El teatrista Ignacio Gutiérrez, nacido en La Habana el 27 de noviembre de 1929 es autor de numerosos títulos de teatro musical, para adultos y para niños, entre los que merecen mención Llévame a la pelota —que recibió mención en el Concurso UNEAC, 1969—, Pato Macho (1973), La casa del marinero (1979), El mambisito, El señor colmillero, Los chapuzones, La cafetera maravillosa (1980), estrenados por las agrupaciones Jorge Anckermann, Rita Montaner y Teatro Nacional de Guiñol.
Fue director del grupo Rita Montaner, para el que realizó numerosas puestas a partir de 1968 —La cuadratura del círculo, de V. Kataiev (1968); Petición de mano, Trágico a la fuerza, Sobre el daño que hace el tabaco y El oso, las cuatro de Anton Chéjov (1973) y sus obras Más sabe uno por viejo (1987) y Al que le tocó, le tocó (1990), entre otras—.
Ha ejercido la docencia en varias instituciones. Estuvo en Angola, donde escribió la pieza Kunene o Al otro extremo de la casa (1982).
Gutiérrez realizó estudios en el Instituto de la Víbora, luego en pintura en la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro, de actuación en la Academia Municipal de La Habana y de dirección en Checoslovaquia.
Con el decursar de su existencia además desempeñó las funciones de asesor teatral así como profesor de actuación, dirección y dramaturgia. Fue profesor Titular Adjunto de dirección y actuación del Instituto Superior de Arte (ISA), y también laboró como experto en la rama teatral del Ministerio de Cultura. Igualmente fue vice-presidente de la sección de directores artísticos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y perteneció al Consejo Asesor del Teatro Nacional de nuestro país. Ignacio Gutiérrez Díaz participó en múltiples eventos internacionales, entre ellos en congresos del Instituto Internacional de Teatro de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO.
Durante más de 20 años en el período comprendido entre 1970 y 1990 fue Presidente del Centro Cubano del Instituto Internacional de Teatro. Ignacio Gutiérrez Díaz igualmente brindó su experiencia a la formación de jóvenes artistas cubanos. Ignacio concibió muchas obras dirigidas para los niños. En relación con ello afirmó: “Soy ante todo un actor para niños. Yo estreno mucho y eso me hace muy feliz. No es lo mismo escribir para un actor que para un muñeco, el cual, aunque sea guiado por el artista, tiene limitaciones de movimientos.”
Y además precisó: “El buen teatro para niños ya no es privativo de la ciudad. Incluso muchas veces hay más calidad en el interior que en La Habana.”Ignacio Gutiérrez Díaz publicó 27 libros y 30 obras suyas fueron estrenadas por distintas compañías. En Cuba se le confirieron varios reconocimientos y condecoraciones, entre las cuales estuvieron la Distinción por la Cultura Nacional, la medalla por 25 años de ayuda al Movimiento de Aficionados, las medallas Raúl Gómez García y Alejo Carpentier, respectivamente. También la Asociación “Hermanos Saíz” le otorgó un reconocimiento especial por su contribución durante años al desarrollo del movimiento de jóvenes de las artes escénicas en Cuba.
Fallece en La Habana el 6 de febrero de 2007, cuando contaba 77 años.