Teatrista, tenor y director de escena, fundador del Teatro Lírico de Matanzas y del Teatro Lírico de Holguín.
Nace en Pedro Betancourt, provincia de Matanzas, cursó estudios de canto con Tina Farelli.
Fue miembro fundador del Teatro Lírico de Matanzas a inicios de la década de 1960, sustituyó a Daniel Marcos Martínez Ravento en la dirección general de esta agrupación e intervino como intérprete y director de escena en la mayoría de los títulos de su repertorio.
En el Teatro Lírico de Matanzas, institución que desapareció en 1987, tuvo una larga carrera de reconocimientos y éxitos; más tarde sentó cátedra en el Teatro Lírico Rodrigo Prats, de Holguín, donde igual contribuyó a elevarlo a los mejores planos de referencias de esa manifestación en Cuba.
Fue un ferviente defensor de la lírica nacional y consagró sus esfuerzos al rescate de títulos olvidados: Rosa la China, de Ernesto Lecuona y, sobre todo, La Habana que vuelve, de Rodrigo Prats, que representó en puestas dignísimas junto a los clásicos de siempre: Cecilia Valdés, El cafetal y María la O. Algunas de estas obras fueron llevadas a la capital, donde obtuvieron una aceptación unánime. Cuando la agrupación yumurina se disolvió, Dávalos pasó a trabajar para el Teatro Lírico de Holguín.
En el Teatro Lírico de Matanzas, institución que desapareció en 1987, tuvo una larga carrera de reconocimientos y éxitos; más tarde sentó cátedra en el Teatro Lírico Rodrigo Prats, de Holguín, donde igual contribuyó a elevarlo a los mejores planos de referencias de esa manifestación en Cuba.
Obras en que participó
Fue un ferviente defensor de la lírica nacional y consagró sus esfuerzos al rescate de títulos olvidados: Rosa la China, de Ernesto Lecuona y, sobre todo, La Habana que vuelve, de Rodrigo Prats, que representó en puestas dignísimas junto a los clásicos de siempre: Cecilia Valdés, El cafetal y María la O.
Algunas de estas obras fueron llevadas a la capital, donde obtuvieron una aceptación unánime. Cuando la agrupación yumurina se disolvió, Dávalos pasó a trabajar para el Teatro Lírico de Holguín.
Su muerte, ocurrió en Matanzas, el 23 de mayo de 1999. Poco antes, se le había conferido el Hacha de Holguín, distinción exclusivamente dedicada a homenajear a nativos de la región. Esa provincia oriental instituyó luego a su memoria el premio «Alberto Dávalos», que reconoce toda una vida dedicada al teatro lírico.