Retamar, una vida de aventuras, revoluciones y poesía

El Festival de Cine latinoamericano de La Plata, Fesaalp, continuó anoche con la presentación en el cine Select del Pasaje Dardo Rocha, de la proyección de “El Quijote del Caribe”, largometraje documental dirigido por Raquel Ruiz, que recrea algunos de los momentos más significativos de la vida del poeta e intelectual cubano Roberto Fernández Retamar.

Emblema cultural de la Cuba del siglo XX, Retamar presidió durante largas décadas "Casa de las Américas" –entidad que conectó a Cuba con los principales intelectuales de nuestro continente-, y dirigió la revista del mismo nombre que llegó a contar, en su consejo de redacción, a escritores de la talla de García Márquez, Alejo Carpentier, Mario Benedetti, Mario Vargas Llosa y David Viñas.

La película narra en primera persona –es el único documental protagonizado por Roberto Fernández Retamar- una vida signada por encuentros y desafíos, su amistad con Fidel Castro, Haroldo Conti, Julio Cortázar, Rodolfo Walsh, José Lezama Lima, su encuentro con Ernest Hemingway, los viajes y las interminables partidas de ajedrez con el Che.

Su orgullosa condición de miliciano cuando la invasión de Playa Girón. Sus debates profundos y valientes en el seno de la revolución por defender la necesidad de una irrestricta libertad de creación, y el derecho a la diversidad sexual, sus reflexiones sobre el fracaso de la experiencia comunista en Rusia y de los países bajo su égida, y el papel de los jóvenes en el rumbo futuro que debe tomar la revolución.

En la película se muestra al personaje y sus circunstancias, apelando a su entorno más íntimo; al testimonio de su esposa, Adelaida de Juan - una de las más importantes críticas de arte del continente-, y de una de sus hijas, Laidi Fernández de Juan, escritora y médica internacionalista –que cumplió misión durante años en Zambia-. Se recoge el testimonio de intelectuales y artistas como los cubanos Pablo Milanés y Ambrosio Fornet y los argentinos Osvaldo Bayer y Atilio Borón. La música de Silvio Rodriguez también está presente, ya que cedió para la película los derechos de una de sus canciones.

La película tiene como fondo - resignificando y potenciando cada una de las historias que la eslabonan-, la ciudad de La Habana y sus misterios, encarnada en este poeta que ha dedicado toda su vida a cantarle.