El mundialista más longevo de CONCACAF, el ex futbolista más longevo de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe que ha participado en un Mundial, murió a los 93 años
Nacido en La Habana de padre gallego y madre vasca, falleció en Ciudad de México, donde residía desde hace 70 años. El ex deportista había tenido que ser internado hace una semana en un hospital de la capital mexicana por una neumonía debido a su avanzada edad.
El cubano, padre de seis hijos y abuelo de numerosos nietos, era el único superviviente de la selección de su país que actuó en el Mundial de Francia 1938, el tercero celebrado hasta entonces.
También era el último jugador vivo de la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF) que asistió a una de las tres primeras Copas del Mundo.
Tuñas participó en los tres partidos disputados por Cuba en el Mundial de Francia 1938, para el que la isla se clasificó automáticamente y al que acudió como único equipo de la región.
Cuba llegó hasta cuartos de final, donde cayó por 8-0 contra Suecia. En los dos Mundiales celebrados antes de 1938, tan sólo participaron de la región México (en Uruguay 1930) y Estados Unidos (1930 e Italia 1934). En Cuba, por la influencia de comerciantes españoles, existió a principios del siglo pasado un importante campeonato profesional de fútbol.
Tuñas fue campeón nacional en tres ocasiones con el Centro Gallego y disputó su última campaña en Cuba en 1941 con el club Juventud Asturiana, al que llevó al título. En una ocasión, el cubano abrió un agujero en la malla de la portería rival con uno de sus goles y desde entonces se le apodó "Romperredes".
Tuñas se estableció en México a principios de los años 40, donde contribuyó a que un club local ya desaparecido, el Real España, ganara los títulos de liga de las temporadas 1941-42 y 1944-45.
En el equipo jugó junto a dos estrellas universales, Isidro Lángara, de España, y José Manuel Moreno, de Argentina, y en la final mexicana de 1942, en la victoria 5-4 contra el Atlante, anotó tres goles, ante casi 20.000 personas en el Parque Asturias.
En 1943 fue distinguido como el mejor deportista cubano en el extranjero y en julio de 1959, meses después del triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro, regresó a La Habana para jugar, ya retirado y con 42 años, un partido amistoso a favor de la ley de reforma agraria.
La última vez que participó en un acto público en Cuba fue a finales de 2002, como invitado al Día del Futbolista, en el que recibió un trofeo como gloria del deporte de la isla.