Destacado músico y compositor cubano.
Nació en Campechuela, en la provincia oriental Granma, hijo de una familia netamente musical. Su padre, Eduardo Saborit Rodríguez fue un respetable músico y arreglista de órganos que durante años dirigió la Banda de Música Municipal.
Desde niño, mostró aptitudes para la música. Su padre fue su primer maestro, quien le enseñó a interpretar la flauta, instrumento imprescindible en la única agrupación de gran formato que existía en aquella zona.
Aprendió a interpretar indistintamente la flauta y el clarinete, por lo que muchas veces viajaba con la Banda durante sus recorridos por los territorios de la costa suroriental de la Isla.
Siendo aún muy joven contrajo una grave enfermedad que le impidió continuar interpretando instrumentos de viento. Ante la prescripción facultativa, Saborit se empeñó en el aprendizaje del instrumento que le acompañaría durante toda su vida: la guitarra.
Como consecuencia de las dificultades materiales, la familia Saborit se trasladó a Niquero en busca de mejoría económica y el joven se vio obligado a emplearse en varios oficios, entre ellos la barbería. Rápidamente se sumó a la vida cultural del pueblo, donde participaba como aficionado en las actividades. Allí contrajo matrimonio con Zoila Raga quien fuera su compañera de toda la vida.
La familia de su esposa era conocida por sus inquietudes revolucionarias y pronto Eduardo también abrazó la causa y se incorporó a los grupos revolucionarios de la zona que luchaban contra la tiranía de Machado. Por sus acciones contrarias al gobierno, fue expulsado de Niquero y obligado a trasladarse constantemente a lo largo de todo el país. En ese periplo se destacó como director de grupos campesinos y, para ganarse el sustento, formó los tríos Ensueño y Clave Azul.
Llegó a la radio como concertista de guitarra y con conocimientos de piano y clarinete obtenidos en su pueblo y en Santiago de Cuba. Tuvo un paso fugaz por la emisora camagüeyana CMJK, la más importante del territorio durante la década de los cuarenta del pasado siglo. Después se insertó en el elenco de Radio Cadena Azul de Amado Trinidad, en Santa Clara. Allí popularizó su tema Guayabera. Cuando la planta trasladó sus trasmisiones hacia La Habana, Eduardo Saborit también se desplazó con el resto del elenco.
Una vez en la capital, se dedicó a componer música para publicidad comercial, radionovelas y otros espacios radiofónicos. Su primer gran éxito formaba parte de la banda sonora de la radionovela Pepe Cortés y sirvió para atraer la atención de los dueños del poderoso Circuito CMQ quienes lo contrataron por un sueldo superior. En CMQ Radio (sita en Monte y Prado) participó en programas de gran audiencia; por ejemplo, el espacio Rincón Criollo cuyos protagonistas eran Sol Pinelli y Emilio Medrado.
A fines de 1958 compuso la música del famoso jingle, escrito por Iris Dávila y popularizado por Consuelito Vidal, que, bajo el pretexto del jabón RINA, conmovió los sentimientos patrióticos de la nación y cuyo texto aún es recordado por los cubanos: “Hay que tener fe que todo llega...Y recuerde que la fe mueve montañas”.
Entre sus composiciones más famosas se encuentra el tema musical titulado “Conozca a Cuba primero”, que alcanzó gran popularidad en la década de los cincuenta. La letra recordaba a los coterráneos la inmensa riqueza y belleza de su país. A cambio de los derechos de autor sobre el tema musical, recibió una tentadora oferta de la compañía ESSO que estaba interesada en utilizarla para su publicidad; pero Saborit se negó rotundamente al ofrecimiento.
Su compromiso con la causa independentista cubana se manifiesta claramente en la obra musical desplegada a lo largo de toda su vida pero, sin dudas, su carrera artística como músico y compositor se consolidó luego del triunfo revolucionario de enero de 1959. “¡Cuba, qué linda es Cuba!”, su obra más difundida, fue la primera canción que compuso para mostrar su apoyo al proceso revolucionario. El tema fue montado, cantado y grabado, en su fase inicial, por la orquesta América, después ha sido versionado muchas veces. Su alcance mundial lo obtuvo cuando, en el VIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, celebrado en Helsinski (1962), la profesora Cuca Rivero presentó una versión el tema montado con el Coro de la Escuela Nacional de Arte (ENA).
