Periodista cubano que consagró su vida a la radio. Conocido como el más cívico de los periodistas cubanos, por su labor de crítica y ayuda social desde los medios de comunicación.
Guido García Inclán nació en la ciudad de Pinar del Río. Inició su ejercicio en el periodismo en 1933, dirigiendo la publicación financiera En Mercado y colaborando en la revista Hora. Desde entonces, su quehacer se enrumbó por la crítica y la ayuda social, lo que lo daría a conocer entre el público como el más cívico de los periodistas cubanos. Pero la radio fue el medio de difusión en que desempeñó fundamentalmente su labor profesional. De 1933 a 1934, administró y fungió como editorialista de la radioemisora CMAF, donde inauguró una línea de periodismo crítico hacia el régimen militar de Fulgencio Batista, por lo cual la emisora fue clausurada en varias ocasiones. En 1934 dirigió el Radiodiario de la propia CMAF; más adelante pasó como redactor al Noticiero CMQ Radio.
Fue, en 1937, uno de los fundadores del periódico Pueblo, donde mantuvo las secciones “Pueblo dice a su pueblo”, “Qué gran cosa sería” y “En la feria de la actualidad”. En el mismo año dejó de escribir para En Mercado. En el Noticiero CMQ Radio llegó a alcanzar en 1940 el cargo de subdirector, en el que se mantuvo hasta 1945. El 14 de enero de 1945 inauguró en Prensa Libre la sección “En la Trinchera del Deber”, donde prosiguió, en sus artículos, las campañas cívicas contra la corrupción de funcionarios públicos.
Obtuvo en 1943 el certificado de aptitud periodística que otorgaba la Escuela Profesional de Periodismo Manuel Márquez Sterling. En 1944 ingresó en el Colegio Nacional de Periodistas.
Tuvo una página semanal en la revista Bohemia –con la que reunía recursos para los cubanos de bajos ingresos-, denominada¡Arriba corazones! A través de esta frase, convertida en llamado y lema popular, García Inclán movilizó la solidaridad de los lectores de la revista. Desde su página respondió afirmativamente, el 30 de junio de 1944, a la propuesta del Presidente del Club Rotario de Santiago de Cuba, Ángel Santos Bosch, para construir un mausoleo digno de la memoria de José Martí. García Inclán comenzó una campaña a través de Bohemia y Prensa Libre, que prosiguió también en sus espacios radiales durante los años siguientes. Entre las acciones más importantes de esa campaña estuvo la publicación en Bohemia, el 4 de febrero de 1945, de una carta abierta al Congreso de la República, en la que solicitaba la aprobación urgente de una ley que concediera un crédito de cien mil pesos para el monumento al Héroe Nacional cubano. El 19 de marzo de 1946 el Congreso de la República aprobó el proyecto de ley, y García Inclán recibió un cheque por el valor solicitado. Con esa suma, a la que se agregaron tres mil pesos recaudados entre el pueblo cubano, los organizadores convocaron un concurso interamericano para el proyecto arquitectónico del monumento y para financiar su construcción.
Entre las campañas cívicas que organizó García Inclán se destacaron también la gestión, en abril de 1948, de una cámara de oxígeno para el hospital de Emergencias; la cruzada, iniciada el 7 de mayo de 1948, por un pabellón adecuadamente provisto para los enfermos de tuberculosis del sanatorio La Esperanza, y la entrega gratuita de un ajuar a cada niño o niña de familia sin recursos que naciera el día del natalicio del Apóstol.
Guido García Inclán se propuso adquirir una emisora propia, aunque fracasó en sus intentos de comprar CMW Cadena Roja y Radio Progreso. Pero el 23 de enero de 1948 las plantas de las emisoras radiales CMCK y COCO pasaron a su propiedad. La emisora COCO era en aquel momento la tercera en la preferencia de la población cubana.
Ambas plantas fueron rebautizadas con el epíteto de “El Periódico del Aire”, una institución de periodistas al servicio del pueblo, que reinició sus transmisiones el 28 de enero de 1948, fecha del onomástico de José Martí. Bajo la dirección de García Inclán, la emisora adquirió un cariz más noticioso, y reunió a destacados intelectuales. “El Periódico del Aire” contaba siempre con un editorial, que se repetía tres veces al día, y una amplia variedad de géneros periodísticos. Su director dio prioridad a las informaciones de última hora; así, fue este el primer noticiero que contó con una unidad móvil, para ofrecer al público información en vivo desde cualquier lugar de la ciudad de La Habana. Por otra parte, eliminó la regla de colocar publicidad entre programas, reservándola para introducirla en otros momentos, cuando resultara llamativa y sorprendente.
Desde la creación del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxos), García Inclán se vinculó a la propuesta política de esa organización. En principio solo mantuvo contactos personales con su líder, Eduardo Chibás, pero más tarde “El Periódico del Aire” reportó actividades del partido y dio espacio a las voces de sus principales líderes, como el propio Chibás, Juan Manuel Márquez y Fidel Castro. Desde 7 febrero de 1948, Juan Manuel Márquez inauguró en la emisora el programa “La Hora de la Ortodoxia Revolucionaria en la COCO”.
A partir de 1949, García Inclán comenzó a participar activamente en las actividades del Partido Ortodoxo. El 30 de abril de 1949, sumó su voz a la campaña ortodoxa en contra de las elevadas tarifas para el pago del servicio eléctrico, en un acto público celebrado en el Parque de la Libertad, de la ciudad de Matanzas. Por esas razones, el gobierno de Carlos Prío Socarrás ordenó en mayo de 1949 clausurar durante tres días El Periódico del Aire.
