Ídolo del boxeo, en el 1930. El célebre boxeador, desde muy joven tuvo que trabajar y olvidar los juegos infantiles para dedicar la mayor parte de su tiempo a ganarse el sustento y las calles holguineras, por aquel entonces caminos de tierra y empedradas conocieron de sus pasos al fungir como mensajero en la farmacia del Doctor Oscar Albanés Carballo.
Sin embargo, entre mensaje y mensaje, en su constante andar, siempre mantiene la ilusión de ser boxeador y fogueaba sus sueños que cada vez se hacían más intensos e inquietantes. Se las ingenió para introducirse en ese mundo de los puños y le dio vida a su esperanza de ubicarse entre los mejores.
Enrique Santos con apenas 16 años de edad debuta en el ring como adversario de Evaristo Pupo. Luego de entablar sus dos primeros duelos de combate demuestra sus progresos y gana por knock out técnico.
Las victorias del Kid Baturrito son continuadas y supera en los combates a pugilistas como Mario Sánchez, Anselmo Delgado, Jimmy Flynn, Luís Kid Aguiar, Yuong Souval, chocolatico Pinareño, Baby La Paz Carpenter, Lesmes y Carlos Betancourt, Ray Castellanos, Mudito de Casa Blanca y otros.
Discute el campeonato nacional de los pesos ligeros, el 17 de diciembre de 1932, frente a Joaquín Torregrosa y pierde en la decisión. Nunca más tuvo la oportunidad de un fajín nacional.
Agotado por la vida alegre de los cabaret y las conquistas fáciles fue perdiendo terreno en el boxeo. Finalmente un golpe contundente de Black Bill Holguinero en la carpa de ”Bolito” puso fin a la carrera del ídolo entre los años 34 y 35. Así fue la vida de este pugilista, idolatrado del público.
Sin embargo, su recuerdo permanece en la memoria de muchos amantes del boxeo que lo eligieron entre los grandes y reconocen las cualidades de un pugilista que brindó momentos de intensa emoción a sus admiradores y logró con sus puños fijar una época exitosa del deporte holguinero.