Juan Guiteras Gener

Juan Guiteras Gener
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Cubatesoro
Padre de la parasitología médica nacional
Nacimiento:  
4
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1
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1852
Fallecimiento:  
28
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10
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1925

Destacado médico higienista, epidemiólogo, escritor y pedagogo. Uno de los más importantes de su especialidad en Cuba, defensor de la gloria de Carlos J. Finlay. Considerado el padre de la parasitología médica nacional. Rebasó los límites nacionales para convertirse en una voz autorizada mundialmente en su época. Fue director de Sanidad; primer presidente de la Federación Médica de Cuba; miembro de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana; y destacado patriota de la emigración revolucionaria.

Fue una gloria de la medicina cubana y americana, un cubano digno y patriota que, a pesar de haber vivido por 30 años en los Estados Unidos de Norteamérica, donde se graduó como médico, se especializó como Patólogo y se convirtió en autoridad de la Medicina Tropical, supo estar siempre al lado de la causa de su Patria y no vaciló en regresar a ella y ponerse al servicio de la Sanidad Médica de su época, a la que ayudó a constituir, junto a Carlos J. Finlay.

Hijo del poeta, pedagogo, novelista y costumbrista Eusebio Guiteras y Font, y de Josefina Gener y Puñales, ambos primos y vástagos de encumbradas familias de la ciudad de Matanzas, que dieron a esa provincia y país personalidades en la Historia, en la Literatura y en la Pedagogía, pero, sobre todo, forjadores de una nacionalidad que ya sentían bullir en su sangre cubana, y que dejaron plasmada en su pensamiento y obra; pues muchos de sus miembros lucharon y dieron sus vidas en las guerras por la independencia de Cuba.

Juan Guiteras Gener comenzó sus estudios en el colegio matancero “La Empres”, fundado por su tío Antonio Guiteras Font, y del cual también fue director su padre, Eusebio Guiteras.

Este colegio fundado por discípulos de Don José de La Luz y Caballero fue un verdadero faro de luz que guió el pensamiento matancero hacia una conciencia nacional independentista. En este claustro también termina su enseñanza secundaria, graduándose de Bachiller en Artes en 1867, pasando, en 1868, a cursar la preparatoria de Medicina en La Habana y el primer año de la carrera.

En 1868, por agravarse la persecución española hacia las familias Guiteras-Gener al comienzo de la Primera Guerra de Independencia, sus padres tienen que emigrar a los Estados Unidos, estableciéndose con los que ya antes habían emigrado hacia Filadelfia, por lo que Juan Guiteras continúa sus estudios de Medicina y de Filosofía en la Universidad de Pennsylvania, donde se gradúa como Doctor en Medicina y en Filosofía.

Por curiosa coincidencia, esta misma universidad, unos años antes, había acogido en sus aulas de Medicina, a Carlos Juan Finlay y Barrés, personalidad cimera de la Medicina cubana, a cuyo nombre estará siempre ligado el de Juan Guiteras y Gener.

El Dr. Juan Guiteras alcanza en 1873 un primer premio en la Universidad de Pennsylvania por su tesis de grado “Influencia de la actividad funcional sobre el desarrollo del esqueleto”, trabajo realmente novedoso para la época, que ponía de manifiesto los cambios estructurales producidos por la función que ejercitarían dichas estructuras anatómicas.

Desde su graduación en 1873 hasta su asentamiento definitivo en su patria casi 30 años después del obligado exilio de 1869, realizó las siguientes actividades:

- Médico Interno del hospital de Filadelfia en 1873.
- Médico de visita del propio hospital desde 1874 hasta 1879, que confecciona el primer texto de Patología de la Universidad de Pennsylvania, donde fue Instructor de Semiología.
- Médico de la Sanidad Marítima de EE.UU. en el “Marine Hospital Service” en 1879, sirviendo en los hospitales de San Luis, New Orleans, Galveston, Key West y Charleston como perito técnico de diversas epidemias de fiebre amarilla.
- En 1879 es designado por el gobierno de los Estados Unidos, en unión de los Dres. Stanford E. Chaille y J.M. Sternberg, para estudiar la histopatología y las condiciones de producción de la fiebre amarilla en Cuba, ocasión en que conoce a Carlos J. Finlay y es presentado a la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, siendo elegido, el 14 de diciembre de 1879, como corresponsal en los Estados Unidos de Norteamérica de la Academia de Ciencias, y manteniendo desde entonces estrecha correspondencia con Finlay.
- En 1883 hace un breve viaje a Cuba y se casa con su prima Dolores Gener, regresando juntos a Estados Unidos.
- En 1884 es valorado entre profesores de la talla del inglés William Osler para optar por una Cátedra en la Universidad de Pennsylvania.
- En 1885 es enviado por el Servicio de Marina a Charleston, donde es nombrado profesor de Patología y Clínica Médica de la Escuela de Medicina de Charleston.
- En 1889 es designado profesor de Patología de la Universidad de Pennsylvania y Patólogo del hospital de Filadelfia, renunciando a sus cargos en la Escuela de Medicina de Charleston y en el Marine Hospital Service.

Desde los Estados Unidos dio también valiosos aportes a la lucha por la independencia de Cuba del dominio colonial español, según consta en varios documentos escritos de su puño y letra, que se conservan en el Archivo Nacional cubano. Tras haber dado su esfuerzo a esa causa desde la emigración, se incorporó al ejército estadounidense al iniciarse la Guerra Hispano Cubano Americana y estuvo en el campo de batalla.

