Multirecordista mundial cubano en el dominio del balón. Cuenta con un Récord Guinness reconocido en octubre del 2005 por tocar el balón en 319 ocasiones durante un minuto con la cabeza.
Desde temprana edad comienza a practicar deportes en el municipio Cerro, donde vive actualmente.
Fue futbolista, comienza a incursionar en la modalidad del dominio del balón en 1994, inspirado en el ejemplo del hermano Douglas Hernández, precursor de la especialidad en Cuba y ayudado por el entrenador Luis Olmasa, él cual lo ha preparado en las diferentes modalidades que practica.
El atleta ha demostrado la capacidad para tocar la pelota con casi todas las partes del cuerpo, al lograr marcas de dominio con los muslos, las rodillas, los pies, la cabeza, corriendo los 100 metros y la maratón.
Entre sus principales registros se encuentran:
- En octubre del 2005 recibió el primer certificado del libro de Récord Guinness por tocar el balón en 319 ocasiones durante un minuto con la cabeza, marca que había impuesto en diciembre de 2004.
- El 26 de mayo del 2007 logró el anterior primado mundial, en el Club Habana, en la modalidad de toques con las rodillas, cuando golpeó el balón ininterrumpidamente 7.743 veces, en casi una hora y media.
- El 28 de agosto del 2007 logró otro récord con 350 toques con la cabeza, prueba realizada también en el Club Habana, en Ciudad Habana. El atleta expresó lo siguiente: "Lo más incómodo fue el calentamiento para buscar la concentración necesaria, el récord ya fue más fácil".
Los principales registros universales que ha implantado son:
Hectómetro, con 17.83 segundos.
La Maratón con 7.17 horas.
Más tiempo pegándole con todo el cuerpo con 19.10 horas.
Desde la posición de sentado y solo dándole con los pies, con 3.03.14 horas.
El 1ro. de julio del 2010 en el Hotel Copacabana en Ciudad de la Habana en una actividad organizada por la Federación Nacional de Fútbol rompió su propio récord mundial en dominio del balón con los pies en la posición de sentado, al lograr un tiempo de 3.03.14 horas.
Durante la prueba, impuso una frecuencia de 120 toques por minuto, superando los 18 mil, en las más de 3 horas que mantuvo el balón en el aire.