Francesa por nacimiento, árabe por ascendencia, argentina por adopción y cubana por autodeterminación, dedicó 52 años de su vida al arte.
Se inició en España, donde hizo varias giras. También visitó países de América y el 28 de enero de 1957 llegó a Cuba, donde se destacó como actriz, con actuaciones memorables en obras como “Bodas de Sangre”, “La madre” y “El alma encantada”, entre otras.
Ana era española y en los años 30 del siglo XX, aquellos años de gloria para las Pfarry Sisters en España. Siendo ella una joven vedette, tuvo que abandonar la revista para siempre. Sucedió que, estando un día en escena vestida con un largo miriñaque, en un descuido se acercó demasiado al proscenio, y, al rozar los hierros de sus enaguas con las bombillas de las candilejas se provocó un cortocircuito que incendió rápidamentela la tela de su falda, abrasando de paso sus piernas. Ese fue el final de su carrera como vedette.
Fue uno de los personajes emblemáticos del Programa Televisivo "Casos y cosas de casa", Ana hacía de Tecla que junto a Coqui García, José Antonio Rivero, Martica del Río y escrito por Enrique Núñez Rodríguez, fue un programa que permaneció por más de 14 años todos los jueves a las 8:30 pm.
Tras la derrota de la república, Ana Lasalle había abandonado España y nunca más se supo de ella, hasta que reapareció en Cuba y triunfando como actriz.
A su labor como actriz y la cubanía adquirida se le agrega su condición de revolucionaria.