Federico Eduardo Isidro Fernández-Cavada Howard

Federico Eduardo Isidro Fernández-Cavada Howard
Capitán Candela
Nacimiento:  
8
/
7
/
1831
Fallecimiento:  
1
/
7
/
1871

Patriota cubano de la Guerra del 68. Ingeniero civil y topógrafo

El primero de julio de 1871 era fusilado en Puerto Príncipe, actual territorio de la provincia de Camagüey, Federico Fernández Cavada y Howard, considerado por muchos como uno de los generales más importantes del Ejército Libertador durante la primera contienda cubana contra el colonialismo español, conocida como Guerra de los Diez Años.

Cavada había nacido en Cienfuegos en 1831 y aun niño, al morir su padre, se trasladó en compañía de su madre hacia los Estados Unidos, estableciéndose en la ciudad de Filadelfia donde se graduó de Ingeniero Civil en la Universidad de Pensylvania, aunque también mostraba inclinaciones hacia la pintura artística influenciado con la obra paisajista de la Escuela del Río Hudson.

Con 30 años se enroló en el regimiento de voluntarios de Pensylvania del ejército de la Unión, con grado de capitán, para participar en la guerra de secesión de ese país. Por su desempeño fue ascendido hasta teniente coronel y aunque estuvo prisionero un año por las fuerzas contrarias, al ser liberado mediante canje de prisioneros, se reincorporó a las tropas y combatió hasta el final de la guerra.

Esa formación militar sería esencial en el futuro de Fernández Cavada cuando regresó a su tierra natal a finales de la década del 60, estableciéndose en la zona de Trinidad.

La provincia central sería escenario de su creatividad artística cuando pintó tres pequeños pero significantes cuadros: Paisaje Cubano\"(Las Villas) y Estudio del Río San Juan y Río San Juan (Trinidad).

Pero muy pronto su vocación de artista se vio desplazada por la de revolucionario. Comprometido con el alzamiento independentista organizó a los patriotas de la región villareña y en febrero de 1869 se proclamó en armas; estableció en Macagua, Sierra de la Siguanea, su campamento.

Casi inmediatamente fue nombrado General del Distrito de Trinidad y después General en Jefe de Las Villas.

Convencido de la necesidad de privar a las fuerzas españolas de todo tipo de ayuda por parte de los hacendados cubanos, proclamó el manifiesto en el cual llamaba a la guerra de exterminio mediante la tea incendiaria contra las propiedades de los criollos que apoyaran a España:

"Si el comercio de Cuba se opone al paso de la libertad, entonces será preciso que el comercio de Cuba perezca. Las revoluciones populares no conocen obstáculos insuperables".

Fueron precisamente esa disposición y la aplicación sistemática y consecuente de ese procedimiento, los elementos que condicionaron su sobrenombre de general Candela.

Pasó el tiempo y en abril de 1870, por decreto presidencial, fue nombrado Jefe del Estado Mayor del Ejército Libertador, a finales de ese propio mes, y tras la renuncia de Ignacio Agramonte, ocupó el cargo de jefe de la División de Camaguey.

A esa responsabilidad renunciaría poco tiempo después al negarse los camagüeyanos a aceptar a un jefe que no fuera de ese territorio.

Fernández Cavada estaba considerado como gran estratega de esa contienda, no solo por ser el primero en intentar poner en práctica la invasión a Occidente, sino también por el empleo del método de lucha de guerrillas.

Respecto a esto último desarrolló varias teorías en los libros Breve instrucción guerrillera y Guía para jefes y oficiales de campaña, aprobados por la Cámara de Representantes para ser empleados en la preparación de oficiales y tropas.

En ellos dejó sentadas las estrategias para la guerra de guerrilla y el trabajo de inteligencia.

Cavada participó en varias acciones y por su intrepidez y audacia durante una de ellas fue herido por un proyectil que le atravesó el pie, inutilizándolo para la vida militar, a lo cual se resistió.

A pesar de esa limitación en 1871 decidió salir de la Isla y cumplir la misión del estado revolucionario cerca del gobierno americano. Allí, aprovechándose de sus relaciones, intentaría obtener recursos para Cuba y recobrar la salud.

Con esa intención se dirigió a la costa norte de Camaguey y mientras esperaba en Cayo Cruz, fue sorprendido por fuerzas españolas y conducido a Nuevitas, donde fue fusilado al siguiente día, negándosele la sepultura en el cementerio.

Federico Fernández Cavada llevaba en la sangre vocación de guerrero. Su decisión e intrepidez portaban el aliento de quienes renuncian a todo en defensa de los anhelos emancipadores de la Patria.