Terminada la guerra, se estableció definitivamente en La Habana y se consagró por entero a las acciones sanitarias oficiales en la Isla.

En 1900 fue nombrado catedrático de Patología General y Patología Intertropical de la Universidad de La Habana, cátedra creada a sus instancias y la primera sobre esta enseñanza establecida en América.

Constituida la República, ocupó los cargos de Presidente de la comisión de Enfermedades Infecciosas y de Director de Sanidad, hasta que el 20 de mayo de 1921 el Presidente Alfredo Zayas le dio la tarea de desempeñar la Secretaría de Sanidad y Beneficencia, que había sido creada en 1909 y fue el primer ministerio de este ramo a nivel mundial. El 8 de febrero de 1903 la Academia de Ciencias lo había elegido Académico de Número.

En la larga lucha mantenida por el doctor Carlos J. Finlay Barrés en pro de la aceptación de su doctrina sobre el agente transmisor de la fiebre amarilla, Guiteras fue uno de sus más admirables colaboradores y puso sus profundos conocimientos al respecto a disposición del esclarecimiento de la verdad científica enunciada por el sabio cubano.

Otras de sus actividades sanitarias fueron sus campañas para combatir y extirpar la peste bubónica en los dos brotes surgidos en Cuba, sus esfuerzos en la lucha contra el paludismo y su cívica conducta al denunciar a la inmigración antisanitaria como causa determinante de la extensión de este flagelo, sus precauciones ante la amenaza de cólera, al trasladarse en persona a New York, para impedir que llegara a la isla la epidemia de esta enfermedad que azotaba a los Estados Unidos; y sus luchas contra los focos de anquilostomiasis, meningitis cerebro espinal epidémica y la gran pandemia de influenza de 1918 - 1919, en la que perdió a su hija en los momentos mismos en que ésta iba a ser madre.

Entre sus tantas sobresalientes labores en el terreno científico, está la creación, junto al doctor Emilio Martínez Martínez, de la Revista de Medicina Tropical, primera sobre la materia fundada en América y la segunda en el mundo, desde cuyas páginas demostró por primera vez la existencia en Cuba de casos de anquilostomiasis, granuloma venéreo y fagedenismo tropical.

En medio de sus numerosas ocupaciones oficiales, científicas y docentes, encontró tiempo para realizar estudios especiales fuera de Cuba y participar en varios congresos y convenciones internacionales. En cuanto a esto último, merece párrafo aparte su participación, con el doctor Finlay, como representante de Cuba en la Primera Convención Sanitaria Internacional de las Repúblicas Americanas, celebrada en Washington del 2 al 5 de diciembre de 1902.

El mismo día de la inauguración de ese evento, quedó constituida la Oficina Sanitaria Internacional, que fue el comienzo de la Organización Panamericana de la Salud, y se eligió su consejo directivo, quedando como vocal del mismo. Además de uno de sus fundadores fue uno de sus dirigentes más importantes.

En La II Convención Sanitaria Internacional, que también tuvo lugar en Washington del 9 al 14 de octubre de 1905 y donde fue reelecto vocal, participó en la discusión y aprobación del Primer Código Sanitario Panamericano. En La III Convención, con sede en México D.F. entre el 2 y el 7 de diciembre de 1907, fue uno de los vicepresidentes del evento y el presidente de la Comisión de Fiebre Amarilla, además de vocal del comité de Tracoma, Beri - Beri y meningitis cerebro-espinal. Tanto en ésta como en las siguientes convenciones fue reelecto vocal de la oficina, hasta 1921 cuando, ocupó la Secretaría de Sanidad y Beneficencia en Cuba.

El doctor Guiteras perteneció a varias instituciones científicas, fue Vicepresidente de la Asociación de Jefes de Sanidad de Norteamérica y de la American Public Association, miembro honorario y fundador de la Asociación de Médicos Americanos, del Colegio Médico de Filadelfia, de la Sociedad Americana de Medicina Tropical, de la Asociación Medica de Puerto Rico, de la Academia de Medicina de Caracas y de la American Medical Association.

En Cuba, además de la Academia de Ciencias, formó parte de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana y de otras instituciones. En 1921 fue nombrado Catedrático Honorario de Medicina Tropical de La Universidad de La Habana. En el acto inaugural de constitución de la Federación Médica de Cuba, celebrado en el Teatro "Payret", de La Habana el 24 de octubre de 1925, fue el primero de los médicos cubanos que prestó ante sus compañeros el juramento de esa organización, tan celosamente mantenido por la mayoría de sus miembros hasta su desaparición.
Fue ésta su última actuación profesional, pues a pesar de que en esa asamblea, lo eligieron primer Presidente de la Federación Médica de Cuba, expresó su disposición de luchar por elevar el prestigio de la medicina cubana, la grave afección cardíaca que padecía le provocó cuatro días después la muerte.

Su figura es representativa de la historia política, científica y social de Cuba. Se destacó como patriota por el hecho sin precedentes de haber abandonado su cargo de catedrático titular de la Universidad de Pennsylvania para servir a su país y hacer frente con autoridad a toda dificultad que afectara su estabilidad sanitaria. Con gran firmeza mantuvo siempre en alto el prestigio de las instituciones científicas de Cuba y el concepto de su soberanía. Como higienista está entre los más notables de todos los tiempos en el mundo y fue un ciudadano intachable, cuya vida como tal puede resumirse en sus últimas palabras en la Asamblea de la Federación Médica de Cuba: "La verdad os hará libres".