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Ricardo Gómez

Recibe Viengsay Valdés Premio Especial Giraldilla en la gala ofrecida por el Ballet Nacional de Cuba por aniversario 503 de La Habana

"El Ballet Nacional de Cuba es una gran escuela. Considero que Viengsay posee las condiciones excepcionales que se requieren para continuar la obra de Alicia"

Ada Oramas

Irrepetible podría ser el calificativo para cada puesta en escena que desbordó el escenario del teatro Martí, en la Gala artística que ofreció el Ballet Nacional de Cuba (BNC) en la noche de este 16 de noviembre como uno de los regalos del pueblo de La Habana a la capital de todos los cubanos.

En un desborde de acentuado lirismo, el BNC, bajo la dirección de Viengsay Valdés, desbordó las expectativas de los presentes que respondieron con ovaciones plenas de goce en los fragmentos de reconocidas obras como Carmen y El lago de los cisnes.

De pie aplaudieron a la joven directora que recibió el Premio Especial Giraldilla que se otorga por resolución emitida por el Gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata.

"Fue emocionante, realmente no esperaba esa sorpresa. Es algo que no podré olvidar de esta noche", expresó visiblemente emocionada por el momento en que García Zapata y el primer secretario del Partido en la ciudad, Luis Antonio Torres Iríbar, subieron al escenario para entregar el reconocimiento.

En la velada estuvieron presentes el Vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa; el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández; y Alpidio Alonso Grau, ministro de Cultura, entre otros dirigentes del Partido y el Gobierno de la capital.

Minutos después de concluida la gala, la destacada ballerina y directora del Ballet Nacional de Cuba, accedió ofrecer declaraciones en exclusiva para Tribuna de La Habana en la cual expresó:

“Esta noche ha sido muy especial con este reconocimiento de la Giraldilla de La Habana. Realmente no me lo esperaba, me lo organizaron muy bien porque lo supe en el escenario, en ese momento, ya leyendo toda mi biografía y realmente me emocioné mucho porque estuve incluso arropada de mi propia compañía sobre el escenario y bueno me emocioné…

“Yo creo que esta función por el aniversario 503 de La Habana que se organizó en muy poco tiempo, pero muy rápidamente, resultó efectiva, con un nivel artístico y una variedad de estilos de nuestra compañía y qué mejor para ofrecerles este regalo.

“Hay talentos muy jóvenes que se destacan, pero también en las figuras con más tiempo en la compañía. Todos ellos han contribuido, durante todos estos años, y me han acompañado en la difícil tarea que también es muy linda porque estamos haciendo lo que más nos gusta que es la danza".

El cisne que no murió en el Martí

Los acordes del violín en las manos de la virtuosa Lissy Abreu, y los acordes en el piano del maestro Marcos Madrigal, con la música de Camille Saint Saens, parecían suspender sobre el escenario del teatro Martí, el intenso fragmento del drama de la obra La muerte del cisne, interpretada por la propia directora del Ballet Nacional de Cuba, Viengsay Valdés, quien despertó una pléyade de sentimientos conservados en la obra que fuera creada especialmente para la bailarina rusa Anna Pávlova y estrenada en 1905.

Estremecía observar los movimiento celosamente cultivados en una depurada técnica del BNC, bajo la dirección de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso y Alberto Alonso que llevó –más de un siglo después- a Viengsay a interpretar, en la apertura de esta gala especial por los festejos de La Habana, una de las obras de ballet clásico más difícil de todos los tiempos. 

No habían cesado los aplausos cuando irrumpieron los acordes de la música de Kirill Richter para la coreografía de Peter Quanz en su Tríptico creado especialmente para el BNC y estrenada en el reciente 27 Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, a cargo de los jóvenes bailarines Estefanía Hernández (con un despunte increíble para llevar sobre sí una tremenda carga de la obra en escena, junto a Marcel Gutiérrez, Luis Fernández, Yandi Álvarez y Roberto González.

Carmen y la magia del reencuentro

No por ser una de las más conocidas obras en el repertorio del BNC, Carmen deja de crear ese sortilegio que embriaga de esa complicidad que se crea entre el público y los bailarines, donde el primero observa con acuciosa presteza cada movimiento y vuelve a caer seducido, esta vez por la conjunción que entrelaza los cuerpos de Sadaise Arencibia y Anyelo Montero, para contarnos esa historia de amor y temperamentos en la coreografía y libreto de Alberto Alonso, quien recreó la novela de Prosper Mérinée y el libreto de Henry Meilbac y Ludovic Halevy para la ópera homónima de Georges Bizet. Así sucedió. La música de Georges Bizet, reorquestada por Rodion Schedrin, hizo posible la magia. 

usto al concluir en ese momento del climax sostenido por el respetable en la sala del Martí, disfrutamos del imprescindible pas de deux de Romeo y Julieta a cargo de Grettel Morejón y Narciso Medina, quienes hicieron posible, una vez más, materializar el conjuro de la coreografía de Jimmy Gamonet y la intensidad cósmica (no puede ser descrita de otra manera) que exige esta obra de ballet con la música de Serguei Prokofiev.

Alegre, el turno de Don Quijote y los aplausos cerrados por el virtuosismo de la pareja de bailarines que itnergra María Luisa Márquez (intérpreta al Quijote) y en el personaje de Basilio (Yankiel Vázquez). Esta versión coreográfica de Alexander Gorski, del original concebido por Marius Petipa, fue realizada con la música de Ludwing Minkus.

Al final (segundo acto) de la ya histórica gala, el BNC regaló un fragmento de Giselle, obra coreografiada por Alicia Alonso sobre el original de Jules Perrot y Jena Caralli, con la música de Adolphe Adan y la escenografía y vestuario de Salvador Fernández.

Una velada en la cual la destacada bailarina Anette Delgado, acompañada de Dani Hernández, Ernesto Díaz, Ailadi Travieso, Laura Blanco y Gabriela Druyet, hicieron que todos los bailares sobre escena brillaran en esta noche de festejos de La Habana. 

Gracias también y merecidas a esa constelación que integraron: Karla Iglesias, Karen Farrel, Alianed Moreno, Greta Yero, Paloma Blanco, Melanie Leyva, Milaydi Muro, Avril Llevara, Loiret Ortega, Laura Kamila, Camila Corrales, Lianet Sotolongo, Anette Sánchez, Yelenia Riverón, Lizmarian Lorenzo, Sofía Pico, Samantha Morales y Carolina Estrada.

Tribuna de La Habana

Viengsay Valdés Herrera


ballet, primera bailarina

Cursó estudios en la Escuela Provincial de Ballet «Alejo Carpentier», comenzó a los 9 años y los concluyó en 1994 en la Escuela Nacional de Arte, ambas en La Habana, bajo la dirección de destacados profesores, entre ellos, Ramona de Sáa y Mirta Hermida. Viengsay sufre de asma y había sido aconsejada por sus médicos que el ballet era una disciplina muy fuerte para su condición pero, su fuerte personalidad hizo que se impusiera a esta enfermedad.