Alberto Salazar es un exatleta y entrenador estadounidense de origen cubano, especialista en carreras de fondo.
A fines de la década de los 70, Alberto Salazar es toda una figura de la maratón, incluso logró extenderse hasta principio de los años 80, esto gracias a ser uno de los atletas más carismáticos y que mayor impulso le dio a la actividad de ruta. Toda la fama que obtuvo, comenzó por ser el atleta que consiguió más récords en su país, incluyendo la victoria tres veces consecutivas en la maratón de Nueva York.
Nacido en Cuba en el año 1958, se fue de la isla junto con sus padres y se radicó en un comienzo en Manchester, Connecticut, para luego ser trasladado a Wayland, Massachusetts, donde comienza la carrera de atleta como universitario. Fue reclutado en la Universidad de Oregón, donde rápidamente comenzó a destacar en carreras de pista abierta, así siendo estudiante de segundo año en el año 1978, participó junto con Bill Rodgers, en una prueba de largo aliento que se organizó en Massachusetts, logrando en aquella ocasión vencerlo.
Llegado el año 1980, debuta en la maratón de Nueva York, y siendo una verdadera revelación logra hacerse con la victoria en la prueba. En el año 1981, vuelve a conseguir la victoria en Nueva York con un tiempo de 2:08:13, el que por lo demás se registró como el mejor tiempo histórico para el recorrido neoyorquino. Un año más tarde vuelve a repetir el éxito de los dos años anteriores, superando en esta oportunidad al mexicano Rodolfo Gómez.
En 1982, protagonizó junto a Dick Beardsley, uno de los finales más dramáticos en la maratón de Boston, donde ninguno de los dos hombres en competencia dio tregua al otro, hasta el momento en que Alberto Salazar logró sobrepasar y ganar la carrera. Durante los años 1981 y 1982, fue Alberto Salazar quien se ubicó en el primer puesto del ranking de atletas que participaban en la prueba de maratón.
Durante sus seis años de carrera, logro establecer seis récords nacionales y sólo un récord mundial. Debido a una gran cantidad de lesiones, Alberto Salazar se retiró de las pistas por un largo periodo, sin embargo volvió a participar en el año 1994, lo hizo en las calles, pero con una diferencia, esta vez participó en distancias de ultramaratón, donde logra un gran triunfo en el Comrades Marathon, una carrera de 53 millas desarrolladas en Sudáfrica.
El 30 de junio de 2007, en el campus de Nike, en Beaverton, Oregón, su corazón se quedó parado por el bloqueo masivo de la arteria coronaria derecha.
Justo antes de una sesión de trote suave y en presencia de algunos de sus pupilos más queridos, Galen Rupp y Josh Rohatinsky, Salazar, hoy entrenador de fondistas prometedores, se llevó la mano a la nuca, hincó la rodilla en la hierba de Tualatin Valley, y según Rohatinsky, "empezó a ponerse azul".
En menos de cuatro minutos, los masajes cardíacos de Louis Barahona y Doug Douglass, médicos de la Guardia Nacional de Tualatin y el médico de un campamento de American Football que tenía lugar en el cuartel general de Nike, estabilizaron a Salazar. Ahí comenzaba el trabajo de los desfibriladores que recuperaron el corazón de Salazar en un total de 26 minutos, tras ocho electroshocks... y tras una suma total de 14 minutos en paro cardíaco.
Técnicamente, los masajes cardíacos que suplieron la actividad detenida del corazón fueron la clave en la resurrección de Salazar: impidieron que el cerebro se quedara sin oxígeno durante un periodo irreparable, que se estima normalmente entre cuatro y seis minutos.
En la organización de Nike, el prestigio y carisma de Salazar son inconcebibles: hoy Alberto representa un mito, un puente viviente entre el presente y el pasado del legendario Oregon Runners Club: Steve Prefontaine, Frank Shorter, Bill Bowerman, Mary Decker...
Salazar, cuyo padre disidente salió de Cuba una hora antes de que lo detuviera la policía política de Fidel Castro, se esculpió como fondista a las órdenes de Bill Dellinger, el sucesor de Coach Bowerman. "Quería ganarlo todo. El maratón era un duelo donde alguien tenía que ceder antes o después. No iba a ser yo". Dellinger le inspiraba tras entrenamientos demoledores: "Eres un gran chico, Alberto".
Hoy, Alberto Salazar ha sufrido dos operaciones para levantar bloqueos hereditarios de sendas arterias coronarias. Lleva un marcapasos. Y entrena a sus pupilos del Oregon Project: Rupp, Rohatinsky, Amy Yoder-Begley, la medallista en Osaka Kara Goucher, y su marido, Adam, todos profundamente religiosos, de una u otra confesión. No puede superar las 130 pulsaciones por minuto. Pero ya corre. Vive.
Actualmente, Alberto Salazar reside el Oregón, y aparte de ser un importante ejecutivo de una prestigiosa empresa deportiva, es entrenador de fondistas. En el mundial de atletismo de Moscú 2013 fue el entrenador del británico Mo Farah quien hizo el doblete en 5 mil y 10 mil metros.
Durante sus seis años de carrera logro establecer seis récords nacionales. Actualmente está retirado de las competencias, pero sigue muy ligado al deporte. Vive en Oregon con su esposa Molly, y sus tres hijos. Entrena a un equipo de atletismo de estudiantes secundarios en Portland y trabaja como asesor de Nike en la captación y desarrollo de talentos en atletismo.
Tras retirarse como corredor se dedicó a entrenar a otros atletas, como director del Nike Oregon Project. Así, ha dirigido a grandes estrellas del atletismo como Mo Farah, Clayton Murphy, Donavan Brazier, Yomif Kejelcha, Sifan Hassan y Konstanze Klosterhalfen.
En octubre de 2019, durante el Campeonato Mundial de Doha, se anunció su sanción por varias infracciones relacionadas con el dopaje de atletas. En enero de 2022 el Comité Olímpico y Paralímpico Estadounidense anunció su descalificación de por vida tras haber sido acusado de abusos sexuales a una atleta.