Médico cirujano. Fundador de la Revista de Medicina y Cirugía, por lo cual ha sido clasificado como uno de los más grandes promotores de la cultura médica cubana, fue fundador y director de la Sociedad Nacional de Cirugía.
A los veintiséis años ingresó en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, como Académico de Número. Su incansable labor quirúrgica se extendió a varios centros asistenciales.
Fue durante cincuenta años, Profesor; Ministro de salubridad en dos ocasiones; Rector de la Universidad y Profesor Emérito de ésta; Presidente, varias veces reelecto, y Académico de Mérito de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana; Miembro correspondiente de las Academias de Medicina de París, Madrid, Nueva York, Halle, México y Guatemala y Miembro del Comité Internacional Permanente de Cirugía de Bruselas.
Nació en Regla y falleció en La Habana. Cursó con éxito los estudios de segunda enseñanza. En 1896 recibió el diploma de Licenciado en Medicina, y en 1897 el de Doctor, con las más altas calificaciones y premios extraordinarios de ambos grados.
Desde los comienzos de su carrera demostró una decidida vocación por los estudios de Anatomía, de ahí que recibiese de la Facultad el nombramiento de Ayudante del Disector, en 1894, cargo que mantuvo hasta su graduación, en 1896.
De la unión del matrimonio de José Antonio Presno y Bastiony con María Albarrán, hija del Dr. Pedro Albarrán Domínguez, nacería, José Antonio Presno Albarrán (1916-1978), otra gloria de la cirugía cubana.
Durante 1896, aún como estudiante y en plena contienda libertadora, acometió la tarea de fundar una publicación científica, en un medio verdaderamente adverso; fue así como surgió la Revista de Medicina y Cirugía, la cual, en sus más de 60 volúmenes, evidenció la labor educativa y las dotes de publicista característicos de su promotor. Esta obra permite, sin lugar a dudas, clasificar a Presno como uno de los más grandes promotores de la cultura médica cubana, junto a los Doctores Nicolás José Gutiérrez y Juan Santos Fernández.
El mismo año en que recibió el título de Doctor, fue nombrado Ayudante facultativo de Anatomía Quirúrgica y Operaciones; en 1899, resultó ascendido a Catedrático auxiliar supernumerario, y en 1901 obtuvo por oposición el grado de Catedrático auxiliar de Anatomía y el cargo de Jefe de trabajos anatómicos. De igual forma, en 1920 alcanzó la plaza de Profesor Titular de Anatomía Topográfica y Operaciones. Al escindirse la Cátedra debido a la Reforma Universitaria, en 1923, acudió nuevamente a oposición por la de Operaciones con su Clínica, la que más tarde recibiría el nombre de “Clínica Terapéutica Quirúrgica”.
Presno organizó una sala de Cirugía Experimental en el Hospital "Calixto García", destinada a las prácticas de los alumnos en animales. Introdujo la conservación de cadáveres por el formol en el estudio de la técnica anatómica y de operaciones en el muerto, acerca de lo cual presentó una comunicación en el Tercer Congreso Médico Latinoamericano, celebrado en La Habana durante 1901. Aquel aporte transformó radicalmente la disección anatómica en Cuba, e hizo desaparecer de ella el peligro real de la inoculación infecciosa por picadura anatómica, de la que él mismo fue víctima en sus días de estudiante, y de la cual sobrevivió gracias a los cuidados de su maestro: el Dr. Francisco Domínguez Roldán.
De sus investigaciones en el cadáver surgirían muchos trabajos importantes, y no fueron pocas las piezas logradas para el Museo Anatómico producto de su acuciosa labor científica y su maestría en la disección, en el tiempo que desempeñó dicha Cátedra hasta 1920. Su carrera como Cirujano comenzó al ser nombrado alumno interno del Hospital "Nuestra Señora de las Mercedes", en 1893, donde fue asignado a la Sala del Profesor Francisco Domínguez Roldán, recién llegado de París por aquel entonces, y pasó a ser el primer ayudante y discípulo de éste. En 1902 obtuvo el nombramiento de Cirujano del Hospital "Número Uno", actual Hospital “Calixto García”.
Durante 1901 realizó las primeras prácticas sobre raquianestesia en Cuba, sólo poco tiempo después de haberse dado a conocer por el Dr.Beir en Alemania. En ese mismo año ejecutó también la primera colecistectomía, y posteriormente introdujo en el país otras novedades quirúrgicas como: la gastroentero-anastomosis posterior (1907); la Hepatectomía parcial (1927); la Simpatectomía de Leriche; la Surrenolectomía; la neurotomía retrogasseriana; la anestesia del esplácnico por vía posterior; y la resección del esplácnico mayor, entre otras.