Después de más de siete años de campaña por un monumento digno para depositar los restos mortales de José Martí, el 30 de junio de 1951 fue inaugurado el mausoleo en el cementerio de Santa Ifigenia, de la ciudad de Santiago de Cuba. García Inclán no fue incluido entre los oradores del acto por órdenes gubernamentales, pero otros periodistas como Juan Manuel Márquez le dedicaron, en sus espacios periodísticos, notas de desagravio.
A partir del golpe de estado del 10 de marzo de 1952, que llevó a la dictadura a Fulgencio Batista, El Periódico del Aire fue suspendido en más de cien ocasiones. El 26 de Julio de 1953, tras los asaltos revolucionarios al Cuartel Moncada y al Cuartel Carlos Manuel de Céspedes, la emisora fue tomada por la policía desde horas de la mañana. Al llegar allí García Inclán, fue golpeado y trasladado a la Cuarta Estación de Policía, en la calle Dragones de la ciudad de La Habana. La emisora COCO continuaba en el aire, y emitió numerosos boletines en que denunciaba la detención de su director. Al conocerlo el entonces Ministro de Gobernación, Manuel Hermida, ordenó que liberaran al reconocido periodista. Después del juicio a los moncadistas, García Inclán entrevistó a Fidel Castro en el Presidio Modelo de Isla de Pinos y se integró a la campaña pro-amnistía a favor de los revolucionarios. Viajó en varias ocasiones al Presidio Modelo, para reunirse con ellos y proporcionarles libros y documentos.
La constante censura y los problemas económicos obligaron a García Inclán a ceder la propiedad de la emisora a principios de 1954, pero se mantuvo en ella como editorialista.
El 5 de agosto de 1954, García Inclán concibió un proyecto nacional: el periódico televisivo Patria, que se trasmitiría por el Canal 11, Televisión del Caribe y la Cadena Oriental de Radio, de alcance nacional. Con el lema “Ayer en la manigua redentora; hoy en la República”, Patria presentaba entrevistas diarias de carácter social, político, económico y cultural, y mantenía la lucha cívica que caracterizó la obra de su creador. En la presentación del programa se mostraban imágenes de la bandera cubana, con fondo musical del Himno Invasor, el busto de José Martí y la frase “en la manigua redentora”, que aludía al periódico mambí El cubano libre. Patria representó un nuevo concepto y formato de noticiero televisivo, que abrió sus micrófonos a Fidel Castro durante los meses en que estuvo en La Habana en 1955, tras ser liberado de prisión. García Inclán cooperó con el recién creado Movimiento Revolucionario 26 de Julio, con dinero recaudado por la venta de estatuillas con la efigie de José Martí, promovidas por la COCO.
También participó en contactos de la emigración cubana en Estados Unidos con el fin de recaudar fondos para la lucha insurreccional, como el mitin realizado en el teatro Flagger de la ciudad de Miami en noviembre de 1955. Igualmente, gestionó asilo para revolucionarios perseguidos y ocultó en su despacho de la COCO propaganda del Movimiento 26 de Julio.
Tras el triunfo de la Revolución Cubana, el 1 de enero de 1959, y hasta su muerte, Guido García Inclán permaneció al frente de la emisora COCO que, como todos los medios de comunicación, pasó a manos del Estado. En esta nueva etapa, el experimentado periodista se concentró en la preparación de jóvenes comunicadores, promoviendo siempre una prensa crítica. Su rutina de trabajo era invariable: escribía a primera hora de la mañana su editorial, que se radiaba después del mediodía.
Guido García Inclán fue condecorado con la Distinción Por la Cultura Nacional, que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba.
Se retiró del ejercicio profesional por razones de salud, y falleció en La Habana el 17 de mayo de 1983.
Bibliografía
Bibliografía activa
«¡No! “Las Yaguas” Isla Pinos “Cueva Humo” Niños»; en Bohemia, 8 de febrero de 1953.
«Bufa de una clausura radial»; Bohemia, 22 de marzo de 1953.
«Del muelle de Luz al teatro Flager»; Bohemia, 4 de diciembre de 1955.
«José Martí, ciudadano del mundo»; en Bohemia, 3 de febrero de 1957.
El magisterio abandonado. Editorial leído el sábado 21 de agosto de 1948, en el Noticiero COCO, La Habana, Editorial Cenit, Comisión de Propaganda pro aumento de un 40 por ciento del Comité Ejecutivo Provincial de La Habana del Colegio de Maestros de Cuba, 1948.
Bibliografía pasiva
«Adiós a un compañero»; en Bohemia, La Habana, No. 21, 27 de mayo de 1983.
«Centenario de Guido García Inclán»; en Granma, La Habana, 2 de marzo de 2005.
«Guido García Inclán, periodista y combatiente revolucionario, murió el 17 de mayo de 1983, en La Habana»; en Granma, La Habana, 18 de mayo de 1983.
«Rinden homenaje en su setenta aniversario a Guido García Inclán»; en Granma, La Habana, 3 de marzo de 1975.
Pérez Díaz, Juan; Gil Figueredo, Wilfredo: La COCO, baluarte de la palabra, Editora Política, La Habana, 2007.
Fuente: EnCaribe.org