El periodista y abogado Humberto Medrano fue un adalid de la libertad de prensa en la Cuba republicana que desafió tempranamente a Fidel Castro, falleció en Miami a los 96 años, víctima de un paro cardíaco en su casa de Coral Gables.
Se desempeñaba como director del diario Prensa Libre -fundado por su suegro, el periodista y político Sergio Carbó- cuando escribió una apasionada defensa del Diario de la Marina tras realizarse un entierro simbólico en la escalinata de la Universidad de La Habana, el 14 de mayo de 1960.
"Es doloroso ver enterrar la libertad del pensamiento en un centro de cultura. Es como ver enterrar un código en un Tribunal de Justicia. Porque lo que se enterró anoche en la Colina no fue un periódico determinado. Se enterró simbólicamente la libertad para pensar y decir lo que se piensa", escribió Medrano en un artículo editorial titulado “Los enterradores”.
Dos días después, un grupo de revolucionarios cubanos se apoderaron del edificio de Prensa Libre y Medrano se vio obligado a abandonar su oficina, tomar un automóvil y refugiarse en la Embajada de Panamá en La Habana, donde solicitó refugio político y logró abandonar la isla rumbo a Miami.
No fue ese su primer encontronazo con Fidel Castro. Desde Prensa Libre había denunciado los abusos de poder, la ilegitimidad de los llamados tribunales revolucionarios, los fusilamientos y el desmantelamiento del periodismo en Cuba.
En una de las visitas que realizó a la redacción de Prensa Libre, el líder cubano le sugirió a Medrano que las instalaciones del periódico eran ideales para acoger la sede al Ministerio de Información. El periodista le dijo que no, pero Castro volvió a la carga: “No le falles a la revolución", le dijo.
Medrano le contestó: "No le falle usted a Cuba, Comandante".
No volvieron a verse. Medrano abandonó Cuba el 20 de mayo de 1960 y nunca más volvió a pisar el suelo patrio.
Su trayectoria en el exilio fue la de un incansable activista en la denuncia de las violaciones de derechos humanos y la defensa de la libertad de expresión en su país.
"La voz de Medrano se levantó en los años sesenta en los principales foros internacionales para defender a cientos de encarcelados en Cuba que dentro de las prisones recibían su labor como un aliento de esperanza".
Nacido en Pinar del Río, Medrano era hijo de Ignacio Medrano, un coronel del Ejército Libertador de origen colombiano que abrazó la causa de Cuba como propia y se enroló en la invasión a occidente bajo las órdenes del general Antonio Maceo.
Cursó estudios de primera enseñanza con los Padres Escolapios y se graduó con honores en la Escuela de Derecho de la Universidad de La Habana en 1938.
Fue arrestado en tres ocasiones durante la dictadura de Fulgencio Batista y estuvo en la primera línea de defensa del comandante Enrique Borbonet Gómez, enjuiciado por participar en la llamada Conspiración de los Puros, el 4 de abril de 1956. Su artículo “Mi amigo Borbonet” le mereció el premio periodístico Justo de Lara de ese año.
Al llegar al exilio, fue invitado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) a su Asamblea General XVI en Bogotá, Colombia. Allí presentó el informe “Cómo fue suprimida la libertad de prensa en Cuba”, que fue traducido y reproducido por varias publicaciones internacionales. La denuncia de Medrano sirvió de base para la expulsión de Cuba del seno de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en 1963.
En Miami trabajó como chofer de taxi, vendedor de automóviles, comentarista radial y columnista Diario Las Américas, donde se mantuvo como colaborador hasta el final de su vida.
También fundó un comité para dar a conocer al mundo el trato a los presos políticos en las cárceles cubanas, en colaboración con la organización Amnistía Internacional.
En 1974 fue designado representante de la SIP ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington. Como representante de la SIP compareció ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas y la Asamblea General en Ginebra, Suiza.
Fue uno de los fundadores de Radio Martí en 1985, por nombramiento del presidente Ronald Reagan. Su primer cargo en la emisora fue de subdirector, encargado de dirigir los servicios noticiosos y de programas. Entre 1989 y 1997 estuvo al frente de la Oficina de Radio y Televisión Martí en Miami.
Al trasladarse las operaciones de Radio TV Martí hacia Miami, fue nombrado asesor principal de la Oficina de Trasmisiones a Cuba (OCB).
En abril de 2012 recibió un homenaje público en el Salón Félix Varela de la Ermita de la Caridad en Miami por su contribución a la defensa de los derechos humanos.
Sus artículos e ideas sobre la situación cubana aparecen recogidos en los libros Sin patria pero sin amo (1963) y Caminos de papel (1977) y publicados en Miami.
Lo sobreviven su segunda esposa, Mignon Medrano, y su único hijo, Ignacio Medrano Carbó, que es fruto de su matrimonio con Alelí Carbó, ya fallecida.