Rodrigo García Ameneiros y una carrera que le encanta: La música

Los jóvenes músicos cubanos Rodrigo García Ameneiros y Tania Haase integran el dúo Espiral. Ellos ya han obtenido méritos por su trabajo en Cuba y el mundo, pues tocan el piano y el violín como si tocaran la vida misma, con delicadeza y pasión.

Hasta Cuba traen el orgullo de ser dignos representantes de la cultura de la Isla en el orbe, además de un segundo premio en el Concurso Internacional Grand Prize Virtuoso Ámsterdam 2019. A propósito de este galardón el pianista conversó en exclusiva con el Periódico Cubarte.

¿Qué significa el Concurso Internacional Grand Prize Virtuoso Ámsterdam?

El concurso Gran Prize Virtuoso es un certamen internacional que se ha hecho en diferentes lugares. Se realiza cada año y se participa de manera online. Nuestro dúo envió un vídeo para participar en la categoría de música de cámara, donde interpretábamos la pieza Viernes de cuidad, de Aldo López Gavilán.

La peculiaridad de este concurso es que no tiene límites de edad; a partir de 18 años compites con todos los representantes de música de cámara y con los instrumentistas solistas que se presenten.

Los premios los obtienen las presentaciones más destacadas y se dividen en primero, segundo y tercer lugar y sólo a una pequeña selección de todos los que se presentaron los invitan a la Gala Premiación. Como estímulo los dejan tocar en una importante sala del país sede, que en esta ocasión fue la Sala Concertgebouw de Ámsterdam.

Fue una experiencia tremenda, porque esta es una de las salas más importantes de Europa. Es un orgullo haber podido participar.

¿Cuáles fueron las diferencias en su presentación? ¿Qué crees que posibilitó el premio?

El concurso en sus bases fundamenta que buscan una buena personalidad artística, trabajada. Posiblemente eso hizo posible que nosotros fuéramos premiados. Además, la música que tocamos era un poco diferente a lo que generalmente se presenta en ese tipo de concursos, porque tocamos música cubana, una música de este siglo.

No es habitual que se presente en los concursos una pieza de un compositor tan joven como Aldo López-Gavilán. Además, ese lenguaje que hemos trabajado en otras ocasiones, en las mismas obras de Aldo, lo tenemos bien incorporado y se notó en la interpretación. Orgullosos de haber podido representar la música cubana y a uno de nuestros compositores preferidos.

¿Por qué interpretar un tema de Aldo López-Gavilán y qué significa este artista en tu carrera?

Lo primero, el nombre de nuestro dúo, Espiral, es por un tema de Aldo. Nos encantó desde el principio ponerle este nombre al dúo, porque era un tema que nos gustaba mucho a los dos y, además, la obra de Aldo en general la seguimos muy de cerca porque tenemos la suerte de tenerlo cercano. En los cuatro años que estudié en el Conservatorio Amadeo Roldán, en nivel medio, fue mi maestro también. Pienso que es uno de mis ídolos y creo que de Tania también, musicalmente.

Es una gran persona y por eso escogimos una obra de su autoría para presentarnos en el concurso. Además, Viernes de ciudad en específico, fue una de las obras con la que se graduó Tania de nivel medio en el Conservatorio Amadeo Roldán. Tocamos el tema hace algún tiempo, una obra que ha resultado todo un reto, porque exceptuando a Aldo o a algunos otros violinistas, no ha sido tocada por más nadie, y muchos menos la ha interpretado un dúo externo total al compositor. Fue un reto y todo un orgullo haber sido los primeros.

¿Qué retos implica ser miembro de la Red de Artistas UNETE del Sistema de las Naciones Unidas a favor de la NO violencia contra mujeres y niñas, además Embajador de la Red iberoamericana y africana de Masculinidades?

Representa un gran reto y una alegría tremenda porque considero que la música, al igual que el resto de las artes, es un medio más para ayudar a la sociedad a resolver los problemas que la perjudican, como la de la violencia en general y la violencia hacia las mujeres y las niñas. Pienso que es una cualidad que tenemos los artistas, que tenemos que conocer y saber utilizarla por el bien común.

Ha sido un tremendo placer haber trabajado continuamente en la Red Iberoamericana y africana de Masculinidades. También, participar en diferentes giras de la campaña Contracorriente que lidera mi mamá Rochy Ameneiro, que siempre ha estado mezclada con la Red. Estoy orgulloso de haber aportado desde nuestro arte al bien de la población y a la lucha por la no violencia que es larga, desgraciadamente. No obstante, siento que cada vez somos más los que lo que aportamos en esta tremenda causa.

¿En qué momento crees que está tu carrera?