A los veintiséis años ingresó en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, como Académico de Número. Su incansable labor quirúrgica se extendió también a otros centros; así, fue Cirujano de la Quinta de Salud "Covadonga", desde 1903, donde llegó a ocupar el cargo de Director, puestos ambos muy ventajosos económicamente, a los cuales renunció en solidaridad con sus compañeros del gremio médico, cuando las huelgas de éstos en el mutualismo. Fue Cirujano Director y uno de los fundadores de la Clínica "La Milagrosa", en 1919, perteneciente a la Asociación de Católicas Cubanas, lugar en el que se mantuvo hasta su muerte.
Deseoso siempre de estar al tanto de cualquier innovación que surgiera para incorporarla a su Cátedra, visitó los centros quirúrgicos más importantes de París, Londres, Berlín, Viena y Estados Unidos, cuyas experiencias recogió en su libro: Impresiones quirúrgicas del extranjero (1928). De igual forma, recogió para sus alumnos cuarenta y seis de sus conferencias, alocuciones y discursos, los cuales agrupó en el libro que vio la luz bajo el título de: A través de la Cirugía (1946).
Cargos ocupados
Alumno interno del Hospital Mercedes, actual “Manual Fajardo”, en 1893.
Cirujano del Hospital No 1; y Cirujano y Director de la antigua Clínica Covadonga, hoy “Miguel Enríquez”.
Secretario del I Congreso Médico Nacional, en 1905.
Presidente de la Sección de Cirugía del III Congreso Médico Nacional, de 1914, y Vicepresidente y Presidente de dichos eventos, en 1917 y 1921, respectivamente.
Desempeñó, además, una meritoria labor desde los cargos de:
Presidente de la Asociación de la Prensa Médica Cubana, desde 1914.
Presidente de la Sociedad de Estudios Clínicos, de 1916 a 1920.
Director y Cirujano de la Asociación de Católicas Cubanas, en 1919.
Presidente de la Asociación Médica Franco-Cubana “Joaquín Albarrán”, en 1921.
Vicepresidente de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, de 1917 a 1922, electo, Académico de Mérito en 1926 y Presidente de dicha institución de 1922 a 1926, y desde 1934 hasta 1944.
En su trabajo presentado en el Congreso de la Prensa Médica Latina, celebrado en Venecia durante la década de 1930, y donde participó en representación de la prensa médica cubana, al comentar la influencia de los médicos en la cultura nacional, expresó que éstos habían estado siempre a la vanguardia del progreso cultural en la Isla, ejemplo de lo cual se constataba en el caso del Dr. Tomás Romay, quien había sido uno de los que dirigieron y redactaron el primer órgano de publicidad impreso en Cuba a la altura de 1790: “El Papel Periódico”. De igual forma, señaló que los vínculos profesionales de los galenos cubanos con las instituciones médicas más avanzadas de Europa y de los Estados Unidos, habían caracterizado el avance de la ciencia médica en la mayor de las Antillas.
Fue durante cincuenta años:
Profesor.
Ministro de Salubridad en dos ocasiones.
Rector de la Universidad y Profesor Emérito de ésta .
Presidente, varias veces reelecto, y Académico de Mérito, de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. *Miembro correspondiente de las Academias de Medicina de París, Madrid, Nueva York y México.
Miembro de las Academias de Ciencias de Nueva York, Halle, México y Guatemala.
Miembro del Comité Internacional Permanente de Cirugía de Bruselas. *Miembro del American College of Surgeons, y de la Asociación Americana de Urología .
Vicepresidente de la Asociación Médica Pan-Americana; e invitado como huésped de honor de la Academia de Cirugía de París, a la celebración de su Centenario, en 1946.
Fundador de la Sociedad Nacional de Cirugía, en 1929, pertenecía además a la mayor parte de las Sociedades científicas cubanas, y fue fundador y Director de la Sociedad Nacional de Cirugía. Distinguido con las más altas condecoraciones de su Patria, y algunas del extranjero, poseía las Grandes Cruces de la Orden de Mérito “Carlos J. Finlay” y de la Cruz Roja Cubana “Carlos Manuel de Céspedes”, y era Comendador de la Legión de Honor de Francia, así como del Águila Azteca de México. Su destacada labor como cirujano justifica plenamente la realización de una escultura de su mano derecha, por su eminencia en dicha especialidad, pieza que se expone hoy en el Museo Nacional de Historia de las Ciencias “Carlos J. Finlay.”