El vínculo de Saborit con el acontecer político de Cuba, incluyó mucho más que su carrera artística pues, también asumió roles activos en la organización y ejecución de los planes trazados por el gobierno revolucionario. En 1959 viajó a Europa para asistir al VII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Viena, Austria, y luego visitó Francia, España y la otrora Unión Soviética.
Fue Jesús Orta Ruiz, El Indio Naiborí, quien sentó las bases de las relaciones con Celia Sánchez y Mario Díaz, figuras fundamentales en la Campaña de Alfabetización cubana. A partir de ese momento, trabajó en el Consejo Nacional de la Alfabetización que tenía sus oficinas en Ciudad Libertad (antiguo Cuartel Columbia), uno de los cuarteles convertidos en escuelas después de 1959. Además, integró la Comisión de Divulgación. De este proceso surgieron dos de sus composiciones más memorables: “Despertar” y el “Himno de las Brigadas Conrado Benítez”.
Este último le fue encargado con poco tiempo de antelación a la fecha en que se estrenara. Finalmente, se cantó por primera vez el Día de las Madres (segundo domingo de mayo) de 1961, en el anfiteatro de Varadero, cuando Fidel Castro despidió a un grupo de brigadistas que partía hacia diferentes regiones del país.
También motivado por la Campaña de Alfabetización desplegada durante el año 1961, Saborit compuso la canción "Despertar" o "He aprendido a leer y a escribir", como también se le conoce. En sentido general, el texto refleja la alegría de las personas que fueron beneficiadas por el alcance de la alfabetización y se convirtió rápidamente en una especie de himno escrito en el fragor de la campaña. “Despertar” fue estrenado en la clausura de un evento realizado con el fin de evaluar el avance de la ofensiva alfabetizadora, en el teatro Chaplin, actual Karl Marx. Entonces, a petición de Fidel Castro, la canción fue interpretada dos veces por la cantante Esther Borja; pero el punto culminante de su éxito fue el 22 de diciembre de 1961, fecha en que se realizara el acto central para declarar a Cuba “Territorio libre de analfabetismo”. En aquella ocasión, ambas composiciones, acompañaron la entrada de los brigadistas a la Plaza de la Revolución. Otros temas relacionados con la Campaña de Alfabetización, fueron compuestos por este autor; entre ellos se cuentan el "Himno de la alfabetización", "Cumplimos" y el "Himno de los becados”.
Otra forma de colaboración con el proyecto educacional llevada a cabo por Saborit, fueron los extensos periplos de Oriente a Santa Clara en los que dos grandes brigadas artísticas llevaban arte y entretenimiento a los campamentos de brigadistas. Una de esas brigadas fue liderada por este destacado músico. Estas giras también sirvieron para continuar su promoción de lo cubano y, particularmente, de lo campesino.
A partir de 1961, y aún después de terminada la Campaña, Saborit vistió solamente el uniforme de los brigadistas. Según decía, se había entregado tanto al proyecto de alfabetización que no quería separarse de esa ropa.
Eduardo Saborit fue uno de los compositores cubanos más interpretados en la segunda mitad del siglo veinte. Incursionó en una amplia variedad de géneros musicales: boleros, sones, canciones, sucu-sucu, guarachas, himnos y marchas patrióticas. Entre sus temas más populares, también se encuentran: “Tócalo con limón”, “Tengo miedo de ti”, “Caridad”, “Ponme la mano”, “El caballo y la montura”; así como los himnos del 1º de Mayo, y del Miliciano.
Murió prematuramente en marzo de 1963. Ese día, en el Necrópolis Cristóbal Colón, el poeta cubano Jesús Orta Ruiz, El Indio Naborí, despidió el duelo con los versos de una elegía dedicada a su figura. En sus versos dice:
Por tener hondas raíces, por alegrar campesinos,
por desear los caminos, llenos de niños felices;
por alertar:
“Tú que dices que tu Patria no es tan bella”
y por morir en la huella
de Fidel y de Martí,
toma, mi hermano, “un rubí,
cinco franjas y una estrella“.
En la despedida recibió como ofrenda póstuma, una enorme corona en forma de guitarra y un coro dirigido por la profesora Cuca Rivero entonó su emblemático tema “Despertar”.
Poco tiempo después de su fallecimiento, el Estudio 3 de la antigua CMQ, ahora Instituto Cubano de Radio y Televisión, recibió su nombre; así como un certamen de Música Tradicional y Campesina que se realiza anualmente en el país y convoca a músicos y compositores jóvenes (Concurso de Música Tradicional y Campesina Eduardo Saborit In Memoriam).