Creo que está en un momento de desarrollo, de aprender, de estudiar, de seguir esforzándome continuamente. En general lo que sucede con los artistas es que nunca terminamos de estudiar, ni de aprender y de cambiar los conceptos y la forma de ver el arte.

Considero que soy un afortunado por haber podido estar en estos lugares como el Concertgebouw, que me han enriquecido espiritualmente y además han beneficiado también mi currículo, mi carrera y mi experiencia como músico.

Es el momento de seguir estudiando y aprendiendo lo máximo posible de todos los grandes músicos que tengo el placer de tener a mi alrededor y de mis maestros en la Universidad de las Artes (ISA).

¿Cuáles son los proyectos futuros que tienes en mente?

Primeramente, seguir estudiando. Ahora comienzo mi segundo año del ISA. Quiero seguir con el dúo Espiral, trabajando juntos que es algo que venimos haciendo hace unos años y que estamos muy contentos de poder hacer. Tania y yo tenemos la suerte de ser familia hace casi siete años, porque somos novios y compartir en el trabajo es una cosa diferente, difícil y enriquecedora para ambos.

Quiero también continuar con mi grupo que fundé hace más de dos años. Estamos a punto de terminar un material de un concierto que hicimos en Bellas Artes, un DVD que se va a llamar Te estoy llamando, con temas míos.

Quiero seguir estudiando, trabajando lo máximo posible y divirtiéndonos con esta carrera que nos encanta: la música.

¿Cómo valoras la enseñanza artística cubana y como ha influido en ti especialmente?

La enseñanza artística cubana es una de las mejores de Latinoamérica, y por demás, una escuela que tiene mucho prestigio a nivel mundial. Pienso que hay mucho talento en Cuba y por supuesto en mucho de este talento influyen los profesores y la calidad con la que enseñan.

No obstante, me gustaría que existiese la opción para todos los músicos, no solo estudiar la música de concierto, la clásica, sino que también tuviésemos la oportunidad de estudiar más a fondo la música popular cubana, que se ha hecho famosa en el mundo entero, y estudiar las corrientes del jazz, que hoy día son muchas y que enriquecen a la música.

Así, se les darían a los músicos, desde pequeños, desde la adolescencia, conocimientos sobre las diferentes corrientes por las cuales poder optar en su vida profesional. No a todos los músicos nos gusta igual la música clásica, hay que tener las herramientas a la hora de decidirse y tomar un camino.

La enseñanza artística cubana es importantísima a nivel mundial y si tenemos esta tradición musical en Cuba, se lo debemos a ese sistema.

¿Qué te define como músico?

Me gustaría que me definiera como músico todo lo que gira alrededor del concepto de comunicación. La música es en gran parte comunicar, tanto en el escenario como con el público, con la población en general y mandar con ello un mensaje que afecte sentimentalmente o para bien, en una sociedad. O simplemente, mandar un mensaje de diversión, pero siempre comunicar.

¿Por qué elegir el piano?

Cuando era niño, con unos 5 o 6 años, empecé a ir a unos talleres que hacía mi tía Daiana García con niños pequeños para empezar a introducirlos en la música. Me empezó a gustar bastante la música y mi tía en un principio quería que yo cogiera el chelo, que era un instrumento que a ella le gustaba mucho. Sin embargo, yo empecé a irme por el piano o porque también tenía a Aldito cerca.

Me gustaba mucho el piano y empecé a ir a unos talleres con Hortensia Upman y luego, ella misma, fue mi profesora por los 7 años del nivel elemental.

Otro instrumento que me atrae mucho es el bajo, tanto el eléctrico como el acústico. Quisiera algún día poder tocar, aunque sea el eléctrico, porque el acústico podría hacerme ampollas en las manos y para el piano me molestaría. Quizás el eléctrico algún día lo pueda tocar. Ojalá.

Me gustan mucho los instrumentos, la trompeta sobre todo en el jazz. Los instrumentos de cuerda también son muy bonitos, pero para tocar me gustaría el bajo y la trompeta.

¿A crees que se le debe el éxito que has tenido siendo tan joven?

Soy afortunado de obtener la experiencia que tengo hasta ahora, y con los pocos años que tengo haber podido tocar en algunas salas importantísimas en el mundo, de haber podido tocar en casi todas las salas de nuestro país y de haber podido hacer lo que he hecho hasta ahora.

Me siento muy contento y muy orgulloso, y agradezco a todas las personas que me han ayudado a lograrlo. Pienso que la clave está en trabajar mucho, en sentirse bien con lo que uno está haciendo y estar preparado para cuando surja la oportunidad poder aprovecharla y poder estar listo para demostrar a los demás el trabajo que uno está haciendo, en el momento que sea adecuado y oportuno.

Cubarte

Rodrigo García Ameneiro


música, artes, piano