Doctor en Ciencias y Profesor de Mérito, uno de los principales fundadores del Instituto Nacional de Cardiología y Cirugía Cardiovascular y su primer Director. Formador de varias generaciones de especialistas cubanos en Cardiología.
Nació en San Cristóbal, municipio de la provincia de Pinar del Río. Cursó la enseñanza primaria en la escuela pública de su pueblo natal, el bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana y la carrera de medicina en la Universidad de La Habana.
Según su propia confesión, estudió esta carrera por el ambiente social imperante en la Cuba republicana de fines de los años 30 del pasado siglo XX.
Su padre era farmacéutico y había comprado una Farmacia, en la que Alberto le ayudaba como “práctico” –tal y como se denominaba a los técnicos empíricos.
Al parecer, el propio contacto con medicamentos; pero sobre todo con los enfermos, que en su mayoría en aquellos tiempos, por carecer de recursos económicos para asistir al médico, realizaban sus consultas directamente con los farmacéuticos.
Este contacto directo y frecuente con el dolor, la enfermedad y el sufrimiento de las personas, lo inclinaron al estudio de una carrera que le pareció en esos momentos –y continúa pareciéndole- una de las más humanas.
Las prácticas docentes de medicina las realizó en el Hospital General "Calixto García", en la sala Yarini, donde radicaba la Cátedra de Clínica Médica, al frente de la cual se encontraba el Profesor Rogelio Lavín.
Desde el inicio de la carrera se inclinó hacia la cardiología, que practicaba en la sala Yarini y en el antiguo Hospital "Nuestra Señora de las Mercedes". Más tarde, también realizaría prácticas de la especialidad en el Hospital Municipal de Infancia, que luego sería el Hospital Pediátrico "Pedro Borrás Astorga". Fue precisamente en este último centro donde comenzaron en Cuba los estudios de las cardiopatías congénitas, la angiocardiografía y los cateterismos intracardiacos.
Comenzó a ejercer la docencia en la propia Cátedra de Clínica Médica, en la Sala Yarini, primero como médico asociado desde 1946 hasta 1950. A partir de este año y hasta 1954 se desempeñó como Instructor.
El 31 de julio de 1953, en la sesión científica celebrada en el Hospital Municipal de Infancia, presentó un trabajo sobre Cateterismo Cardiaco en las Malformaciones Congénitas, en colaboración con los doctores Otto García Díaz, Eloína González Vega, Gloria Varela, Ángel Giral Casielles y Agustín Castellanos González. El primer texto publicado en el mundo sobre cateterismo en las malformaciones congénitas había aparecido en 1949, el cual contó con la autoría de Cournand.
En el antiguo Hospital Nuestra Señora de las Mercedes, hoy Hospital Comandante Manuel Fajardo, creó el servicio de investigaciones cardiovasculares, que fue un centro de formación de cardiología, y el embrión del actual Instituto, contribuyendo de esta manera a su desarrollo y a la formación de la red cardiológica nacional.
Al triunfo de la revolución en 1960, debido al éxodo de profesores y especialistas de cardiología, fue llamado por la Junta de Gobierno de la Universidad para participar de nuevo en la docencia.
En 1962 se crea la especialidad de cardiología y él integra el claustro de la misma. A partir de ese momento se crearon servicios de cardiología en los 14 hospitales provinciales y algunos municipales, así como en los hospitales docentes de ciudad de La Habana.
En 1966 se funda el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular y fue desde entonces su Director hasta hace apenas unos años.
Es Profesor Titular, Consultante y de Mérito de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, Investigador Titular, Doctor en Ciencias y Miembro Titular de la Academia de Ciencias de Cuba en el período 06/07/2002 - 18/11/2006.
Ha impartido conferencias y presentado trabajos en más de 20 ciudades de distintos países del mundo.
Por sus aportes a la especialidad - entre los cuales se encuentra su indiscutido protagonismo en la formación de los nuevos especialistas que, de 24 que existían, hoy el país cuenta con más de 400 con una formación científica superior y con principios humanistas y éticos- y su sentido de responsabilidad y compromiso social en el ejercicio profesional, profesoral y gerencial en una de las instituciones de salud más importantes del país.
Ha recibido varias distinciones y condecoraciones, entre ellas, la Orden Carlos J. Finlay; Medalla 250 Aniversario de la Universidad de La Habana; Distinción por la Educación Cubana; Medalla Comandante Manuel Fajardo; Medalla Servicios Distinguidos de las FAR; Medalla 30 años del Ministerio del Interior; Cardiólogo Distinguido y Medalla de la Sociedad de Cardiología Centroamericana y del Caribe.