Ilustre escritor, periodista, poeta, crítico, conferencista, dramaturgo y diplomático, que con el seudónimo de Conde Kostia, se revela como una de las personalidades más interesantes y representativas de la cultura cubana del último cuarto del siglo XIX y primero del XX.
Estudió en España la enseñanza superior y allí da sus primeros pasos en el periodismo en El Imparcial (1882) y la revista Madrid Cómico. Llegó a La Habana en 1886 y se incorporó a la redacción de El País. Luego trabajó en La Lucha, y su seudónimo Conde Kostia estará presente en las páginas de ese diario que reseñan los acontecimientos de teatro de la época.
La conmoción revolucionaria de 1895 lo obliga a emigrar a México, donde dirigió El Imparcial. Terminada la guerra retorna a Cuba y al periódico La Lucha. Ocupó cargos diplomáticos y colaboró, finalmente, en El Heraldo de Cuba y El Mundo. Durante más de cinco décadas el Conde Kostia edita su obra, la cual se encuentra dispersa hoy en numerosas publicaciones nacionales y foráneas. A veces con su verdadero nombre, otras empleando los seudónimos Kond Kostya, A La Vía y VLDVIA.
Nace en el ingenio Mapo, en Sancti Spíritus. Siendo aún un niño se traslada a Santiago de Cuba, pues su progenitor, médico militar al servicio de la colonia, es transferido a esa ciudad por cuestiones laborales. Allí concluye su infancia y transita la adolescencia, que van a estar muy influidas por las enseñanzas del sacerdote católico jesuita Padre Ramón Ortigueira. La inteligencia del muchacho conlleva a que el religioso dedique todo el empeño y fortuna en su educación. De esta forma, culmina el Bachillerato en el Instituto Cuba de esa urbe oriental. Con solo 14 años, en 1871, viaja a España con su madre.
Siguió estudios en la Universidad de Santiago de Compostela y en la de Madrid, donde obtuvo en 1881 el título de Licenciado en Leyes.
Tuvo buena acogida en el mundo literario matritense. Colaboró en El Globo, El Pabellón Nacional, Madrid Cómico, Los Lunes de El Imparcial. En enero de 1880 leyó en Madrid su drama en tres actos y en verso, "Senda de abrojos". Estrenó en el Teatro Alhambra, en abril de 1882, "La ley suprema", y en el Teatro Apolo, "La muralla de hielo".
Aceptó un cargo administrativo en Puerto Rico, pero poco después lo abandonó. De nuevo en Cuba, Ricardo del Monte lo introdujo en El País. Relacionado con Casal, los hermanos Uhrbach y Juana Borrero, desarrolló una gran actividad cultural en La Habana. Trabó íntima amistad con Rubén Darío en las visitas que éste realizara a Cuba. Dirigió El Palenque Literario. Colaboró en La Lucha, La Habana Elegante, El Fígaro, El Triunfo, Revista Cubana, El Hogar. Fue sometido a juicio y encarcelado por «graves ofensas a la Madre Patria».
Al estallar la guerra en 1895 emigró a México, donde fundó el periódico El Imparcial. Poco después se radicó en Nueva York hasta el advenimiento de la República (1902). Fue ministro de Cuba en Noruega y en Brasil. Haakon VII de Noruega lo condecoró con la Gran Cruz de San Olaf. Por esta época colaboró en Letras, Cuba y América, Heraldo de Cuba, El Mundo, Diario de la Marina, Gráfico, Social. Era académico de número de la Sección de Literatura de la Academia Nacional de Artes y Letras. Escribió en colaboración las comedias "Expropiación forzosa" y "La institutriz", la primera con Eduardo Lustanó y la segunda con Eduardo Navarro González. Tradujo El grupo de los idilios, La leyenda de los siglos y Poemas, de Víctor Hugo; "Esmaltes y Camafeos", de Teófilo Gautier; "Ruiseñora", de Catulle Mendés y el libro Traducción en verso castellano de Yámbicos y de Lázaro, de Augusto Barbier.
Murió el 28 de enero de 1927.