Desde los quince años de edad creo insuperables guaguancós, entre los que han obtenido popularidad "Me regaña el corazón" y "Los cubanos son rareza", “Chango vá vení”, “Una chambelona”, “Donde están los cubanos”, “Consuélate como yo”, “Mal de yerba”, “Tierra brava”, “Este es mi país”, “Rumbearemos y cantaremos”, “Bombón”, “Se ha vuelto mi corazón un violín” y otros..
Unió a la belleza y calidad de sus letras una imaginación melódica y rítmica sorprendente. Fue un fenómeno de músico autodidacta con enorme facilidad para la improvisación.
Conocido como Tío Tom. Comenzó cantando, tocando y bailando rumba en las fiestas y reuniones de su barriada de Cayo Hueso, en Atarés, y en otros barrios habaneros. Cantó a sucesos de actualidad política y social, al amor, a la amistad, al mundo urbano.
Compuso un número grande pero indeterminado de rumbas que nunca registró o si lo hizo, fue sólo parcialmente y en los últimos años, apoyado por un reducido grupo de conocedores de su obra. Fue el autor de cantares que muchos creen anónimos, como Me regaña el corazón, Rumbearemos y cantaremos o, sin ir más lejos, este clásico cuya letra preside hoy nuestra sección y que he tomado de la voz de Carlos Embales.
Consuélate como yo
Gonzalo Arsenio, Tío Tom
Consuélate como yo
que yo también tuve un amor
y lo perdí.
Y por eso digo ahora
ya yo no vuelvo a querer,
¿de qué te sirvió el querer
si a ti el amor te traicionó
como a mí?
Por eso ahora
ya yo no vuelvo a querer
ya yo no vuelvo a querer
ya yo no te quiero más.