero. Dictó cursos de verano, ocupó cargos de dirección como: Jefa del Departamento de Historia del Arte, Presidente del Tribunal de Categorías Docentes. Presidenta de Honor del Tribunal de Grados Científicos.

Fue Presidenta de la Comisión de Planes y Programas desde su fundación. Participó en la elaboración de planes y programas para diferentes niveles de enseñanza y de múltiples disciplinas. En el Proyecto para la Escuela de Artes Plásticas de Cubanacán, formó parte de la comisión que creó y discutió el primer plan de estudios, dictando el primer curso de Historia del Arte.

Fundadora de la Federación de Doctores en Ciencias y Letras, del Instituto Superior de Arte. Directora Honoraria del Museo Nacional de Bellas Artes. Tiene muchísimas publicaciones que resultan obligados referentes para estudiosos y profesores.

Fue merecedora de numerosos reconocimientos nacionales e internacionales, se destacan, Héroe del Trabajo de la República de Cuba, Orden "Frank País" I Grado, Orden "Félix Varela", Orden "Lázaro Peña" I Grado, Medalla "Alejo Carpentier", Medalla "Fernando Ortiz" por 25 años de la Academia de Ciencias, Título universitario Maestra de Maestros por 60 años de docencia universitaria ininterrumpida, Miembro de Honor de la Asociación de Pedagogos de Cuba.

Entre otras muchas distinciones, es poseedora de la condición de Profesora de Mérito de la Universidad de La Habana, la orden Félix Varela, la distinción por la Cultura Nacional y la medalla Alejo Carpentier.

Muere en Ciudad de la Habana, 24 de diciembre de 2002.